AMOR Y MAFIA

La noche marco el frío inicio de la madrugada, ese punto cero en dónde el frío y el viento marcan el punto más sencible de una noche desolada, Nayla salía de aquel sótano bajo la casa de Laura, después de haber concluido lo que por años deseo, miro sus manos llenas de sangre, su ropa manchada con aquel rojo líquido con olor a hierro y muerte que le recordaron una vez más lo podrida que ella tenía el alma, los hombres de Laura ya la esperaban, ella con la mayor tranquilidad les dijo que debían hacer mientras vio en los ojos de los alfas el horror y el miedo al mirar lo que dentro de ese sótano había, salio al jardín mientras se tiró de rodillas en el pasto justo a un lado de la pileta con esa manguera, abrazo su estómago para sentir la nausea llegar, quiso llorar pero no pudo, se sintió libre al fin, miro la manguera y se desnudo para con la helada agua limpiar su cuerpo antes de entrar a la mansión a buscar a su alfa y poder hablar con el, quiza después de todo ella si podría comenzar una vida nueva a su lado, ella también debía ceder un poco después de todo, en aquel cubo de basura quemo la ropa y después entro, en la recámara estaba toda la escencia del alfa que momentos atrás aún estaba allí con ella, aspiro fuerte para sentir a su luna crisparse y desear al alfa dueño de ese aroma, miro la hora 4am había pasado 3 horas en el sótano, seguro Laura y Rushiel ya dormían, al igual que Julián, lo mejor era esperar un poco y dejarlos descansar, ella debía hacer lo mismo, dormir un poco para después tratar de hablar con Julián y solucionar lo de los territorios del sur, se recostó para escuchar el ajetreo en la casa y salir a mirar, al ver a Laura bajar pistola en mano acompañada del alfa entonces supo que algo estaba mal.

-Bala, ¿Qué esta pasando?

-El imbécil de Owen tiene a Carl en la bodega de su casa, debemos sacarlo.

Ella no lo pensó, entro al cuarto y se puso el jeans y la chamarra de cuero que la Omega le había prestado, tomo su arma y salió para ver si podía ayudar, en el camino recordó a Julián y supuso que debía saber lo que sucedía, entro a la recámara y la miro vacía, su luna sintió el golpe en la conciencia y el frío recorrió su cuerpo casi dándole las ganas de devolver lo poco que llevaba en el estómago, no sabía que decir o hacer, ¿En dónde debía preguntar? Ahora que lo pensaba ella, no sabía nada de Julián, nisiquiera un número telefónico o una dirección, vaya, nisiquiera que comida o color favorito tenía Julián, dio la vuelta al notar la presencia de aquel alfa que la miraba recargado en la puerta.

-El no está, se fue, volvió a Rusia..

Nayla sintió aquel golpe de realidad en el pecho y se desestabilizó, no dijo nada solo se quedó callada mientras su luna moría de tristeza.

“se fue, se fue, se fue, volvió a Rusia”

Se lo repetía en su cabeza, mientras salio por la puerta, sabía, lo sabía, había sido preparada para matar y sobrevivir ante las armas y la mafia, pero jamás nadie la preparo para sobrevivir a un corazón roto, quería desfallecer, quería llorar, pero no lo permitió, muy dentro de ella sabía que era lo mejor, Julián no se merecía a alguien tan rota como ella, a alguien tan fría y dura, Julián merecía lo mejor del mundo y eso no se lo podía ofrecer ella a él… trato de pensar eso mientras llegaba al patio de la casa de los Santy y miraba a Rushiel y a Max tratar de tirar aquella puerta.

-¿Qué estan haciendo?

Pregunto a Laura que desesperada trataba de abrir aquella puerta, miro al alfa en el piso y sintió miedo, era el, el mismo alfa que había estado secuestrado con ella, se hecho para atrás con miedo y miro a Laura.

-¿Qué..m que hace el aquí?

-Nayla, el es mi hijo, es Maximiliano, hermano de Julián.

Nayla no podía verlo, se negaba, miro al alfa que ahora mismo tenía en su cara la expresión de dolor y preocupación por el Omega encerrado tras aquella puerta y entonces comprendió, eso es una verdadera conexión entre alfa y Omega, ese amor incondicional que se ofrecen, algo que ella no podía ofrecer, ¿hermano de Julián? Una razón más para alejarse del alfa y dejarlo buscar su felicidad en otro lado, miro los vanos esfuerzos por abrir aquella chapa y miro detenidamente la chapa, una chapa de seguridad de 3 seguros, exactamente igual a las que su “tío” Alesandro Dominy mamá de Laura le había enseñado tantas veces a abrir y desarmar “por si en algún momento te encierran, debes saber salir” eran sus palabras, así que se acercó a Laura y con calma le dijo “solo arruinaran la chapa, es una chapa de 3 seguros, jamás abrirá si no presionan los 3 al mismo tiempo”.

-¿Sabes hacerlo? Contesto Laura y Nayla asintio.

-Si, me enseñaron por si algún día necesitaba escapar o me secuestraban, jajaja al final no sirvio de mucho ¿no es así?, Necesito ansuelos, dos y una punta metálica.

Laura salio a buscar lo que le pidió y ella miro a Max, el alfa la miraba con miedo, seguramente tuvo el mismo pensamientos que ella, pero Nayla sonrió y tomo su hombro para decirle “tranquilo, no fue culpa nuestra solo quiero ayudar”, y miro a Max calmarse un poco, Laura llegó y le dio lo que necesitaba, en solo 30 segundos ella abrió esa chapa y miraron la escena dentro, el Omega semidesnudo en la mesa mientras jadeaba y el lugar apestaba a sus feromonas igual que las del alfa que con el se encontraba, a Max golpearlo hasta la inconciencia, Carl estaba mal, débil, estaba en celo, Nayla se quitó aquella chaqueta de cuero y cubrió al Omega que jadeaba buscando a su alfa, ¿Así sería el celo de un Omega que ama de verdad? Un celo natural, no uno provocado…. Estaba tan inmersa en esos pensamiento que el grito de Laura y aquel disparo la regresaron a la realidad, Max había disparado a matar pero Laura lo impidió “debes ir con Carl, tu Omega te necesita” dijo Laura y Max solo así entro en razón, cargo a Carl en sus brazos mientras esté gemia, Nayla miro el lastimado brazo del alfa y los nudillos evidentemente rojos e irritados pero eso a el no le importo, incluso cargo con delicadeza el cuerpo de su Omega y se dispuso a salir, Nayla sintió un poco de pena por ella misma y miro hacia donde el alfa que estaba en el suelo, miro cuánto tomo el arma y apunto a matar, ella sin pensarlo saco su colt de la sobaquera y justo cuando Owen disparo para dar en el pecho a Rushiel que se interponia para proteger a su hijo, ella disparó el certero tiro justo en la cabeza del alfa que cayó muerto de inmediato, ella disparó sin remordimiento alguno, “muerto el perro se acabó la rabia” se repitió y sintió que esa era su forma de pagarle a Max por el daño que provocó, librandole de aquella maldita rata de una vez por todas, así el podría ser feliz con su Omega, algo que ella por su alma negra y su falta de valor, no lograría con Julián, escucho las sirenas llegar y a Laura gritar y salió de la bodega, salio y miro a Laura llevarse a Rushiel en aquella patrulla, y camino para ir a su recamara y recostarse un rato mientras la policía se encargaba de todo.