El Duque Y La Enfermera Reencarnada

Había pasado otro mes junto a Cris y ya nos conocíamos más, había hablado con el médico, sobre la condición del joven maestro y aunque al principio no me creyó, me dijo que él estaba investigando acerca de personas con la misma condición, pero que lamentablemente en esa época, las personas pensaban que ser “tímidos” o tener un mutismo selectivo era porque carecían de inteligencia, así que generalmente los ocultaban, aunque en el reino Helado, se decía que había una princesa con una condición similar y por eso iría a ese lugar a recopilar información, me felicito por los avances y me dijo que lo estaba haciendo muy bien, que debería escribir todo lo que se sobre la condición e incluso las ideas que no funcionan, que asi podría ayudar a más niños.

Eso realmente me puso feliz, no me consideraba una experta en autismo, pero estaba segura que no era una enfermedad y que, dependiendo del grado, podían hacer una vida completamente autónoma y funcional.

[María, la señorita que nos ayuda con Cris y su ropa, se casa esta semana con un joven que también trabaja aquí, en las caballerizas, o en algo de los caballos, asi que las estoy convenciendo de que hagamos una despedida de soltera, ¿Qué malo podría pasar?]

6 horas después…

- Señor tenemos un problema

- ¿Qué pasa Aron? ¿nos atacan? Es raro ver a uno de mis guardias preocupado.

- No señor, no es eso, es sobre las señoritas…

- Que paso con las doncellas, ¿están bien?, ¿están en la mansión?

- Si señor están en la mansión, solo que, bueno…

- Habla hombre, ¿Qué sucede?

- Están ebrias señor, la mayoría de las señoritas y mujeres de la mansión, están encerradas en el cobertizo, cantando y bailando.

- ¿pero cómo? Nunca habían hecho algo asi, su comportamiento siempre fue ejemplar.

- Bueno es que una de ellas se casa y lady Aurora organi…

- Claro, como no lo pensé antes… esa señorita siempre esta haciendo cosas, [este lugar ha perdido completamente la paz desde que llego Aurora… siempre…]

- ¿señor?

- Llama a los esposos o hermanos de las mujeres que se encuentren en la mansión, no importa que estén haciendo, que vengan ahora, trae también a las mujeres que no participaron para que ayuden y…

- Hola amigo, ¿llegue en mal momento?, todos tienen caras raras afuera.

- No es un buen momento un Felipe.

- ¿Qué paso? Te puedo ayudar.

- Es que al parecer las mujeres hicieron alguna clase de fiesta y están ebrias.

- ¡wow! Amigo vine en el mejor momento. Me pregunto como se portará Lady Aurora o Lady Clarissa o Lady Rose borrachas.

- No empieces Felipe.

- Te acompaño, para eso están los amigos, además recuerda que falta poco para mi cumpleaños y quizás…

- Si sigues con eso, te mandare a sacar.

- Está bien me calló.

Cuando iban en camino, vieron a un grupo de guardias espiando por la ventana del cobertizo, mientras comentaban la peculiar escena.

- Paolo no deberías seguir mirando a Lady Aurora, acepta que no quiso salir contigo.

- Lady Clarissa ni si quiera volteo a verte.

- Seguramente no me escucho, tenia clases de piano con el joven maestro.

- Ustedes dos, sino son parientes de las señoritas que están adentro, ¡fuera de aquí!

- Si conde buenas noches.

- Imagínate amigo, que descarados, aprovechar la oportunidad para acercarse a las señoritas… espera ¿están cantando? ¡oh por Dios! ¿están bailando? ¡si están bailando! Amigo por favor, déjame entrar, un rato, por favor, te prometo que no te visito en semanas, me alejo, por favor.

- ¡guardias! Acompañen al conde Felipe al estudio.

- Te odio sabias, esto no lo voy a olvidar, eres malo amigo y ustedes suéltenme, se caminar.

- Muy bien, abran la puerta, cada uno se va a acercar a su hermana o esposa y se las van llevar, después entraran las mujeres a sacar al resto, y al ultimo nosotros para revisar que no quede nadie. Bien. ¡vamos!

Cuando lograron abrir la puerta, era todo un espectáculo, las señoras mayores estaban abrazadas, al parecer habían llorado, había dos señoritas arriba de una silla cantando, Lady Clarissa estaba sobre un piano pequeño al parecer dormida, Lady Rose estaba abrazada a otras jóvenes y sobre la mesa estaba Lady Aurora junto a otra muchacha que tenia un velo en la cabeza.

- ¡y llegaron los meseros! Jajajaj soy como Paty Fernández, jajajaj ¡hay esta Armando por lo gruñón! Jajajaj, ¡no, no, aun la fiesta no termina! ¡Que no pare la fiesta, lets go the party! Jajaja, peleen muchachas que no las lleven.

- Lady Aurora baje de ahí ahora.

- No duque usted me va a retar.

- Bájese de ahí, mire su intento de rebelión se terminó. Ya no queda nadie.

- ¡uuuy! Que aprovechado señor. No sabía que ¡hip!

- ¡Lady Aurora! Bájese de ahí, ¡ahora! No mi jefe es malo. Si me encuentra me va a retar, siempre él piensa lo peor de mí, me mira feo y con odio y yo nunca le he hecho nada. Si ahora me ve y sabe que fui yo, me va a poner de patitas en la calle.

- Lady Aurora no empiece a llorar, [respira Edward, no puedes matarla]

- Atrápeme señor.

Aurora salto desde la mesa a los brazos del duque y él la cargo.

- Señor le han dicho que huele muy bien.

- Lady Aurora por favor guarde silencio, la llevare a su habitación.

- ¡wow! Creo que siempre quise que me dijera eso. Aunque lo imaginaba un poco mas romántico, no le conocía ese lado rudo.

- Lady Aurora puede dejar de tocarme por favor, es una orden.

- Usted es tan guapo, huele bien, es tan, tan, mmm hombre, pero abre su boca y mata ¡hip! Toda la magia.

- Lady Aurora ahórrese sus comentarios, ¿me acaba de intentar besar?

- No señor, solo lo quería saborear, una lamida de cuello. Sabia que en esta vida no he dado ningún beso.

- Lady Aurora ya casi llegamos a su habitación guarde silencio y deje de moverse.

- Ahora si le veo el rostro, se siente suave señor, me pregunto si…

El duque de un golpe abrió la puerta de la habitación y la tiro en la cama.

- Ahora... [por fin se durmió]



El duque salió a toda velocidad a su habitación a darse un baño con agua fría.

[maldita mujer, me abrazo, me lamio, me toco, me dijo cosas… ahora mi cuerpo reacciono, a ella, ¡NO! No reacciono a ella, sino a la situación, hace años que no… que estoy solo, podría haber sido con ella, o con cualquier otra mujer soltera]