Amor Después Del Amor

El viernes después de un par de días ajetreado, pues Don Rubén y su esposa salieron de viaje y me dejaron sola con la responsabilidad de la empresa, puesto que Arturo aún no conocía todo el manejo, me disponía a irme a descansar, pues al otro día tenía que ir a ver a mis padres.

Cuando me iba a despedir, Arturo me detuvo y me invitó a cenar, te debo una copa de vino, me comentó, y la verdad es que la necesitaba, quería relajarme para dormir sin pensar en lo que me esperaba con mi familia. Así que acepté, yo creí que cenaríamos pizza, ya que pareciera era la comida favorita de mi nuevo jefe, pero no, ahora fuimos a un lugar de cortes, con buen ambiente, donde se podía cenar, tomar unos tragos y hasta bailar, cenamos carne con ensalada y tomamos unos deliciosos cócteles, la música estaba muy animada y durante la cena tarareamos algunas canciones y nos movía mis a su ritmo, al terminar me sacó a bailar, yo no quería hacerlo, ya que antes no lo hacía porque a Josué no le gustaba, pero no aceptó un no por respuesta, así que prácticamente me arrastró a la pista y ya con el alcohol presente en mi sistema, me deje llevar por el ritmo y me permití disfrutar el momento, cuando le dije que me quería ir, me dijo que faltaba el postre, y me besó.

Fue un beso tierno y lleno de dulzura, realmente me gustó. Lo miré y me dijo que en verdad le gustaba mucho y que quería todo conmigo, yo no puedo, en este momento no. Le dije, y me preguntó si regresaría con mi ex, yo negué con la cabeza, y entonces me pregunto que si era por lo que pensaran de mí, creo que sí, respondí, bueno, por el momento no le diré mis a nadie, y volvió a unir sus labios con los míos, correspondí a su beso, que ahora era más apasionado y demandante, tenemos que salir de aquí, me dijo apurado, pago y nos fuimos, en el camino me preguntó si quería pasar la noche con él, sin pensar respondí que sí, llevaba muchísimo tiempo sin sentirme deseada, así que me llevó a un hotel.

Entre esas cuatro paredes nos entregamos al deseo, nuestros cuerpos se unieron perfecto, parecía que ya nos conocíamos todo, no hubo pudor ni pena, solo nuestras manos recorriendo la piel del otro como si en otra vida ya hubiéramos estado juntos y al reconocernos no quisiéramos volver a separarnos, llegamos al clímax gritando nuestros nombres, con las, manos entrelazadas y temblando. No sé cuantas veces repetimos, pero al final nos quedamos dormidos desnudos y abrazados.

Despertamos y no dejaba de decirme lo hermosa que le parecía, mientras nos acurrucábamos un poco más, volvió a hacerme suya, y yo sentí que nunca en mi matrimonio había disfrutado tanto como en este momento, cada lugar que tocaba se prendía, excitándome hasta el borde de la locura, pro sus caricias eran a la vez tiernas y sensuales.

Nos duchamos juntos, creando una conexión íntima, salimos a desayunar y me despedí, me vas a abandonar, pregunto haciendo un puchero, si, tengo que ir a ver a mis padres, respondí. Bueno te doy el día libre, pero en la, noche no te escapas, cenamos juntos. Sonreí porque sabía a que se refería con la cena, pero acepté.

Llegue al departamento y me arreglé para la temida visita,

Ya me esperaban, cuando llegue y salude me invitaron a pasar al comedor, hacía mucho que no estaba en esta casa, el tiempo parecía haberse detenido aquí, todo estaba justo como lo recordaba, los cojines de la sala en el mismo orden, los adornos de la chimenea en el mismo sitio, hasta el aroma de café recién hecho en la cocina, mezclado con limpiador de lavanda, mi hermano no estaba, como siempre se había ido con sus amigos, así que nos sentamos y mientras comíamos esos deliciosos platillos qué mi madre siempre preparaba, les conté que ya me había divorciado de Josué, preguntaron por qué y desde cuando, así que me extendí en detalles, contando cada cosa tal y como había pasado. Como era de esperarse me llenaron de reproches, que si no les dije de inmediato, si no volví a casa, si no les tuve confianza, si nunca los escucho, etc.

Mi papá me ordenó que volviera a vivir con ellos, yo me negué argumentando qué ya tenía una vida hecha en otro lugar, pero el decía que una mujer no debe vivir sola, estaba mal visto. Pero me mantuve firme, así que muy enojado se levantó de la mesa y me sentenció que cuando lo pensara bien y regresará, volveríamos a hablar. Mi mamá lloró, pero me recrimino por hacer enfadar a mi padre, así que me despedí y salí diciendo que después hablábamos.

De camino recibí varios mensajes de mis amigas, preguntando como me había ido, ya que les había comentado que vendría, no respondí, por venir manejando, pero en cuanto llegue al departamento lo hice y les conté lo que había pasado, te calma, me escribió Valentina, ya lo entenderán cuando se les pase la sorpresa. Eso espero respondí en el chat que tengo con las dos, y Citlalli me dijo que la reacción que tuvieron era la esperada, que les diera tiempo, ellos solo querían lo mejor para mi, claro desde su punto de vista, no es que te quieran controlar, es que no quieren que pases por esto tu sola, y no tienen otra forma de demostrar su interés por el momento, yo se que te aman y eres importante para ellos, pero tienes que hacerlos entender poco a poco, si te ven bien, irán bajando la guardia, solo no te alejes mucho ni te cierres a hablar con ellos. Mi querida amiga, siempre ha sido la voz de la razón para nosotras, tan centrada y tan propia. Seguiré tu consejo, respondí, pero no creo que sea tan fácil.