En el mundo de los negocios, el control y el poder no existe lugar para el amor, o al menos eso es lo que manifiesta Vladimir Chandoski. Sin embargo, al llegar a su cumpleaños número treinta se verá obligado a contraer matrimonio con una de las hermanas Bonfatti y así conservar su imperio y preservar el legado familiar con la llegada de un heredero. Él no tiene el menor interés en conocer a sus candidatas y le da lo mismo contraer matrimonio con cualquiera de ellas, por eso decide hacer un sorteo, pero grande es su sorpresa cuando conoce a su futura esposa y descubre que no es nada más ni nada menos que la dueña de sus desvelos. Una hermosa mujer con un gran secreto que lo cambiará todo.
NovelToon tiene autorización de Lola Lu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo N°5
Vladimir sintió que con cada paso que ella daba alejándose de él, su oportunidad de conocerla se desvanecía al igual que sus mínimas esperanzas que había albergado durante un momento de entablar cualquier tipo de relación.
Esa mujer era especial y ahora entendía el porqué, ella era un ángel en este mundo que se cruzó en su camino cuando más lo necesitaba y seguramente sería obra de su madre.
Habían transcurrido unos días desde que Vladimir conoció a su preciosa extraña, la mujer que le desvelaba el sueño y que con solo pensar en sus ojos grises se sentía en paz y su corazón se tranquilizaba.
Parado frente al ventanal de su oficina se reía de sí mismo mientras miraba su propio reflejo en el cristal, aún no salía de su asombro y no podía creer que tuviera tan mala suerte. Después de años de qué no le interesaba ninguna mujer, apareció ella como una brisa dominical, cálida y deliciosa para poner su mundo de cabezas, sin embargo sus destinos eran estar separados:
Él debía casarse con una mujer, engreída, caprichosa, materialista que solo le importaba los lujos y los placeres de la vida terrenal.
Ella debía entregarse de cuerpo y alma a Dios, renunciando al mundo tal cual lo conocemos para vivir en una eterna unión con un ser superior, un oponente muy difícil de superar.
Por instinto buscó en su cuello la cruz que conservaba como al objeto más valioso que poseía y lo apretó con fuerza, hasta que sintió un dolor extremo en su mano y susurró en una súplica desesperada.
— Ayúdame a elegir a la mujer indicada y a hacer lo correcto. Por favor dame una señal que aclare mi mente.
Sus ruegos fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta, así que soltando la cruz, miró su mano izquierda y vio como se había marcado la imagen en su piel.
—Adelante, está abierto —respondió al llamado entonces se giró hacia la puerta sin dejar de observar su palma.
—Señor, ya tengo los informes que me pidió—comentó su secretario una vez dentro del despacho.
—Muy bien, déjalo sobre el escritorio, ahora lo reviso—ordenó, luego levantando la vista continuó hablando—. Convoca al señor Bofantti y a mi padre para una reunión después del almuerzo, lo más tarde posible, para que no se extienda demasiado.
—Perfecto—respondió acomodando las carpetas sobre la mesa—. ¿Necesita algo más?
—No, eso es todo.
Vladimir se acercó con pesar a su escritorio, tomó asiento y miró con desgano las carpetas perfectamente acomodadas una encima de la otra y suspiró resignado. Bajo esas cubiertas de color madera se encontraba las descripciones de cada una de las candidatas para ser su futura esposa y madre de su hijo..
Lentamente tomó la primer carpeta, vio la foto de una joven rubia y de ojos grandes, muy linda pero no le transmitió absolutamente nada, entonces comenzó a leer:
Rubí Bofantti:
Edad: 22 años.
Color de cabello: rubio claro.
Color de ojos: celeste.
Peso: 51 kilos.
Altura: 1,68 metros.
Hobby: nadar en las aguas cálidas del caribe.
Estudios: inconclusos.
Vladimir dio vuelta la hoja, solo describe a la mujer como si fuera un concurso de belleza y rió con ganas al ver lo vacía que era, entonces tomó la segunda carpeta y leyó
Esmeralda Bofantti:
Edad: 24 años.
Color de cabello: castaño oscuro.
Color de ojos: verdes.
Peso: 49 kilos.
Altura: 1,65 metros.
Hobby: esquiar todo el año.
— ¡Pero si aquí ni siquiera hay nieve! —dijo en voz alta sin poder contener la risa, entonces continuó leyendo.
Estudios: intentó ingresar a la universidad pero fue rechazada por su falta de compromiso e interés en los estudios. Sus calificaciones durante su vida académica fueron bajas.
De inmediato descartó la carpeta y siguió con la tercera.
Perla Bofantti
Edad: 26 años.
Color de cabello: castaño cobrizo.
Color de ojos: celestes grisáceos.
Peso: 52 kilos.
Altura: 1,71 metros.
Hobby: ir a bailar y al cine durante toda la semana.
— Bueno, al menos mantiene sus gustos dentro de la ciudad—acotó y continuó con la lectura.
Estudios: No hay evidencia ni registro de su situación académica.
— Hermosa, pero sin nada en el cerebro—dijo descartando la carpeta.
Entonces descubrió que había una última carpeta y la miró con curiosidad, él pensaba que solo eran tres las hermanas, pero entonces al abrir ese informe leyó
Jade Bofantti.
Edad: 27 años
Color de cabello: negro azabache.
Color de ojos: grises o celeste dependiendo de su estado de ánimo.
Peso: 56 kilos.
Altura: 1,69 metros.
Hobby: leer, escribir poesía.
Estudios: título universitario, licenciada en letras(actualmente no ejerce su profesión, aunque por un tiempo dicto clases de literatura en un instituto)
Otros datos:
*Por el momento se desconoce su paradero, no se encontraron fotos ni actividad en redes sociales, los datos del reporte fueron extraídos de la historia clínica de un hospital.
*Es hija ilegítima de Juliano Bofantti.
* Su madre era una empleada doméstica que trabajaba para la familia\, ella ocultó su embarazo y al nacer la niña la abandonó en la mansión y desapareció. Nunca más se supo algo de su existencia.
Vladimir sostenía esa carpeta con intriga, sentía una extraña conexión con esa mujer y aunque no habían fotos, no conocía su aspecto, sintió que ese informe revelaba mucho más que los anteriores y era la indicada para ser su esposa, sobre todo porque nadie sabía dónde estaba.
Pasaron varios minutos, donde no podía dejar de observar las hojas desparramadas sobre la mesa. Él inconscientemente jugaba con el dije moviéndolo de un lado a otro sobre su cadena, de repente detuvo su movimientos al leer que todas esas mujeres tenían nombres de piedras preciosas tuvo una idea.
— ¡ Eso es! —gritó emocionado.
Debía hacer un falso sorteo delante de su padre y el señor Bofantti y quedarse con la mayor de las hermanas, si no se conocía el paradero de esa mujer y no se presentaba en unos días, no habría boda. Su plan era brillante así que llamó a su secretario por el intercomunicador.
— Bruno, te necesito en mi oficina, ven por favor.
— Si señor —el joven ingresó llevando consigo su tablet, entonces mirando a su jefe preguntó—. ¿Qué se le ofrece?
Vladimir observó a su secretario, se sentía feliz por que había encontrado una salida a su problema, entonces sin disimular su alegría comenzó a dar instrucciones
— Necesito que consigas cuatro gemas para la reunión que se llevará a cabo esta tarde. Debes traerme: un rubí, una esmeralda, una perla y por último y la más especial un jade. Las piedras deben estar en una bolsa de terciopelo negra
— De acuerdo —anoto todo con precisión, sin comprender por qué su jefe necesitaba esas cosas..
— No es tan fácil, quiero que todas sean bolitas del mismo tamaño pero a la última de las piedras preciosa, al jade, le harán una marca casi imperceptible que solo yo podré sentir al tacto y no debe ser visible— con cada palabra que salía de sus labios el brillos en sus ojos se potenciaba y no cabía la emoción en su pecho por ser más listo que su padre.
— Muy bien, ¿quiere alguna marca en especial?—inquirió el secretario pensando que su jefe se estaba volviendo loco.
Vladimir miró su mano y asintió con un movimiento de cabeza, esa era la señal que estaba esperando hace años y ahora lo entendía.
— ¡Que sea una cruz, fina y delicada, como está! —le mostró su dije.
— Entiendo —contestó y dibujó la imagen en la pantalla como referencia.
Vladimir se incorporó de su asiento se alejó del escritorio y ordenó
— Llama al abogado de mi padre y a mi abogado personal, necesito redactar un contrato inmediatamente y quiero que los dos estén presentes.
— Ok.
— Eso es todo, puedes retirarte.
El secretario salió de la oficina y se comunicó con ambos abogados y le informó de la urgencia de su jefe, luego buscó por internet a varias joyerías hasta que consiguió una que por una buena cantidad de dinero tendría listo el encargo, solo en cuestión de horas.
Vamos por la próxima 😘😘
Felicidades por tan hermosa novela 🥰🌹🫂
Felicidades 🎆 querida escritora vamos por más novelas así 🫂🥰