Luca y Dimitri han estado colaborando durante años, formando un lazo inquebrantable entre las dos mafias. Pero cuando una nueva amenaza surge de una facción rival que podría destruirlos a ambos, se ven obligados a tomar medidas extremas para fortalecer su alianza: un matrimonio entre Luca y Anya. Luca no está interesado en casarse con la "niña malcriada" que siempre le ha causado molestias, pero Dimitri insiste en que es la única manera de unir las familias y evitar el desastre.
NovelToon tiene autorización de Araceli Settecase para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 12 : El Juicio Final
La villa de los De Santis estaba en silencio, pero una tensión latente llenaba cada rincón. Luca permanecía de pie frente a la ventana, mirando el horizonte mientras el sol se escondía. El aire parecía más denso, como si el mundo esperara una tormenta inminente.
Sabía que la hora había llegado. Dimitri Ivanov había sido una vez su aliado, casi un hermano, pero ahora se había convertido en un enemigo peligroso. Anya había hecho lo que pudo, pero incluso ella, con todo su amor fraternal, no había podido salvarlo. Luca respiró hondo, consciente de la carga que llevaba.
Franco entró sin hacer ruido, interrumpiendo sus pensamientos. "Todo está listo, capo. Dimitri ha aceptado la reunión. Será mañana por la noche, en el puerto de Nápoles, como acordamos."
Luca asintió lentamente, sin apartar la vista de la ventana. "Bien. Quiero que todo esté bajo control. Nada puede salir mal."
Franco lo observó por un momento, comprendiendo la gravedad de la situación. "¿Estás seguro de que esto es lo que quieres, Luca? A pesar de todo, es el hermano de Anya."
Luca cerró los ojos brevemente, dejando que el peso de las palabras de Franco se hundiera en él. "No hay otra opción. Dimitri cruzó una línea que no podemos ignorar. Si dejamos que se vaya, su traición traerá caos, no solo para nosotros, sino para todas las familias en Italia."
Franco asintió, respetando la decisión de su jefe. "Lo tendremos vigilado todo el tiempo. Si algo se sale de control, lo sabremos."
Anya, sentada en el borde de la cama, jugueteaba con su anillo de matrimonio. Sabía lo que se avecinaba, y el dolor la consumía por dentro. No había más palabras que pudiera decirle a Luca para evitar lo inevitable. Dimitri había escogido su camino, y ella también tendría que lidiar con las consecuencias.
Luca entró en la habitación, y sus miradas se cruzaron en un silencio cargado de emociones. Sabía que Luca no la odiaba por lo que había hecho, pero el peso de la decisión lo estaba destrozando tanto como a ella.
"¿Cómo estás?" preguntó Luca suavemente, sentándose a su lado.
Anya no respondió de inmediato. Sabía que cualquier respuesta sería insuficiente para describir lo que sentía. "Solo quiero que todo esto termine," susurró finalmente. "No sé cómo seguir después de lo que va a pasar mañana."
Luca tomó su mano, entrelazando sus dedos con los de ella. "Yo tampoco, Anya. Pero haremos lo que tengamos que hacer. Es la única forma de protegernos."
Anya asintió, pero sus pensamientos seguían en Moscú, en su hermano, en la última mirada que compartieron. Sabía que nunca lo vería de nuevo, al menos no vivo.
La noche llegó rápido. El puerto de Nápoles estaba oscuro, iluminado solo por las luces de los barcos y la tenue iluminación de las farolas. Luca y Franco llegaron puntuales, seguidos por un par de hombres de confianza. Las olas golpeaban suavemente las rocas mientras esperaban.
Dimitri Ivanov llegó poco después, acompañado por dos de sus propios hombres. Anya no estaba presente. Luca había insistido en que se quedara en casa, aunque sabía que eso no le brindaría ningún consuelo.
Dimitri bajó del coche, su rostro frío y calculador. Incluso en esta situación, mostraba la arrogancia de alguien que aún creía tener el control.
"Luca," dijo Dimitri con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Me sorprende que quieras resolver esto de manera civilizada."
Luca lo observó con una calma que escondía su furia. "No somos animales, Dimitri. Aún hay un código que respetamos, aunque tú hayas olvidado lo que significa."
Dimitri soltó una risa seca. "El código no te llevará a ninguna parte, Luca. El mundo ha cambiado. Nosotros deberíamos cambiar con él."
Luca dio un paso adelante, manteniendo la distancia justa. "No vine a debatir sobre el futuro. Sabes por qué estás aquí. Y también sabes cuál es el precio por lo que has hecho."
Dimitri lo miró, sus ojos fríos y calculadores. "¿Crees que puedes eliminarme y seguir como si nada hubiera pasado? No soy el único con aliados, Luca. Los americanos no dejarán que te salgas con la tuya."
"Es un riesgo que estoy dispuesto a correr," respondió Luca con voz firme. "Pero tú ya has perdido. No puedes retroceder ni huir. Este es el final del camino."
Por un momento, el silencio los envolvió. Dimitri sabía que no había escapatoria. Aunque sus hombres estaban allí, no serían suficientes para cambiar el curso de los acontecimientos.
"Entonces, ¿qué vas a hacer?" preguntó Dimitri con desdén. "¿Vas a dispararme aquí, en medio del puerto?"
Luca lo miró fijamente, sin titubear. "Ya sabes cómo termina esto."
Franco, que había estado en silencio hasta ese momento, dio una señal a los hombres de Luca, quienes rápidamente rodearon a los hombres de Dimitri. Las armas se alzaron, pero Dimitri levantó una mano, indicando que no haría ningún movimiento.
"No esperaba que fuera tan pronto," dijo Dimitri, con una mueca. "Supongo que subestimé tu determinación."
Luca no respondió. Había llegado el momento que había estado temiendo, pero también sabía que no había más opciones. "Arrivederci, Dimitri."
El disparo resonó en el puerto, y Dimitri Ivanov cayó al suelo, su cuerpo inmóvil, mientras la sangre se extendía por el pavimento.
Luca miró el cuerpo de Dimitri por un momento antes de volverse hacia Franco. "Limpia esto. No quiero que quede rastro."
Franco asintió, tomando el control de la situación. Mientras los hombres de Luca se movían para llevarse el cuerpo, Luca se quedó mirando el horizonte, sintiendo el peso de la decisión en su corazón.
Sabía que había hecho lo necesario, pero eso no lo hacía menos doloroso. Ahora, tendría que enfrentar a Anya, y el vacío que la muerte de su hermano dejaría en ella.
El futuro de las mafias se había decidido en ese puerto oscuro, pero el precio de la paz era una carga que Luca llevaría para siempre.
Amor de Madre y fiereza de una Reina. Es una barbaridad./Rose//Rose//Rose/
Guauuuu. Palabras llenas de amor y una pasión a punto de estallar.