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Mi Falso Prometido.

Mi Falso Prometido.

Status: Terminada
Genre:Completas / Amor-odio / Romance de oficina / La mimada del jefe
Popularitas:763.2k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Leóylu

Nerea, luego de terminar con una relación por más de diez años, se ve en la obligación de buscar otro prometido antes de que su familia se entere que ya no se va a casar.

NovelToon tiene autorización de Leóylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 17

Nuestras prendas estaban esparcidas por toda la sala, Dylan ni bien entramos me apoyo contra la pared y allí empezó a desvestirme. Al quedar solo en ropa interior se alejó para observarme mientras se desabotonaba su camisa. No voy a negar que su mirada de depredador lograba ponerme muy nerviosa, pero al ver como pronto volvió a pegarse a mí con su torso desnudo, me subí encima de él nuevamente y deje que me cargará hasta la sala y allí me deposito suavemente en el sillón.

Sus labios demoraban los míos con insistencia, pronto sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo y al sentir como con la punta de sus dedos comenzó a acariciar mi zona más sensible, no pude evitar interrumpir su beso para luego dejar salir un gran suspiro. Cerré mis ojos al sentir, como ese simple acto estaba logrando encender todo mi cuerpo y pronto su voz gruesa y profunda se escuchó.

— Dime... ¿Te gusta?

— Sí... no pares.

Abrí mis ojos y al ver como él me miraba. Baje mi mano a su entre pierna y apretando su hombría por encima de su pantalón lo escuché gruñir. Pronto pude sentir como los espasmos hacían temblar todo mi cuerpo y Dylan sin perder más tiempo se levantó de encima de mí para sacarse lo que aún le quedaba de ropa.

Su cuerpo era el de un dios griego, sus músculos estaban por todo su cuerpo, al tenerlo frente a mí completa desnudo, no pude evitar recorrer cada parte de él con mi mirada y levantándome del sillón, con mis manos comencé a tocarlo en silencio. Me acerqué más a su cuello y fui lamiendo suavemente, mientras bajaba por su pecho. Pronto llegué a su abdomen y levantando mi mirada vi como sus ojos estaban puestos en mí, Dylan estaba atento a cada movimiento que hacía. Tome si hombría en mis manos y masajeándola y sin perder contacto visual la metí en mi boca.

Dylan estaba excitado sus músculos estaban contraídos y al sentir el interior de mi boca pude escucharlo gruñir. Pronto sus manos bajaron a mi cabello e indicándome el ritmo comenzó a darme estocadas profundas.

Pronto la poca cordura que tenía se perdió y levantándome del piso, me coloco frente al sillón, y abrazándome por la espalda ingreso en mi interior.

De mi boca solo salían sonidos obscenos, el choque de nuestros cuerpos y sus gruñidos hacían eco por toda la sala.

Pronto sus manos se apoderaron de mis pechos y mientras las apretaba sus labios volvieron a besar mi cuello.

Estaba perdida, ese hombre era una bestia. No sabía como iba a terminar todo aquello, pero estaba completamente segura que nunca hacía sentido esta conexión. Sabía donde y como tocarme para hacerme perder la paciencia. Al ver que él era quien estaba llevando el ritmo de todo esto. Me aleje y cambiando de lugar lo arroje al sillón y me subí encima de él. Dylan sonrió por este acto, pero pronto su sonrisa desapareció, mordió sus labios al sentir como me movía encina de él. Tome su mano la lleve a mi boca y humedeciendo su dedo pulgar, lo lleve hasta mi zona más sensible nuevamente.

Mis ojos se cerraron y tiré mi cabeza hacia atrás al sentir la inmensa ola de placer. Pronto mis espasmos volvieron aparecer y Dylan atrayéndome a su cuerpo se aferró a mi cintura y dándome estocadas más profundas ambos llegamos al clímax.

Caí en su pecho rendida y con mi respiración agitada, al sentir como los latidos del corazón de Dylan también estaban acelerados dije.

– Vaya... eso estuvo intenso.

Dylan asintió y su mirada fue algo extraña, pero luego agregó.

– Lo siento... pero no sé, no pensé y... no nos cuidamos.

Miré su rostro y fue entonces cuando también recordé ese pequeño detalle. Tome asiento y separándome del el dije.

— Mañana compraré la píldora, tranquilo.

Al ver el silencio incómodo que se empezó a formar, empecé a caminar por la sala y tomando mis cosas vi como me miró y pronto pregunto.

— ¿Qué haces?

— Iré a bañarme, ya es tarde.

Vi como dudo por un instante en que decir, pero solo se quedó mirando desde el sillón y mientras me vestía tome el resto de mis cosas me acerqué a él y besando sus labios por última vez dije.

— Estuvo divertido, te veo mañana.

Dylan no dijo nada más, pero sus labios parecían no querer despegarse de los míos. Sin más me marche y cruzando el pasillo abrí la puerta de mi departamento e ingrese. Era la primera vez que hacía algo como eso, nunca había estado con alguien que apenas conocía, y mucho menos sin protección. No solo él había perdido la cabeza en ese momento, yo tampoco me di cuenta de ese gran detalle. Sin pensar más en ello, me dirigí al baño y luego de ducharme me acosté en mi cama para así descansar. Al día siguiente teníamos trabajo y no me podía desvelar.

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Aleyda
Excelente sin lugar a dudas
Aleyda
Definitivamente es hasta gracioso ver cómo nos lamentamos por unos infelices que no valen la pena, cuando en cualquier esquina hay algo mejor esperando por ti
Aleyda
Esos detalles que antes eran comunes, pero que ahora casi no se ven, porque algunos hombres creen que los hace parecer débiles y algunas mujeres sienten que las minimiza.
Aleyda
De lo que te salvaste Nerea, de lo que te salvaste🥺🥺🥺
Aleyda
Aún no conozco a la primera persona que se tome con tanta calma una noticia de este tamaño. Algunas llorarán desconsoladas, otras repartirán trompadas al mal nacido o cachetadas a la rival de turno. Y luego estamos las que, con el orgullo intacto, preferimos salir corriendo como vil cobardes, tragándonos las lágrimas y jurando no darle el gusto al infeliz de vernos caer.
Aleyda
Qué sabia resultó Nerea, y tiene toda la razón: nadie es dueño de nada ni de nadie. Los apegos solo nos atan y son la receta perfecta para la infelicidad.
Aleyda
Son pocas las relaciones que, a pesar de los conflictos, deciden elegirse una y otra vez. La mayoría termina cediendo ante los golpes de la vida y los desafíos que se presentan, porque, seamos sinceros, seguir adelante no siempre es fácil. Además, hoy en día se nos vende la idea de que no vale la pena aguantar demasiado por alguien que, en el fondo, apenas conoces.
Ni hablar de los tiempos que corren, donde el compromiso parece ser cada vez más efímero y las relaciones se desmoronan al primer obstáculo. Pero al final del día, las parejas que logran superar juntos las tormentas son las que realmente descubren el verdadero significado del amor y la lealtad.
Aleyda
Duele, sí, pero al menos fue sincero. Peor habría sido que la dejara plantada en el altar o que llevara una doble vida. Al final, todas sabemos que si una relación no se define con el tiempo, lo mejor es cada uno por separado, a no ser que te sientas cómoda así.
Es más las estadísticas respaldan, que después de tres años si no hay al menos compromiso ya te quedarás como la novia eterna
Andrea Osorio Mata
Excelente
Lesly Argumelo
hermosa historia
Vicky Aguirre
Excelente
Vicky Aguirre
Hayyy, ese hombre esta tragado de ella. o me equivoco?
Vicky Aguirre
Muchacha, estás más salada que bolita de moco
IRLEN TROMPIZ
Excelente
Edith Jimenez
Buenísimo gracias por dejar leer tu historia 😃😊😃😊
Edith Jimenez
.uy bella tu historia en dónde prevaleció el amor 😍😍😍😍 AMOR ❤️😍❤️😍❤️😍❤️
Maribel Medina
muy buena historia 👍 escritora me gusto mucho de principio a fin
Edith Jimenez
el estaba enamorado de ella
Edith Jimenez
pobre Dilan está 😱😱😱😱
Mónica Oliva
Excelente
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