SIN SALIDA.

Pega su boca a mi oído y entre susurros me da una clara advertencia.

_ Sabes Rebeca eres Irresistible para mí. Te quiero devorar completa y que grites mi nombre entre dulces jadeos llenos de pasión.

Dice tales palabras mientras refriega su erección en mi trasero.

_ Pero te prometí que si te portabas bien no te tomaría. Aunque sé que en algún momento fallarás y es por eso que disfruto jugar contigo.

_ No sucederá señor. Aunque tenga que convertirme en la perfección en carne propia.

_ Aí lo harás porque eres humana y como tal eres imperfecta Y ese día será el mejor de mi vida.

Se marcha así sin más. Sabe que me llena de temor con sus palabras. Él desea verme fracasar y con esto solo se asegura de qué falle.

Otra vez comienzo a llorar asustada por lo que me pueda suceder en sus manos.

No quiero entregarme a él, no quiero que sea el primer hombre en conocer mi cuerpo.

¿Que voy a hacer ahora que ya está completamente decidido en hacerme su mujer?

Luego de lo sucedido durante la cena Daniel me informa que se irá por unos días a atender un negocio.

Para la sorpresa de todos me pide seguir asistiendo al bar para mantener su puesto limpio e impedir que alguien ingrese en su ausencia.

Son las mejores noticias que me pudo dar. Podré hablar con Connor con tranquilidad y planear mi escape.

Es inevitable cómo me he acostumbrado a él en este poco tiempo.

Lo único que quiero es poder ver esos hermosos ojos que me dan la seguridad de que algún día podré volver junto a mi familia.

No puedo ocultar mi alegría y en mis labios se dibuja una sonrisa natural.

Acomodo todo su equipaje y se lo llevo hasta el auto. Donde está con otro hombre hablando.

Daniel se marcha esa noche dándome una tranquilidad que jamás creí que llegaría y mi suerte solo mejora al ver a Connor esa misma noche.

Corro a su encuentro de inmediato y lo abrazo con fuerza. Ni yo sé por qué lo hice y cuando me di cuenta me alejé apresuradamente.

Este se nota confundido ya que solo interactuamos con palabras y es la primera vez que somos tan íntimos.

_ Lo siento tanto yo no sé ...

Él me lleva su pecho dejándome escuchar su dulce latidos de corazón.

_ No sabes lo feliz que me haces en este momento Rebeca. Siempre quise abrazarte fuerte, pero no me atrevía por miedo a incomodarte.

_ Nada de eso. Tú eres mi único apoyo aquí.

_ ¿Estás bien?

_ Lo estoy en este preciso momento. Este abrazo era lo único que necesitaba.

Esa noche hablamos de cosas relevantes. Parece que le están pisando los talones a ese sujeto que yo creo que es Adrián.

Pero este siempre se escapa en el último momento.

De la mujer no hay nada, pero sin duda ella es mucho más peligrosa que ese bastardo.

Aunque Connor insiste qué es la oportunidad perfecta para oír aprovechando la ausencia de Daniel, la verdad estoy fuertemente vigilada.

Un tipo de su confianza no me quita los ojos de encima. Solo soy libre en el sanitario porque no hay ventanas por las cuales pueda salir.

Le pido que la próxima vez me traiga algo con lo que pueda disfrazarme.

Aunque sé que es arriesgado.

Ya que en este lugar las mujeres no salen, pero si me visto de hombre puede que tenga la oportunidad.

No voy a mentir estoy muerta de miedo.

Si me atrapan intentado huir solo significa que estaría a merced de Daniel.

Pero la sola idea de poder ser libre y volver junto a Émed me da la fuerza necesaria para intentarlo.

Esa madrugada antes de ser llevada a la mansión el hombre que me vigila me arrincona y dice que ya sabe lo que estoy intentando.

Sus palabras me dejan fría.

_ Escúchame bien estúpida. Ni se te ocurra o tu cabeza rodará y la de ese idiota también.

El jefe no perdona la traición.

Qué ingenua fui. No solo me puse en peligro sino que también lo he puesto a Connor.

¿Ahora qué haré? No quiero que lo lastimen.

Buenas tardes mis queridas lectoras. ¿Que les está pareciendo la novela? Dejenme saberlo en los comentarios ya que siempre las leo. Saludos y bendiciones.