Después de sufrir una traición, Sofía va a un bar con la intención de ahogar sus penas. Allí encuentra a un hombre desagradable que usa métodos sucios para llevarse a una mujer a la cama, drogándola. Pero por suerte, y sin saber que en realidad la mujer que terminó en sus brazos está drogada, Henrique Guzmán, un CEO respetado por todos, termina pasando una noche de amor con ella. Pero como no todo en la vida es color de rosa, Sofía despierta al día siguiente sin recordar mucho de la noche anterior, y se va. Un año y tres meses después, él la encuentra. Y con el paso del tiempo, Henrique descubrirá que aquella noche abrumadora, resultó en una hermosa niña.
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Capítulo 6
Henrique
Salgo del baño, ansioso por ver a hermosa mujer que dormía en mi cama. Ansiando que se despertara y me dijera su nombre. Y que ella quisiera quedarse conmigo una vez más. Y muchas veces más.
Porque en solo una noche, esta mujer me volvió loco de una manera que nunca imaginé quedar por ninguna mujer antes en mi vida.
Pero para mi sorpresa, la cama estaba vacía. Su ropa que había dejado encima de la silla ya no estaba allí.
Comencé a buscarla dentro de la habitación, luego en la sala de estar. Pero ella tampoco estaba allí.
A pesar de estar solo envuelto en una toalla, corrí hacia la puerta. La abrí y miré a través del largo pasillo. Y para mi tristeza, ella no estaba allí.
Regresé a la habitación pensando mil y una cosas sobre esa mujer. Miré a mi alrededor. Todo estaba en su lugar. Mi celular en la mesa, cerca de la cama, estaba apagado. Probablemente se descargó.
Ignoré mi celular por un tiempo. Tomé el teléfono junto a la cama y llamé a recepción.
- ¿En qué puedo ayudarle\, señor Henrique?
La recepcionista habló al otro lado de la línea. Con una voz insinuante, como si quisiera estar en mi cama. Ignoro eso y pregunto.
- ¿Una mujer\, de cabello largo. De estatura media\, piel clara. Lleva puestos pantalones vaqueros y una blusa blanca! ¿La has visto por aquí?
- Pasó una mujer con esas características hace un rato\, señor. Parecía estar huyendo de algo. Parecía aterrada. Subió a un taxi justo aquí en la puerta del hotel. Y se fue.
Sentí una mezcla de extrañas emociones con lo que me dijo la recepcionista. Una tristeza que nunca antes había sentido invadió mi pecho.
¿Estaba huyendo? ¿Estaba aterrada? ¿Cómo es posible? Fue ella quien se lanzó sobre mí. Fue ella quien tomó la iniciativa, que me volvió loco por ella.
Y aún así. ¿Ella huyó? ¿Por qué razón...? ¿Ladrona?
No. Eso no... Todo está en su lugar aquí. Además, mi teléfono estaba junto a la cama. Mi billetera...
Cojo mi billetera, la reviso. Realmente, no tomó ni siquiera un billete. Entonces, en ese caso. ¿Por qué huyó?
Voy hacia mi celular. Recuerdo que tengo que llamar a Samuel. Conecto mi dispositivo al cargador, lo enciendo y luego busco una prenda de vestir.
Regreso al celular ya vestido con unos pantalones de chándal. Cojo mi celular y llamo a Samuel, quien contesta en el tercer timbre.
- ¿Qué pasa\, tío? ¿Dónde te metiste anoche? Cuando volví buscándote\, habías desaparecido.
- Pasaron tantas cosas ayer\, Samuel. Que no logro asimilarlas correctamente.
- ¡Vaya! Veo que hay una mujer en el asunto. ¿Qué pasó? ¿Por casualidad no fue como pensaste?
- ¡No! Fue incluso mejor.
- ¡Vaya! ¿La conozco?
- Lo peor es que ni yo la conozco.
- ¿Cómo es eso?
- Tío\, la mujer desapareció. Llamé a recepción y me dijeron que ella salió del hotel muy asustada.
Le cuento todo lo que sucedió a Samuel. Ni yo sé por qué lo conté, pero ya está. Lo peor de todo es que noté a Samuel extraño.
- ¿Asustada? Espera un momento. ¿No era la mujer con la que te dejé solo?
- ¡Exactamente! Tío\, la mujer se lanzó sobre mí. Me volvió loco. Y esta mañana simplemente desapareció sin siquiera decirme su nombre.
- ¿Estás en el hotel?
La voz de Samuel haciéndome esta pregunta sonó un tanto extraña. Como si algo malo estuviera sucediendo. Le respondo que sí y él me pide que no salga de ahí porque ya está de camino.
...
No voy a mentir, fue un gran shock descubrir que la mujer loca que estaba en mis brazos anoche. En realidad, estaba bajo el efecto de drogas. Y que, en realidad, aquel desgraciado sacado del bar anoche por los guardaespaldas fue el responsable de drogarla.
Ahora que lo sé todo, siento una mezcla de emociones que me corroen por dentro. Me siento mal por haber tenido relaciones con ella cuando en realidad no estaba en sus cabales. Me siento mal por amar cada momento. Cada roce suyo, las miradas que nos intercambiamos. Cada momento loco que tuvimos.
Ha pasado un año y tres meses desde lo sucedido. Y aún no puedo sacar a esa mujer de mi cabeza. Durante todo este tiempo, la busqué. Pero hasta ahora no la he encontrado.
Contraté detectives, y nada... ¿Debo rendirme? Lo haría si no fuera por este sentimiento de pérdida. Esta ausencia que siento cada vez que la recuerdo.
Tan distraído en mi oficina. Y solo me di cuenta de que no estaba solo cuando escuché la voz de Samuel frente a mí.
- ¿Qué estás todavía haciendo aquí? El inversionista está esperando. Tenemos poco tiempo para llegar a la empresa de Lui.
Así es. La empresa de Lui. A pesar de todas mis búsquedas por esa mujer, aún así, no puedo olvidar quién soy. Soy CEO de grandes empresas. Y estoy en camino de una gran asociación con el empresario Lui Gonzales.
Su empresa viene del extranjero y se está estableciendo aquí. Sin contar que él es un amigo de mucho tiempo.
