La Rosa Del Idol

Ambiente musical:(UWAIE - Kapo/ Tattoo Remix - Rauw Alejandro y Camilo) 

Estoy segura, segura, que nada se iguala a las playas del Caribe, pero para alguien que ama la naturaleza como yo, ver un lugar con tantos kilómetros de verde y espacioso monte, con montañas a lo lejos que desembocan en el mar, solo puede hacerme pensar que terminé en el paraíso. Parece un área semiurbana, en la cuidad hay de todo, pero mientras avanzamos en la carretera, solo se ven casitas dispersas y caminos despejados. Llegamos a un hotel bastante cómodo que colinda con la playa.

- Vamos a caminar por allá – Nos invita JK\, hay que bajar por unas caminerías de madera sombreada por árboles tupidos para llegar a la playa.

- Estoy muerta\, los espero aquí - Dice Sofy echándose en la arena

Me quito los zapatos para jugar con el agua mientras caminamos, en la arena hay algunas personas, pero todos concentrados en lo suyo, aun así, sé que no debo acercarme demasiado a él en público.

- Esto si es una belleza - digo viendo el sol ponerse en tonos naranjas y morados. – Gracias por traernos.

- Te dije que te compensaría pequeña rosa –Responde tranquilo en un inglés al que cada vez me acostumbro más.

- Pequeña rosa no\, Ro-si-ta o Ro-si – le separo en sílabas - Además\, yo soy mayor que tú Baby\, así que dime Nuna como los demás.

- Jamás

- Que niño tan desobediente – lo reprendo levantando agua con los pies y mojándolo.

- ¿A quién llamas niño?

Me persigue por la arena, es obvio que este hombre que es como 15 cm más alto que yo me atrapa sin problemas y me tumba en el suelo. No paro de reír hasta que pone su cara muy cerca de la mía, siento que se me acelera el corazón y me cuesta reaccionar, pero lo empujo y me levanto rápido.

- Hay gente – Le digo sin mirarlo y camino de regreso.

- Es una lástima que no usen trajes de baño – Dice Sofy cuando me acerco a ella\, yo volteo la cabeza hacia donde ella ve y en medio del atardecer hay dos surfistas regresando.

- ¿Traje de baño? Te invito a que toques el agua y no te congeles

A la hora de cenar, nos enteramos que en la noche hay una fiesta de fin del verano en el hotel y Sofy se emociona mucho.

- ¿Tal vez podamos ir? – JK asiente.

- Oficialmente la botó de jonrón – Dice Sofy en la habitación del hotel al ver los vestidos tipo coctel que uno de los hombres de traje negro nos entrega\, de parte de “el señor”.

- La ropa recatada no es nada tu estilo – Le digo por molestar\, el de ella es un vestido beige\, y el mío uno blanco\, que pasa un poco más la rodilla y que no deja ver ni escote ni espalda\, ni nada\, estoy segura nos quedarán más holgados que justos.

- Cállate esta bellísimo\, ve la marca – No dejo de reír con sus ocurrencias\, como si eso nos hubiese importado alguna vez.

En el salón del hotel hay mucha gente de todo tipo y sorprendentemente un rubio extranjero saca a bailar a mi amiga ni bien llega al lugar. Un camarero pasa ofreciendo bebidas, pero lo rechazo en seguida, JK toma una copa de algún licor fuerte.

Un lugar elegante, cada quien en lo suyo eso sí, fuera de los jóvenes extranjeros que bailan y comparten ruidosamente, no parece que nadie se interese por los demás.

- ¿Quieres caminar? Le pregunto a mi guapísimo acompañante.

- ¿A dónde quieres ir? – Me encojo de hombros

- A donde el viento nos lleve – Le contesto estirando los brazos y me encanta ver su sonrisa.

El salón se abre por uno de los lados al área de la piscina abierta que está rodeada por varias tumbonas blancas y plantas tropicales, algunas personas pasan alrededor y van directo al salón que dejamos atrás. Al final este espacio está bordeado por una baranda de mármol que deja ver que el hotel está en un peñasco desde donde se tiene una panorámica del mar que refleja las luces de colores del hotel y la hermosa luna llena.

- ¿Quieres bajar a la playa? Me pregunta JK

- Esta bien.

Puedo notar, mientras bajamos por el camino con escalones de madera iluminado por farolas, que vá serio y ensimismado adelante, quizás estar aquí le ha traído algunos problemas, no lo sé. Miro alrededor y como no veo a nadie, justo antes de llegar a la arena le doy un abrazo por la espalda; desde un escalón más arriba que él puedo quedar a la altura de su nuca.

- Espero que cumplas mi tercer deseo – Le digo viéndolo de lado\, puedo oler su perfume embriagador y mi cerebro falla cuando gira su cara en mi dirección y mira fijamente mi boca.

- Trabajaré en ello.

Me separo rápidamente, porque no quiero que nadie nos vea y con una mano soplo mi cara. A unos pasos de la caminería hay unas sillas playeras con sombrillas cerca de la playa, él toma asiento y yo le doy la espalda viendo el horizonte de agua oscura.

- Gracias por esto – Le digo sin voltear.

- Gracias a ti por ser aire fresco – Me giro a verlo

- Soy una gran fan\, tú y los muchachos son asombrosos dentro y fuera de las cámaras.  De verdad lamento si te causé algún problema estos días.

- Nada de eso. De todas maneras\, salvaste mi vida\, te lo debo.

- Claro que no\, solo hacía mi trabajo. ¿Quieres saber algo loco? – El asiente. - No quería hacerlo\, estaba aterrada. – Me río.

- ¿En serio? – Pregunta abriendo los ojos con asombro.

- Si\, pero en momentos así uno solo tiene que actuar y confiar en sí mismo\, tampoco fue mi primera vez con un desconocido en la calle. Tengo como mala suerte\, siempre pasan este tipo de cosas a mi alrededor y termino viajando en ambulancia. Aunque si fue mi primera vez en el extranjero y el Sr. Kim me veía horrible\, estoy segura de que quería matarme cuando te inyecté la epinefrina. – Me rio al recordarlo.

- A él le agradas\, eso no es común.

- ¿Le agrado? ¿Como a Bam\, que quiere comerme? – Le arrugo la cara y el suelta una carcajada.

- Creo que tuve mucha suerte de que estuvieras ahí – Se levanta y me abraza.

Pienso en alejarlo, pero unas gotas de lluvia caen del cielo y nos refugiamos bajo la sombrilla. Se puso fría la noche, empiezo a tararear una canción y a mecerme para entretenerme.

- Desde aquí no se oye la música\, ¿Por qué bailas?

- Cierra los ojos y escucha - Lo agarro como bailando un vals y lo saco del parasol -No necesitamos una razón para bailar bajo la lluvia

Terminamos empapados bailando una canción imaginaria.

- Tienes mucha energía.

- Si no puedo detener el tiempo\, al menos no quiero perderme ni un segundo de esta noche – Le digo.

Después lo suelto y me asomo por la caminería, asegurándome que no haya nadie, rondando por ahí.

- Quédate conmigo.

- No estoy yendo a ninguna parte\, solo reviso porque ya dejó de llover.

- Me refiero a mañana\, quédate en Corea\, quédate aquí conmigo.

- Ps\, ¿Qué voy a hacer yo aquí? No puedo justificar mi permanencia en esta nación. – Bromeo\, hago un gesto con la mano descartando la idea.

- Si necesitas una razón\, pues\, cásate conmigo.

Ambiente musical:(Yes or No -Jung Kook/ Marry You- Glee).