¿Cómo te sentirías si amaras a tu propio primo? La respuesta es ¿por qué no? Si tu primo es un hombre muy guapo y amable, aunque su carácter y actitud sean tan fríos como el Polo Norte.
Eso es lo que le pasó a Bayron Arbeto, un precioso omega de dieciocho años que quería mucho a Agam Mateo, su primo mayor.
Un alfa conocido por ser muy frío, rígido y nunca visto cerca de ningún omega. Pero lamentablemente Agam Mateo no siente lo mismo, el alfa siempre ha considerado a Bayron como su propio hermano pequeño. ¿Y cómo podría un hermano amar a su hermano?
-Amarte es un regalo para mí- Bayron Arbeto
-Ser amado por ti es un desastre para mí- Agam Mateo.
¿Cómo va la historia de amor de ambos? ¿Se producirá el matrimonio entre primos? Ven a seguir su linda y adorable historia de amor.
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Part. 18
Bayron miró el reloj en su muñeca con cara de molestia, pues llevaba veinte minutos sentado allí esperando que llegara Sky, pero hasta ese momento el hombre aún no había mostrado el puente de su nariz.
-Maldita sea, sabiendo esto no habría venido.
-Si no viene en cinco minutos, me iré- Bayron lamentó haber aceptado esa invitación con Sky, solo porque se sentía mal por haber salido del lugar.
Y después de esperar nuevamente durante cinco minutos, Bayron vio a un hombre guapo vestido con un traje azul marino caminando hacia su asiento.
-Perdón por llegar tarde- Sky inmediatamente se sentó frente a Leo.
-Llegas veinte minutos tarde y has hecho perder mi tiempo de descanso- Bayron derramó toda su frustración sobre Sky, no sólo molesto porque estaba esperando al hombre sino también molesto con Agam que no lo invitó a almorzar con él.
-Lo siento, la carretera estaba muy congestionada y...
-¡No importa! Será mejor que pidamos la comida rápidamente- interrumpió Bayron que quería salir rápidamente del lugar.
-¿Por qué tienes tanta prisa?- Sky le sonrió a Bayron frente a él, realmente se sentía feliz de poder reencontrarse con El omega que le robó el corazón.
-Tengo que volver a...- Las siguientes palabras de Bayron quedaron atrapadas en su garganta cuando sus ojos vieron a un hombre y una mujer entrando al café.
-A... Cindy...- murmuró Bayron para sí mismo.
-¿Qué sucede contigo?- Preguntó Sky cuando vio la cara de sorpresa de Leo.
-No, estoy bien- Bayron continuó mirando a Agam y Cindy, quienes no se dieron cuenta de que él estaba allí.
-Está bien, entonces ordenemos la comida- Sky llamó al camarero y pidió comida para él y Leo, porque antes, cuando Sky le preguntó al chico qué quería comer, Leo le dejó la elección a él.
-Oh, sí, ahora puedes explicarlo. Por qué ayer cuando llamé a tu celular me respondió otra persona.
-Espero que no sea tu novio, porque me romperas el corazón si tienes pareja- murmuró Sky para sí mismo.
-Leo, ¿puedes oírme?- Preguntó Sky porque el chico frente a él simplemente estaba en silencio.
-Leo...- chasqueó los dedos.
-Uh, lo siento...- Bayron miró a Sky con una pequeña sorpresa.
-¿Qué estás mirando?- Sky miró hacia atrás y no vio nada allí, sólo unos pocos visitantes que estaban charlando.
-Em... antes vi a alguien que pensé que conocía, pero aparentemente no era así- Bayron se rascó la nuca, mientras apartaba la mirada de Agam y Cindy.
-Entonces no quieres llevarme a almorzar, porque ustedes dos quieren almorzar juntos- Bayron se sintió muy decepcionado al enterarse de ese hecho, especialmente por el hecho de que hasta ese momento no había podido hacer que Agam Mateo. lo amé.
-Oh sí, ¿qué preguntaste antes?- Bayron desvió deliberadamente la conversación.
-Le pregunté quién era el hombre que contestó su teléfono celular ayer.
-Oh, ese era mi primo- respondió Bayron brevemente.
-¿Tu primo? ¿Pero por qué dijo que era el número equivocado?- Sky todavía no estaba satisfecho con recibir esa respuesta.
-Mi primo siempre le dice el número equivocado a cada hombre que llama a mi teléfono celular- Bayron decía la verdad.
-Oh...- Sky asintió con la cabeza.
La conversación entre ambos se detuvo cuando el camarero llegó con la comida y la puso sobre la mesa.
Los dos disfrutaron de la comida, intercalada con una ligera conversación.
Mientras tanto, en otro asiento del café, Cindy, que esperaba la comida que había pedido, miraba a alguien que conocía.
-¿No es Bayron?- Cindy señaló la silla en la esquina derecha.
Agam miró hacia atrás y vio a su primo comiendo con un hombre, y al segundo siguiente rompió el contacto visual cuando sus miradas se encontraron.
-Saludémoslos- Cindy estaba a punto de levantarse de su asiento.
-¡No hay necesidad!- Agam dijo serío y fríamente.
Confundiendo a Cindy y no pudo evitar sentarse en su lugar, en su corazón Cindy se preguntó por qué Agam no quería saludar a Bayron. ¿No son los dos muy cercanos, hasta el punto de que la cercanía de Agam y Baby lo pone celoso?
Pero por alguna razón hoy su futuro marido se ve muy diferente y ni siquiera le importa el paradero de su primo.
