La Reencarnación De La Emperatriz Sanguinaria.

Tras lo sucedido con Lethia, el emperador tuvo que llamar al duque Dagger para hablar al respecto, por supuesto, el duque no estaba nada feliz al enterarse sobre lo que hizo Axel, ahora por su culpa podrían perder la oportunidad de su ascenso al trono.

—¿esta seguro de lo que dice majestad?, la princesa Lethia es una dama decente y mi hijo un hombre de valores.— habla el duque.

— tenemos que hablar con ambos. Lethia asegura que no lo ha hecho, pero se niega a una prueba de pureza, aunque, eso no probaría que fue el joven duque quien tomo su virtud.— responde el emperador.

— no quiero ofenderlo, pero es una posibilidad, ¿y si el príncipe Abel en realidad vio a otro hombre...tal vez un amor secreto de la princesa Lethia.— explica algo nervioso.

— es posible. Tengo que averiguarlo, mientras tanto, se cancela el anuncio del compromiso hasta encontrar la verdad.— ordena el emperador.

— comprendo majestad, me aseguraré de hablar con Axel, tiene que decirme la verdad y lo haré dar la cara.— asegura el duque.

Al acabar la conversación, el Duque estaba por retirarse, pero Victoria entra a la oficina, al ver al duque se disculpa por interrumpir su platica, pero era bueno verlos a los dos.

— sinceramente, creo que el joven duque y mi hermana deben de casarse, desde un inicio les hice saber que ellos se gustaban, no pueden separarlos, ¿y si mi hermana esta embarazada?— Victoria muestra preocupación en su rostro.

El emperador y el duque se sobresaltan al escuchar las palabras de Victoria, esa posibilidad no la habían pensado en ese momento. Y si en verdad Axel hizo algo con Lethia, el duque espera que no haya esa clase de consecuencias.

— eso no asegura que sea del joven duque.— habla el emperador.— el comportamiento de tu hermana deja mucho que desear.

— padre por favor, no te enojes con Lethia, ella y el joven duque solo han cometido una locura porque se aman. Duque Dagger, espero reflexione y permita la felicidad de su hijo.— Victoria le sonríe con amabilidad.

Dicho esto, ella se retira, pero la última mirada que le dedica al duque, era una una mirada afilada que causo un leve escalofrío en él.

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Esa misma noche, el duque Dagger iba camino al ducado, todo lo que estaba pasando le tenía molesto, sus planes se estaban arruinando gracias a la estúpida calentura de su hijo, ¿que importa si tiene un amante?, ¿pero porqué la princesa Lethia?, si que era estúpido, porque nisiquiera pudo mantener esa relación en secreto. El duque es sacado de sus pensamientos cuando el carruaje se detiene repentinamente y antes de que puede preguntar, solo escucha a sus guardias gritar y algo golpea el carruaje causando que se sacuda. Ante esto, el duque corre las cortinas de la ventanilla y ve como una mujer sostiene hasta arriba la cabeza de uno de sus guardias y la sangre de esta gotea sobre la boca abierta de esa mujer, dejando ver sus filosos colmillos.

El duque se sorprende y más cuando la mujer tira la cabeza para dirigir su mirada en él, el duque se sobresalta al notar unos brillantes ojos rojos. Cierra la cortina, pero de nada sirve, la puerta es abierta quedando pasmado al ver que era Victoria quien entraba, sus ojos filosos causaban escalofríos y puede ver la sangre gotear de sus labios.

— duque Dagger, que gusto verlo nuevamente.— Victoria entra al carruaje y se sienta frente a él.

— p-princesa...¿como es posible?, ¿un vampiro?, ¿que esta pasando?— pregunta nervioso.

— larga historia, pero no importa. Lo que importa aquí es que, usted y yo, pudimos llevar la fiesta en paz, pero, su insistencia en que yo me case con su hijo...es una molestia para mí.— se encoge de hombros.

— es por el bien del imperio...mis tropas a cambio de que mi hijo gobierne a su lado...— responde tratando de verse tranquilo.

— pero su hijo no me sirve, yo necesito un verdadero hombre a mi lado, uno que me haga estremecer con solo mirarme.— se relame los labios.— en fin, me temo que tendré que quitarlo de mi camino.

Y antes de que el duque pueda responder, Victoria ha atravesado su espada en el pecho del hombre. Ella quita la espada y lame la sangre en esta. Mientras el duque agoniza, ella sujeta la muñeca del hombre y clava sus colmillos en la piel justamente cerca de las venas, para beber la sangre ahora que sigue fresca, tal vez el duque era una porquería de hombre, pero la sangre es sangre y es deliciosa, siente como recorre su lengua y garganta, deleitándola con su dulce sabor, hasta que no queda más que beber, y el duque, ha dado su último suspiro.

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Al día siguiente, el ducado estaba en caos, habían encontrado al duque y sus guardias muertos a medio camino, todo parecía indicar que fue un ataque de ladrones ya que se llevaron toda su joyería oro. Axel fue al palacio para informar y el emperador prometió que encontraría a los asesinos.

El día era ajetreado, la muerte del duque era una tragedia, aunque para el emperador podría significar una ventaja, con el duque muerto, puede ofrecerle a Axel casarse con Lethia y a cambio enviaría a sus tropas para la guerra. Aunque por ahora, no mencionara nada y hará que los caballeros busquen un poco, aunque es casi imposible que puedan encontrar a los bandidos.

Lethia al saber de lo sucedido busco a Axel para consolarlo, lamentando su triste pérdida, incluso ofrece su ayuda para vengarse de los asesinos del duque.

Tras dos días, nadie pudo encontrar la pista, nisiquiera en los barrios bajos se llevaron a vender lo robado, por lo que, lo más recomendable era darse por vencidos, pero Lethia le prometía que ella no se rendiría.

Axel cansado de todo, se había recostado en el sofá de la sala, mientras Lethia había salido a arreglar otros asuntos. Axel se sobresalta al escuchar la puerta abrirse, viendo que se trata de Victoria.

— es una pena lo del duque.— Victoria se acerca entregándole a Axel un anillo.

Axel al verlo mira sorprendido a Victoria, pues ese era el anillo del duque, ya que tenía grabado el escudo de su familia.

— ¿donde encontró esto?, ¿sabe quien mato a mi padre?— pregunta desesperado.

— a él, no le advertí como a usted.— la sonrisa maliciosa se deja ver en los labios de Victoria.

Axel siente un escalofrío recorrer su cuerpo y no puede decir nada, solo recordó el momento en el que Victoria le dio una advertencia. Al escuchar pasos, Victoria se sale por otra puerta y cuando Axel trata de seguirla, ve que Lethia por la puerta principal trayendo consigo una bandeja, pues Axel no ha comido nada.

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Por otro lado, en el campamento la frontera, desde hace días los lycan han estado atacando los campamento humanos, Wolfram ha seguido los planos que Victoria le dejo y sus ataques han sido exitosos, las tropas humanas iban perdiendo, aunque Byron intenta mantener a flote las tropas, siguen perdiendo territorio. Además, la visita del emperador vampiro a Wolfram, ocasionó una inesperada alianza, los vampiros han estado coordinando ataques con ellos, siendo una desventaja para los humanos.

El emperador de los vampiros, Vicenzo Van Darkness, le ha contado a Wolfram sobre su reciente odio a los humanos, ya que según sus espías, el emperador de Umbra pudo haber sido el asesino de su madre y se robo a su hermana cuando era una bebé.

Claro que, Wolfram le comprobó sus sospechas al decir que la princesa más joven de Umbra en realidad era vampiro y le hizo saber que fue ella quien le entregó la estrategia para atacar a las tropas de Umbra.

Vicenzo se sorprendió ante esa información, pero le daba cierto alivió, ya que de ese modo, puede que su hermana no lo vea como enemigo. Después de derribar a las tropas del sur, los lycan y vampiros descansan, mientras que Wolfram y sus generales revisan el siguiente punto de ataque.

— descansen, mañana tendremos que dirigirnos hacía el norte.— informa Wolfram.

Todos los generales se retiran, mientras que Wolfram solo se deja caer sobre el catre que tiene en su carpa y deja salir un leve suspiro. Si bien todo iba estaba saliendo a la perfección, no sabe que es lo que Victoria esta haciendo en ese momento y del solo pensar que podría casarse con otro, le hace sentirse irritado.

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