El Trato, ¿Venganza O Amor?

Claro, me imagino que sí, pero no tengo tiempo para tus tonterías, dime ¿qué quieres?, no tengo tiempo ni paciencia e imagino tú también estas ocupado, así que habla de una vez. – Expone Alessandro, sabe que en este momento él debe estar concentrado en sus asuntos, si lo está llamando tan repentinamente es porque debe estar enterado de su último movimiento.

- Supe que te casaste. – Se burla el hombre al otro lado de la línea.

- Así que fue por eso que llamaste, me lo imagine, no pensé que mi matrimonio te interesara tanto. ¿debería sentirme conmovido?

- Vamos soy tu único amigo debo al menos interesarme por tu matrimonio. – Se burla el hombre a lo que Alessandro solo gira los ojos, aunque en algo si tiene razón, ese hombre es su único amigo, y no solo eso sino un leal y absolutamente confiable amigo.

- Pues así es me case, si era todo lo que querías saber, adiós. – Intenta colgar Alessandro, pero antes de eso el hombre interviene.

- Espera, espera, ni siquiera me vas a dar más detalles. – Cuestiona el hombre con gran curiosidad, esto fue muy repentino y sabe perfectamente que Alessandro no es de los que actúa precipitadamente, además, ¿Cómo es que eso paso?, ha estado tan concentrado en sus asuntos que se descuidó solo un poco y ahora de pronto se encuentra con esto.

- Te los contare luego, más bien concéntrate en tus cosas, sabes perfectamente que estamos en un punto crítico, cualquier error en este punto, podría ser fatal. – Le recuerda Alessandro.

- Tienes razón, bien te vere pronto, según mis cálculos en máximo dos meses estaré de vuelta. Así que mientras no estoy cuídate y cuida de tu ahora esposa. – Se despide el hombre pareciéndole raro decir esa palabra, “esposa” vaya que el destino tiene sus formas piensa para sí mismo. Mientras que de pronto para Alessandro oír esa palabra le calentó un poco su frio corazón.

- Lo hare. – Dice colgando la llamada, lo más probable es que las cosas se pongan interesantes en esos días, lo que nadie podría prever es a qué nivel.

Los que no están para nada contentos son los Sánchez, desde lo sucedido en casa de Federico, este no les ha dado ninguna explicación favorable.

- Irene, es una completa humillación lo que hizo Alessandro, no podemos perdonar algo así, lo mejor es que olvides un matrimonio con él, voy a hablar con Guillermo, si te casas con Cristian podría ser más beneficioso para nosotros, a fin de cuentas, prácticamente es el heredero, además es más controlable que Alessandro. – Expone Antonio, pensando seriamente que, aunque Irene se casara con Alessandro, es posible que en realidad este no los beneficie en nada.

- No, papá no me puedo rendir así, además que pensaran los Castillo de nosotros si ahora en vez de Alessandro me quiero casar con el inútil del hermano, aun cuando sea el favorito de Guillermo, sabes tanto como yo que si Alessandro quiere puede sacarlo del juego en cualquier momento. – Intenta justificar Irene, aunque sus razones son ciertas, ella en realidad quiere casarse con Alessandro y hará todo lo que sea necesario para lograrlo.

- Tienes un punto, pero hija, ¿Cómo vas a convencer a Alessandro?, ni siquiera a su abuelo obedeció y sabes perfectamente el respeto que le tiene.

- Tranquilo papá, déjamelo a mí, yo me encargo de esto.

- Está bien, tienes un mes Irene, si no logras casarte con Alessandro, entonces hablare con Guillermo, una alianza por poder es algo que jamás rechazaría. – Declara Antonio, no puede permitirse que sus planes se arruinen, necesita a los Castillo para el proyecto en el que está trabajando.

- Entendido. – Dice Irene para retirarse, ya tiene un plan en mente que puede funcionar.

- ¿A dónde la llevo señorita Irene? – Pregunta su chofer.

- A la mansión Castillo, debo hablar con el abuelo Federico, sé que él me puede ayudar con mi plan. – Sonríe Irene con satisfacción, ha averiguado que es lo que Alessandro busca en este momento y ella puede encontrar una forma para dárselo.

El día termino con tranquilidad, cada cual poniendo en marcha sus planes, sin saber que estos no estas contemplando una importante variable, pero ya se darán cuenta en el camino.

- Rafael, vámonos. – Indica Isabella saliendo de su trabajo, ya su jornada termino, así que ira al hospital, para ver cómo están las cosas allá y luego a la mansión, ya quiere saber que le va a decir Alessandro.

- Señora, ¿a la casa? – Pregunta Rafael.

- No Rafael, vamos a pasar por el hospital primero.

- Entendido. – Responde Rafel para dirigirse al hospital, no sin antes informar a Pedro, pues es parte de su trabajo informar el paradero de la señora en todo momento.

- Tito, ¿Cómo estás? – Saluda con todo cariño Isabella al entrar a la habitación de su madre, donde Ernesto la está cuidando.

- Muy bien mi niña, tu, ¿Cómo estás?, no te has metido en problemas, ¿verdad? – Pregunta Ernesto, Aun sigue muy preocupado por la situación.

- Tito, claro que no, si apenas llevo un día en esa casa, ¿Cómo crees que me voy a meter en problemas tan rápido?, - Responde Isabella con una sonrisa, aun cuando su mente le recuerda que al llegar a casa seguramente le aguarde un Alessandro no muy contento.