Casate Conmigo...

Hoy me levanté temprano, me preparé y salí a la calle en busca de trabajo, pasé por algunas tiendas y no necesitan vendedoras, me detuve en supermercados, estaciones de servicios, pasé por algunas plazas y converse con algunas niñeras para saber quién podría necesitar una, varias veces durante la mañana he visto el mismo coche negro de ayer, siento que alguien me observa, siento algo de miedo en esta ciudad desconocida, me dirijo al lugar donde estoy quedando y descanso un poco, en la tarde continuaré. Así transcurrieron los días y pasaron dos semanas y yo seguía sin conseguir que hacer.

Tengo poco dinero pero tengo hambre, no he conseguido nada, paso frente a una cafetería y el aroma que sale de allí no me deja avanzar, observó desde afuera se ve como un lugar un poco caro, sólo hay hombres vestidos de traje seguro vienen de alguna oficina, el coche negro está estacionado a menos de una cuadra, ingreso en el lugar y veo como algunas personas me observan, debe ser por como estoy vestida, pero traigo dinero para pagar y mi dinero vale lo mismo que el de ellos, hay un joven que no me quita los ojos de encima comienzo a sentirme incómoda.

Pedí un café y unas galletas para acompañar, mientras consumía esto, le pregunté a la chica si no necesitaban personal pero me dijo que ya están completos, comenzaba a sentir como la garganta se me cerraba y las lágrimas comenzaban a recorrer mi rostro, aquel muchacho de traje que se encontraba en el lugar con su laptop me seguía observando, sentí algo de vergüenza, se levantó y paso por mi lado y me dejó un pañuelo sobre la mesa, ese joven tiene un rostro tan familiar, pero de dónde podría conocerlo.

Pude observar que el muchacho hablaba con la joven que atendía: y me observaban, me sentí bastante fuera de lugar, solo baje la cabeza, hice como si nada pasaba. Luego de consumir lo que pedí me dirigí afuera y ya no sabía que más hacer cómo y por dónde continuar, me senté fuera del local tratando de recobrar las fuerzas, el joven salió del lugar y me miró fijamente, esos ojos verdes, ese rostro ¿porqué me resulta tan familiar? lo observo mientras se aleja y se sube al coche negro que estuve viendo, me pongo de pie para retirarme y se me acerca la chica que me atendió.

_Espera, tenemos un lugar que puedes ocupar, una de las chicas aviso que está enferma, ¿puedes empezar mañana? si no tienes donde quedar atrás hay una habitación dónde puedes quedar.

_ Por Dios que emoción que sentí, salte de la emoción y abracé a la chica que sólo me sonrió, voltee la mirada y pude ver que el muchacho estaba observando todo desde su coche.

_Ven mañana temprano te explicaré lo que debes saber_

En el regreso al lugar donde estoy quedando sentía que caminaba sobre las nubes, por fin encontré algo, el dinero ya se me está acabando y necesito trabajar. En el camino me detuve para llamar a Celeste y ponerla al tanto de mi nuevo trabajo, me informa que me siguen buscando, mi familia declaró quiebra y los acreedores se están reuniendo en la empresa para tratar de obtener respuestas.

Apenas pude pegar ojo esta noche pensando en mi nuevo trabajo y en aquel muchacho, he visto tantas veces ese coche en mis recorridos pero quién será, me levanté temprano y tomé un jugo, siento el estómago revuelto de los nervios, llegó al lugar y la chica me recibe amablemente, fui al lugar con mi bolso de mano y mis pocas pertenecía, si pueden ofrecerme un lugar dónde estar no voy a desaprovechar. Ella me mostró como preparar algunos cafés, los más pedidos, cómo tomar una orden y luego salimos afuera y me señaló a una cuadra se encuentra la empresa que es dirigida por los arquitectos Lubo, son padre he hijo y son los propietarios de la cafetería, el joven Lubo suele venir por su desayuno, cuando no lo hace pide que se lo alcancemos, ese será tu trabajo. Asentí ya que comprendí todo lo que me explicó, hoy vino mucha gente logré atenderlos sin inconvenientes pero me cansé tanto, el joven de ojos verdes volvió a venir hoy, me siento extraña cuando veo como me observa, apenas cobre me compraré ropa a ver si así dejan de observarme. Me adapte rápido a este nuevo trabajo, lo hago más rápido que al principio he cobrado y además recibo bastante propina por lo que fui a comprar algo de ropa y comida. He vuelto a ver ese coche ¿qué está ocurriendo? ya hace un mes que estoy en este trabajo, realmente me siento perseguida por ese muchacho, no me da miedo, pero no me dirige la palabra y a veces siento que me sigue por toda la ciudad. Hoy no trabajaré, me siento muy descompuesta, quizás alguna comida me cayó mal.

Me tomé el día para hacer algunas compras, recorrí todo el lugar observando productos y comparando precios, cuando pase por la góndola de las toallitas femeninas me detuve y todo el color se fue de mi cuerpo quede helada, sentía que me costaba respirar, hace mes y medio que estoy en esta ciudad y no he necesitado de ellas, no puede ser lo que estoy pensando.