Esta Vez

El interrogatorio

Asher llega a su casa, intentando ocultar su sonrisa y la emoción que aún siente después de su encuentro con Kalet.

Su padre, el señor Jenkins, lo recibe en la entrada con una mirada severa. "Asher, ¿qué pasó?", pregunta, notando la ropa sucia de su hijo.

Asher se encoge de hombros. "Nada, papá. Solo estaba... inspeccionando las fincas", responde, intentando mantener su excusa.

Pero su padre se enfurece. "No me mientas, Asher. Puedo oler las feromonas de Omega en tu ropa. ¿Quién es?", pregunta, su voz dura y amenazante.

Asher se siente nervioso y asustado. Sabe que su padre no aprobará su relación con Kalet.

"No es nadie, papá", responde, intentando mantener su secreto.

Pero su padre se acerca a él, su rostro enojado. "No te atreves a mentirme, Asher. Soy tu padre y el líder de esta familia. Tienes que obedecerme", grita.

Asher se siente intimidado y temeroso. Sabe que su padre puede hacerle daño si no obtiene la verdad.

"Por favor, papá. No te preocupes por eso", responde, intentando calmarlo.

Pero su padre no se calma. "Te preocupes por eso", dice. "Si descubro que estás con un Omega, te aseguro que lo pagarás caro. Los Omegas son débiles y no son dignos de un Alfa como tú".

Asher se siente enfermo al escuchar las palabras de su padre. Sabe que debe proteger a Kalet a cualquiera.

La violencia paterna

Asher se enfrenta a su padre, intentando mantener su dignidad. "Papá, ya basta. No soy un niño y los Omegas no tienen nada de malo", dice con firmeza.

Su padre se ríe con sarcasmo. "Jajaja, vaya tienes agallas", dice, su voz llena de desprecio. "Ven y arrodíllate, te voy a enseñar a obedecer."

Asher se siente enfermo, pero obedece, sabiendo que resistirse empeoraría las cosas. Se arrodilla en el suelo, cerrando los ojos y preparándose para lo peor.

Su padre comienza a golpearlo en la espalda con fuerza, cada golpe duele más que el anterior. "No te permito que andes jugando con Omegas", grita. "Eso es debajo de tu dignidad como Alfa."

Asher se muerde los labios para no gritar de dolor. Sabe que su padre no entenderá nunca.

"Si quieres jugar con Omegas, hay varios en el club", dice su padre, su voz llena de desprecio. "Allí podrás satisfacer tus necesidades sin mancillar nuestra familia."

Asher se siente asqueado. Su padre no solo es cruel, sino que también es corrupto. El club es un lugar donde los Alfas van a explotar a los Omegas, y su padre lo sabe.

"Never", dice Asher, su voz firme. "Nunca iré a ese lugar."

Su padre se detiene, mirándolo con furia. "Te arrepentirás de desafiarme", dice. "Te aseguro que pagarás por tu desobediencia."

Asher se levanta, su espalda dolorida, pero su corazón más fuerte que nunca. Sabe que debe proteger a Kalet y a sí mismo de la crueldad de su padre.

El consuelo de una hermana

Asher sube a su habitación, cerrando la puerta detrás de él. Se siente agotado y dolorido después de la paliza de su padre.

De repente, escucha un suave golpe en la puerta. "Asher, ¿estás bien?", pregunta una voz suave.

Asher sonríe débilmente. "Entra, Caren", responde.

Su hermana Caren entra en la habitación, su rostro lleno de preocupación. "Asher, ¿qué pasó?", pregunta, viendo las marcas en su espalda.

Asher se encoge de hombros. "Nada, Caren. Solo una discusión con papá", responde, intentando minimizar el asunto.

Pero Caren no se cree la excusa. "Asher, no puedes seguir así", dice, su voz llena de emoción. "Papá no tiene derecho a hacerte daño."

Asher se siente abrumado por la empatía de su hermana. La abraza fuerte, sintiendo un consuelo momentáneo.

"Estoy bien, Caren", dice, intentando tranquilizarla. "No te preocupes por mí."

Caren lo abraza también, su voz suave. "Siempre me preocuparé por ti, Asher. Eres mi hermano."

Asher se siente agradecido por la conexión con su hermana. Sabe que puede confiar en ella, y que juntos pueden enfrentar cualquier cosa.

"Caren, tengo que contarte algo", dice, su voz baja. "Algo que papá no debe saber."

Caren se aparta un poco, su rostro curioso. "¿Qué es?", pregunta.

Asher duda por un momento, pero sabe que puede confiar en su hermana. "Conocí a alguien", dice. "Un Omega llamado Kalet."

Caren sonríe. "¿Y?", pregunta, intrigada.

Asher sonríe también. "Me gusta", dice. "Mucho."

Momentos de reflexión

Caren se acurruca con Asher en su cama, sonriendo. "Me alegra por ti, hermano", dice. "Te mereces ser feliz."

Asher sonríe también, sintiendo un alivio al haber compartido su secreto con su hermana. "Gracias, Caren. Significa mucho para mí."

Mientras tanto, en su casa, Kalet está sentado en el sofá, recordando lo que pasó con Asher. Su mente vuelve al beso que compartieron, y se siente sonrojar.

"Pensar que alguien como Asher podría amarme", se dice a sí mismo, sonriendo.

Kalet se siente emocionado y nervioso al mismo tiempo. Nunca antes había sentido algo así por alguien.

"Me gusta cómo me hace sentir", piensa. "Me gusta cómo me mira, cómo me toca."

Kalet se levanta del sofá y comienza a caminar por la habitación, sintiendo una energía contenida.

"Quiero más", se dice a sí mismo. "Quiero más de Asher, más de su amor."

En ese momento, Kalet se da cuenta de que está enamorado de Asher, y que está dispuesto a luchar por su relación, no importa lo que otros puedan pensar.

"Mañana", piensa. "Mañana volveré a verlo. Y esta vez, no dejaré que nada nos separe."

La noche parece más brillante y llena de esperanza para Kalet, sabiendo que tiene a alguien que lo ama y lo acepta por quién es.

La alegría compartida

Kalet escucha el sonido de la puerta principal y se levanta del sofá para recibir a su abuelo. Cuando ve su rostro familiar, no puede evitar sonreír.

"Hola, abuelo", dice, abrazándolo.

Su abuelo sonríe también, notando la alegría en el rostro de Kalet. "Hola, chico. ¿Qué te pasa? Pareces muy feliz."

Kalet se siente emocionado y nervioso al mismo tiempo. No puede evitar contarle a su abuelo lo que pasó con Asher.

"Abuelo, hoy pasó algo increíble", dice, llevándolo a sentarse en el sofá.

Su abuelo se sienta con interés, mirándolo con ojos curiosos. "¿Qué fue?", pregunta.

Kalet toma una respiración profunda y comienza a contar su historia. "Conocí a alguien, abuelo. Un Alfa llamado Asher... y resulta que es el mismo chico que curamos la otra vez estaba herido hace tiempo."

Su abuelo se sorprende y sonríe. "¿El mismo Asher que encontramos herido ?", pregunta.

Kalet asiente. "Sí, abuelo. Y... y nos besamos."

Su abuelo se ríe y lo abraza. "Es increíble. El destino tiene formas de reunir a las personas. Me alegra que hayas encontrado a alguien que te haga feliz.

Kalet se siente aliviado y emocionado al mismo tiempo. Saber que su abuelo aprueba a Asher significa mucho para él.

"Abuelo, estoy enamorado", dice, sonriendo.