ALPHA EROS

Alfa Eros se da la vuelta tomando la decisión de ver en las condiciones en las que se encuentra la manada después del ataque de Vampiros, por supuesto Emily había optado por seguir los pasos del Alfa y Eros no la detuvo, la dejo ir por detrás de él, cuando llegaron a una zona en específico los Guardias y otros lobos se unen a él.

— Tenemos varios heridos aparte de los muertos Alfa — informa el guardia, en eso también la llegada de Larry se produce.

— Han dejado una nota Alfa — Expresa el Beta, mientras una rara sensación se apodera de Emily que en ese momento se mantenía al margen, Alfa Eros toma la nota y las papeleras estaban escritas en negro.

— Deténgase — Emily arrebata el papel de las manos del Alfa, en eso un fuerte golpe deja tirada en el suelo a Emily.

— Nunca debes de interponerte en los actos del Alfa — Lauren le había dado un fuerte golpe a Emily, tan fuerte que le ha roto la nariz, en ese preciso momento se escucha el gruñido del lobo Alfa asustando a sus guardias.

— En tu vida vuelvas a ponerle una mano encima a ella o a cualquier otro Lobo miembro de la manada, Lauren, nunca lo vuelvas a hacer porque pienso darte otro golpe yo mismo.

— Ella es la culpable de que estos ataques estén ocurriendo, y la manada lo sabe, la manada lo afirma — dice Lauren levantando la cabeza para enfrentar con la mirada al Alfa.

— Las desgracias ocurren mi Alfa, no tiene nada que ver con la llegada de una loba que solo busca protección — La curandera de la manada ha llegado dirigiendo su mirada hasta Emily que se encontraba en el suelo.

— La culpa es de ella, no hay otra manera de explicar esto, puesto que desde su llegada han ocurrido estos ataques.

— Estos ataques ocurren porque la era de la Paz esta culminando — Responde la curandera.

— Mira vieja…

— Suficiente — Espeta con fiereza Alfa Eros asustado a Lauren — te enviaré por 3 días al calabozo, si continúas con este capricho de querer responder a tus mayores, no olvides que ella es más antigua que tú en esta manada.

— Alfa, yo solo lo quería proteger, además usted siempre ha dicho que en sus asuntos nadie debe de meterse, menos una loba cualquiera insignificante.

— Niña, deme eso — la curandera deja de prestar atención a Lauren y se va hasta Emily agarra una hoja de árbol y toma aquello que Emily arrebata del Alfa, Larry ayuda a Emily a colocarse de pie — Una vez más la Loba salva Alfa, y esta vez lo salva a usted de morir envenenado — dice con fuerza la curandera para que todos los presentes la escuchen claro y contundente — Aquí, en esta nota están escritas las palabras de muerte, pero tenía la fragancia suya Alfa, aquello nos indica que usted era el apuntado a morir, ella dedujo que era una nota de muerte por la fragancia que no todos lo pueden percibir.

— ¿Es así? — pregunta el Alfa acercándose a Emily, mientras Lauren quería arrancar la cabeza de Emily con cada cercanía del Alfa a ella.

— Sí, mi madre también era curandera, aparte de ser maestra de lobos con cualidades especiales, ella me ha enseñado absolutamente todo acerca de las hierbas medicinales, los brebajes y el olor a muerte de una brujería.

— Te acabas de condenar tu sola, Alfa, ella tiene todos los conocimientos para acabar con usted y nuestra Manada.

— Cierra la boca, Lauren, comuníquense con el Líder de la Provincia, necesito hablar con él, los demás resguarden nuestros perímetros, cuidémonos y cuidemos nuestra Manada, Lauren te quiero en tu cabaña y no te metas en mis asuntos, Emily vuelve a tu cabaña, hablaré contigo después, después de mi Reunión con el Líder quiero a los Guardias que presenciaron a algunos Vampiros y a ti Larry, a partir de este momento todo se convierte en confidencial, seguiré dando las vueltas por los perímetros y no quiero a ningún guardia cerca — Lo dicho por Alfa Eros ha tomado por sorpresa a los miembros de su manada, pero ninguno se atrevió a realizar alguna pregunta al respecto, respetando la decisión del Alfa.

Emily obedeció, mientras la curandera no le quitaba el ojo de encima, Lauren también, pero el brillo asesino se vislumbra en los ojos de la loba, mientras Alfa Eros recorre el territorio solo tal como lo había ordenado, el hombre se detuvo en una colina en donde prácticamente tenía la vista de toda la manada, el bosque y la ciudad. El Alfa se encuentra en lo más alto de la colina, su figura imponente recortada por la luz plateada de la luna. Sus ojos brillan con un fuego frío, escudriñando el paisaje con una intensidad que hace temblar a quienes lo observando aquellos pequeños animales que prefieren ocultarse.

Su presencia emana un aura de misterio y peligro, como si guardara secretos oscuros que solo la noche y él conocen. Su cabello rebelde se agita suavemente con la brisa nocturna, y su mirada fija en el horizonte parece penetrar en lo más profundo de las sombras.

Alfa Eros es un ser solitario y poderoso, un guerrero de la noche cuya presencia impone respeto y temor en igual medida. Su silueta se recorta contra el cielo estrellado, en un espectáculo que parece sacado de una antigua leyenda.

Solo la luna y él conocen la verdad del misterio que envuelve al Alfa, un enigma que permanece oculto para todos menos para aquellos que se atreven a enfrentarse a él. En la quietud de la noche, su figura en la colina se convierte en una advertencia silenciosa para aquellos que se aventuren en sus dominios, cruzando sus perímetros, desafiando su fortaleza, guiando al mal a encontrarse con él, La noche oscura, manto de misterio, oculta secretos en su misterio, se viste de sombras y de silencio, envolviendo el mundo en su abrazo eterno de misterio, muerte y traición.

En una cabaña pequeña y misteriosa cubierta por la niebla se encuentran dos brujas encadenadas ante dos Vampiros.

— Si eligen cooperar, la muerte será rápida, nuestro Amo quiere el secreto de la muerte — Expuso uno de los Vampiros.

— El secreto de la muerte, tan hermosa y perversa, la sangre es el secreto, pero nunca sabrán la sangre de quien abre el portal de la Luna — responde la bruja cada vez más pálida.