Una joven cae bajo los encantos de un hombre misterioso que resulta ser un vampiro. Ana Fridman de 17 años, que ni en sus mas alocados sueños imagino enamorarse y menos de su profesor y sin olvidar que es un Vampiro, ahora sabra lo que se siente y debe aceptar luchar por ese amor al no ser aprobada por la familia de el apuesto, frio y arrogante Lord Kim Liam y por la sociedad de que una joven se enamore de su profesor.
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Capitulo 3
(*ANA)
Aunque tenga el apellido de mis tios que me adoptaron como parte de su familia. No me siento parte de ella. Veo como si fuera una espectadora lo que hacen, hablan. Solo una simple observadora de su vida familiar. Sigo cada regla, cada orden solo para no desencajar. En el colegio no pertenezco a ningun grupo, aqui también solo soy una espectadora de lo que hacen los demas, de sus planes de escape que no temen expresar ante mi al saber que no los delataría. Soy de pensar que cada uno sabe lo que hace, no me meto si no me afecta a mi en particular. Solo me limito a leer un libro, es el que me dio Mateo anoche. Suena el timbre de inicio de clases y de nuevo la monotonía.
-SEÑORITA FRIDMAN... PASE AL FRENTE Y TRANSCRIBA EN LA PIZARRA ESTO. Escucho por primera vez que me llama el profesor. Siempre pasan de mi, pero este me pide que escriba en el pizarron.
Me incorporo sin ganas y tomo el fibron en rojo, lo miro seria un segundo. Me pasa el libro indicándome que parrafo escribir y procedo. Tengo letra de doctor pero que mas da, me pidieron que escriba.
-PARECE JEROGLIFICO SU LETRA. Escucho que deci uno de mis compañeros y todos rien.
-SILENCIO. Pide el profesor. - PUEDE SENTARSE. Me dice al terminar de escribir.
Continua la clase y no puedo creer que el profesor entiende mi letra que la lee dando la idea de lo que enseñaba.
Toca el timbre de recreo y todos salen como sabuesos enloquecidos atras de una pelota.
Camino en dirección a la puerta y uno me empuja para salir primero que yo.
Me veia entre los bancos desparramada pero no se como el profesor me atajo en un movimiento rapido.
-¿Estas bien?. Me pregunta.
-Si. Le respondo apenada mas roja que un tomate, sin poder mirarlo.
-Ten este libro que habla de como es segun tu letra... Veras que no es tan malo que escribas asi. Me dice entregandomelo y se va.
El profesor sale y me encamino a la salida siendo increpada por la que se cree la mas linda del salon "Melisa Colín" una rubia alta de ojos claros, y su sequito de seguidoras las hermanas Nennis dos morenas de cabellos ondulados.
-MIRA MOSQUITA MUERTA... ALEJATE DEL PROFESOR DE HISTORIA... EL ES MIO. Exclama.
-¡Alejate Melisa de Ana!. Se escucha la voz fuerte de mi primo Pablo que viene junto a los mellizos, cruza a su lado chocandola y me llevan del brazo alejándome de ella.
-Esa perra tiene a los mas lindos comiendo de su mano. Se queja Melisa.
-Son sus hermanos. Le dijo una de las hermanas Nennis.
-Tiene suerte la perra... Ya la agarrare sola. Dice entre dientes.
-Debes alejarte de esa vibora. Le susurra Pablo a Ana.
-No hice nada. Le responde Ana.
-Algo habras hecho para que se fije en ti. Dice Pablo.
-Solo pase a escribir al pizarron... Y me dijo que me aleje del profesor. Exhalo pesadamente.
Ellos asintieron caminando conmigo hasta la casa como nunca.
Dejo mis cosas y me retiro a asearme antes de ver que hay para comer. Como siempre mis tios no estan, por lo que me ocupo de preparar la comida. Salgo haciendome una cola en el cabello, me pongo el delantal e inicio a picar las verduras para una salsa con fideo.
-Deja que pique esto. Me dice Claudio.
-Pondre la cacerola al fuego. Anuncia Francisco.
Entre los tres hacemos la salsa. Al rato aparece Pablo sin decir nada se ocupa de hacer el fideo porque él quiere un punto especial que llama aldente.
En silencio cada uno se sirve su plato y nos sentamos a la mesa a comer. Todo en orden como desde pequeños nos instruyeron. Mateo llega tarde, cansado por sus clases, se lava la mano y se nos une al servirse su plato. Por ser el último él se ocupa de limpiar lo poco que quedo. Asi dejando todo ordenado nos retiramos cada uno a su cuarto. A la hora que debo salir a limpiar la mansión que es habitada por el señor Kim dejo una nota pegada en la heladera avisando donde voy. Es como nos enseñaron a que siempre avisemos, es nuestra manera de cuidarnos y saber si nos pasa algo donde ir a buscarnos.
Llego a la mansion y es como si nadie estuviera. Antes de golpear se abre la puerta y aparece el señor Kim indicandome que pase.
-Tengo jaqueca... Asi que evita hacer ruido. Ordena serio.
-¿Dónde limpio?. Le pregunto.
-En la biblioteca... Ordena los libros... Fijate que esten ppr orden alfabético y separados por temas. Me explica retirándose.
Me dirijo hacia donde señalo y quedo con la mandibula caida, hay como diez cajas de libros. Por lo que me limito a limpiar los estantes antes de acomodarlos.
Al abrir una caja tiene libros de historia, abro otro son de poemas, otros de calculo y asi diferentes areas.
"Tiene su propia biblioteca", pienso.
Por suerte en cada caja solo hay de un area en particular, no estan entreverados o seria un suplicio.
Paso una hora y logre acomodar recien la mitad.
Siento una presencia y veo a Leo dejando una bandeja con un jugo y un sandwich. Asi como ingreso en silencio, se retiro de la misma forma.
Mientras acomodo escucho algo de musica para que no sea tan monótono, tengo los auriculares puestos.
Me giro a agarrar un libro para acomodar y veo al señor Kim mirandome serio en la entrada.
-Apaga eso... Te dije que me duele la cabeza. Me ordena señalando lo que escucho siendo que tengo los auriculares.
"Sera que tiene oido sensible", si no se escucha, pienso. Pero lo apago para no tener problemas.
Al ver la hora se habia pasado el tiempo, ya era de noche. Salgo a buscar al señor Kim y lo veo con un vaso en la mano en su despacho.
-Termine... Me puede acompañar... Oscureció. Le aviso.
El se gira mirandome extrañado.
-Me olvide que estabas. Dijo serio incorporándose.
"¿Cómo puede olvidarse?", pienso.
Toma su saco, se lo pone y me señala la puerta.
-Oh vaya... Esta es tu mascota. Aparece un gringo alto, parecido al señor kim pero mas joven, en la puerta de la nada junto a dos chicas.
-No es correcto que hables asi. Lo reta y me tiene del hombro alejandome del que llego.
-No se quedan a la fiesta. Pregunta pero el señor Kim no le responde solo me lleva con él como al trote. Me abre la puerta de su vehículo último modelo oscuro, haciendo que me siente y me coloca el cinturon.
Él se sube del lado del conductor poniendo en marcha, undiendo el pie en el acelerador.
No dice nada en todo el trayecto, hasta que llegamos a casa de mis tios.
-Mañana no voy a estar... Asi que no vengas. Me dice serio y me pasa un sobre.
-¿Y esto?. Le consulto, enseñando el sobre que me dió.
-Por estos dias que trabajaste. Me responde y solo lo guardo en mi mochila.
-No lo vas a contar. Pregunta, mirándome de costado.
-Confio que cumple lo acordado. Le respondo y desciendo del vehículo.
No se como hizo estaba a mi lado acompañandome hasta la entrada, no escuché que descendió de su vehículo.
-No hay nadie. Expresa y tiene razón esta todo muy callado, se ve que mis tios salieron, al igual que mis primos.
-Se ve que salieron. Le digo pensativa.
-Te acompaño hasta que lleguen. Me dice.
-No se preocupe... Me encerrare a completar mi tarea. Le respondo, no era la primera vez que me quedaba sola.
-Insisto. Dice ingresando conmigo.
-Como guste. Susurro, se ve que no acepta un no por respuesta. - Gusta tomar algo. Le pregunto.
-El jugo de naranja esta bien. Responde.
-Pero si no... Estaba por decir que no habia, pero al abrir la heladera ahi estaba preparado se ve que uno de los chicos lo hicieron.
-¿Cómo sabia que habia?. Le consulto.
-Suele ser lo que tienen. Responde serio y veo que mira el estante de libros.
Me encojo de hombros, dejandolo pasar y le sirvo el vaso de jugo.
Cuando me giro para dárselo esta a mi lado a centimetros.
-Se mueve sigiloso. Le observo y solo toma el vaso bebiendo el jugo sin sacarme los ojos de encima.
-¿En qué piensas?. Me pregunta.
-En nada. Le respondo.
-No tienes nada en que pensar. Me pregunta.
-En este momento no. Le respondo.
-Puedo conocer tu cuarto. Me pregunta.
-¿Para qué?. Le pregunto.
-Asi haces tu tarea. Responde y asiento al ver la hora, despues debo cenar y dormir cálculo.
Mientras me siento en mi escritorio a completar el cuestionario que nos dieron, él camina observando las fotos que tengo en la pared que forman parte de las ramas de un árbol dibujado en la misma, el tronco tiene un aspecto de haberse secado sin ninguna hoja, salvo donde esta mi foto ahi tiene hojas.
-¿Por qué el árbol no tiene hojas donde estan estas personas, pero si en la tuya?. Me pregunta.
-Murieron. Le respondo seria.
-¿Cómo?. Consulta y me incorporo a mirar, hace mucho no miraba esas fotos siendo que estan en la pared de mi cuarto.
-Estos son mis abuelos... Fallecieron de viejos... Estos son los hermanos de mi padre junto a sus padres, murieron en un accidente automovilístico rumbo a sus vacaciones, era la primera vez que se lo tomaban luego de veinte años de servicio. Mi padre fue el unico que sobrevivió... Luego mis padres que fueron asesinados... Los hermanos de mi abuela materna muertos en un incendio que ellos provocaron al estar jugando con petardos en la cama, una chispa y ya sabe lo que paso luego... Estos son mis tios y primos con quien vivo. Cuento al finalizar.
-Pero no tienen hoja. Observa.
-Su rama es verde... Por el otoño se despegaron las hojas... Si mira el suelo ahi vera las hojas. Le señalo.
De golpe escuchamos que ingresan mis tios discutiendo.
-¿QUÉ HACIAS CON ESA EN LA CAFETERIA?. Le reclama mi tia Rosa a mi tio Ricardo.
-ES SOLO UNA COMPAÑERA... ME PIDIO QUE LE DE INSTRUCCIONES PARA CONDUCIR... ESO ES TODO. Le responde mi tio.
-NO ME TOMES POR IDIOTA... TE VIERON CON ELLA HABLANDO MUY ACARAMELADO... PIENSAS TIRAR VEINTE AÑOS DE MATRIMONIO POR EL DRENAJE. Le grita.
-Salgamos por la ventana. Me señala el señor Kim al ver lo consternada que me puse. Tomo mi chamarra y mi mochila siguiéndolo.
-Siempre pelean asi. Me consulta.
-Delante nuestro no... Se dicen frases cortas directas y nada mas. Le respondo con la voz ahogada.
-Te gusta el helado. Me pregunta y asiento.
-Vamos por uno. Me dice y subo a su vehículo siendo que no acostumbro a hacerlo.
Llegamos a un centro comercial que tiene una sala de cine, ademas de un lugar de comidas.
-Tienes hambre. Me afirma y antes que niegue mi estomago gruñe.
Encargo un bife sellado nada mas para él y para mi una hamburguesa.
Al terminar de postre helado de crema.
-Te gustan las películas me consulta.
-No suelo mirar. Le respondo.
-¿No miras?. Pregunta asombrado.
-No me atraen. Le respondo.
-Los videos juegos. Me consulta.
-A veces... Un rato nada mas. Le digo.
-Y usted mira películas. Le pregunto.
-A veces... Me atraen las de vampiro. Dice.
-Me dan pena que los representen asi... Debe ser triste vivir tanto sin un amor verdadero... Y que debido a que todos digan que son unos monstruos ellos los crean...Siendo rechazados... Siendo que en este mundo hay suficiente espacio para todos. Podrían tener su propia isla y vivir en paz sin el perjuicio del hombre que es el ser mas cruel que podría existir. Le expreso.
-Es que temen porque chupan la sangre. Me dice mirandome serio.
-Los mosquitos y los murcielagos lo hacen. Y no son tan despreciados. Le respondo.
-Los consideran peligrosos. Me dice pensativo.
"Es agradable", pensé.