Cupido, el dios del amor, un ser noble, confiado y con un corazón puro; se verá envuelto en los encantos de una joven y hermosa hechicera, quien logrará con sus intrigas y mentiras separarlo de sus amigos y de su único amor, con tal de salvar su vida y pertenecer al Olimpo. A Centella no le importa utilizar al joven dios con tal de conseguir su propósito; pero su poder … ¿será lo suficientemente fuerte para engañarlo por siempre? o el dios... ¿recapacitara con el tiempo y recuperara su vida y a su verdadero amor?
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Capítulo N°6
Cupido está recostado en su lecho, con los ojos cerrados, envuelto en un sueño profundo y difícil de interrumpir, aún se encuentra inconsciente, cuando ingresa Venus sosteniendo con fuerzas su bolso de cuero. Ella se acerca lentamente a la cama con temor de presenciar lo peor; sin embargo toma aire y con valor apresura sus pasos. Al estar frente a él, un suspiro de alivio sale de entre sus labios al ver que aún respira; entonces lo mira por un momento y contempla su hermoso pero pálido rostro.
⎯ Aldo ¿Cupido no ha despertado desde que lo trajeron?⎯ le pregunta a Aldo que permanece a su lado.
⎯ No mi señora, desde que lo encontramos solo duerme.
⎯ Muy bien, ayúdame a darlo vuelta. Necesito ver su herida y limpiar todo con urgencia.
Aldo obedece, gira a su amo y lo deja boca abajo, mientras Venus busca una navaja, algunas botellas y un par de telas blancas que guarda con mucho cuidado en un cofre de cobre para que no se ensucien.
⎯ Necesito licor, algo con mucho alcohol, trae lo que sea que tengas en la bodega.
⎯ ¿Algo más?
⎯ No, eso es todo.
Aldo sale del cuarto y ella comienza a revisar la herida, su cabello está adherido a su piel por culpa de la sangre que se ha secado impidiendo que vea bien el corte, necesita despejar la zona. Ella mira para todos lados hasta que encuentra un recipiente y una jarra con agua, se levanta y coloca el líquido en la vasija y vuelve a la cama. En uno de sus envoltorios tiene jabón neutro, así que moja con delicadeza la cabeza de Cupido y frota el jabón hasta que se forma una buena cantidad de espuma, lentamente con la navaja lo rasura. Una vez que termina, limpia con un trapo el resto del jabón y tiene toda la zona despejada, después limpia minuciosamente su navaja y la deja sobre la mesa con cada uno de los utensilios que utilizó.
⎯ Perdón, sé que tu cabello es muy importante.⎯ acaricia su espalda y suspira.⎯ No te enojes por favor.⎯ le murmura suavemente.
Él sigue sin responder ni da señales de recuperarse, al fin Venus puede observar que el corte es profundo y un trozo de piedra está incrustado debajo de su piel, con cuidado, agarra su navaja que ahora luce radiante y lentamente la introduce en la herida para sacar la pequeña porción de roca. La sangre comienza a brotar nuevamente y ella presiona una de sus telas en el nuevo corte. En ese momento Aldo entra con una botella de licor y se la entrega.
⎯ Señorita, este es el licor más fuerte que pude encontrar.
⎯ Gracias.⎯ ella toma la botella y vierte un poco del contenido en la herida para así controlar la hemorragia. Luego toma una aguja e hilo y satura la herida.
⎯ ¡Listo!⎯ dice una vez finalizada la tarea.⎯ Ahora es mejor que descanse en está posición, no debemos moverlo por ningún motivo hasta que despierte por sí solo. Es necesario que cicatrice bien la herida y no se infecte. Mañana por la mañana lo revisaré de nuevo.
⎯ Gracias señorita.
⎯ De nada Aldo.⎯ ella recoge sus cosas y escucha como Cupido en sueños murmura algo, habla con dificultad y no se logra entender; pero es una buena señal y ella no puede evitar sonreír, entonces mira al sirviente y le ordena.⎯ Preparen una habitación, pasaré la noche en el palacio.
⎯ Cómo ordene.
Durante la noche, Venus no podía dormir. Se sentía extraña en esa casa, algo la perturbaba, pero no sabía que podía ser pero de lo que sí estaba segura es que su corazón le decía a gritos que vaya al cuarto de Cupido. Con premura se levanta de su lecho, toma uno de los candelabros con varias velas encendidas que se encontraban sobre una mesa y con firmeza abre la puerta de su cuarto y camina hasta los aposentos del amo de casa. Al entrar la luz de la luna iluminaba todo el lugar y destellos dorados danzaban en sus cabellos, su rostro se veía hermoso, estaba relajado y sus mejillas ya tenían un poco más de color. Al parecer durante la noche, él cambió su posición para dormir y ahora estaba más cómodo. Venus se aproxima y a medida que lo ilumina con las velas y su corazón palpita cada vez más fuerte, alertando a la diosa que algo anda mal, lo presiente. Al llegar a su lado, ve que en su camisola blanca se asoma una mancha de sangre fresca.
⎯ ¿Qué es eso? ⎯ murmura y deposita el candelabro a una distancia para poder revisar el cuerpo de Cupido.
Ella con manos temblorosas desata lentamente el cordón que posee su camisola y la abre para dejar a la vista una herida profunda, que brilla intensamente y a medida que se acerca puede verificar que está realizada sobre su corazón y de la cual brotan gotas de sangres. Sin pensarlo sale corriendo del cuarto y llama a Aldo. El mayordomo llega a su lado sosteniendo una vela y con su pecho agitado.
⎯ Señorita, ¿qué sucede?
⎯ Aldo, necesito saber quien hirió a Cupido en el corazón.
⎯ Señora ¿no sé de qué habla?
⎯ Ven y mira su pecho.
⎯ ¡Ohhh!⎯ lleva su manos a la boca en señal de sorpresa.⎯ Señorita le juro que no lo sabía .
⎯ Te creo; pero esto no es una herida normal, debes pedir ayuda. Necesito que envíes a alguno de tus hombres por Dulcinea, la curandera del pueblo.
⎯ Señorita, ella es una hechicera ¿está usted segura de lo que pide?
⎯ Sí, he visto varias heridas, pero ninguna brilla. Esto es algo extraño.
⎯ Entiendo.
Aldo obedece y manda a unos de los sirvientes hasta el pueblo en busca de la hechicera y espera que llegue a tiempo.
Venus se recuesta en la cama con Cupido, lo abraza y por primera vez en mucho tiempo deja que sus lágrimas salgan sin control, no quiere perderlo, prefiere verlo enamorado de otra a que muera.
⎯ Deja de llorar, aún estoy aquí.⎯ le habla Cupido muy suavemente.
Ella se incorpora y lo mira a los ojos secando sus lágrimas y le pregunta
⎯ ¿Cómo te sientes?
⎯ Me duele la cabeza.⎯ él lleva una de sus manos a la nuca y abre grandes los ojos al sentir su cabello rasurado.⎯ ¡Mi cabello!
⎯ Lo siento, tuve que cortarlo, pero pronto crecerá. ¿Quieres agua o algo para comer? Debes reponer tus energías.
⎯ No gracias, estoy bien.
Él observa como la luz de la luna ilumina el rostro de Venus y resalta sus bellos ojos, aunque su mirada es triste y no tiene la misma chispa de siempre a él le transmite paz. Algo en él pide a gritos que la abrace, que la acaricie y bese sus labios. Es algo nuevo y está a punto de incorporarse para besarla pero se detiene porque recuerda que ya no es un hombre digno y baja la mirada. No tiene derecho a pensar siquiera en otra mujer. De repente la duda se apodera de él ¿si está enamorado de Centella por qué tiene ese deseo carnal por Venus? Los dioses son fieles y solo piensan en una mujer para compartir el resto de su vida. Esto no es normal.
Me deleite leyendo cada capítulo
Las 3 parejas están felizmente casados
y su amistad es más fuerte que nunca.
Gracias y que Dios la bendiga siempre 🙏