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Cuatro Bestias Y Una Reina.

Cuatro Bestias Y Una Reina.

Status: Terminada
Genre:Venganza / Mafia / Poli amor / Venganza de la protagonista / Romance oscuro / Harén Inverso / Completas
Popularitas:875.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Marines bacadare

Ginevra es rechazada por su padre tras la muerte de su madre al darla a luz. Un año después, el hombre vuelve a casarse y tiene otra niña, la cual es la luz de sus ojos, mientras que Ginevra queda olvidada en las sombras, despreciada escuchando “las mujeres no sirven para la mafia”.

Al crecer, la joven pone los ojos donde no debe: en el mejor amigo de su padre, un hombre frío, calculador y ambicioso, que solo juega con ella y le quita lo más preciado que posee una mujer, para luego humillarla, comprometiéndose con su media hermana, esa misma noche, el padre nombra a su hija pequeña la heredera del imperio criminal familiar.

Destrozada y traicionada, ella decide irse por dos años para sanar y demostrarles a todos que no se necesita ser hombre para liderar una mafia. Pero en su camino conocerá a cuatro hombres dispuestos a hacer arder el mundo solo por ella, aunque ella ya no quiere amor, solo venganza, pasión y poder.

¿Está lista la mafia para arrodillarse ante una mujer?

NovelToon tiene autorización de Marines bacadare para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Primera vez.

La puerta de la lujosa suite se abre dejando ver una habitación inmensa, alumbrada ligeramente por un grupo de velas en vasos con pétalos de rosa.

El olor invade la nariz de Ginevra y su rostro se enternece ante lo que ven sus ojos.

—Sorpresa, principessa —susurra en su cuello, haciendo que su aliento caliente provoque que los vellos de su cuerpo se ericen.

La chica no puede evitar la sonrisa y los ojos aguados, su primera sorpresa y es algo majestuoso.

—Esto... Esto es para mí —titubea un poco, y el temblor al decirlo hace que Matteo sonría.

—¿Para quién si no para ti, amor? —murmura, atrayendo a la joven a su pecho, sintiendo el palpitar de su corazón como galopes de caballos sin riendas.

La cercanía hace que un escalofrío la recorra, y aunque el cerebro le grita que no está bien, su corazón y su cuerpo le gritan que se quede y afronte lo que va a ocurrir.

Dos años de noviazgo, atrasando el momento que ha llegado como un rayo que irrumpe en la noche; interrogantes danzan en su cabeza que parecen más acusaciones en un juicio injusto.

«¿Te odiará más tu padre si lo decepcionas de esta manera?... Aunque eso no puede ser posible porque tú sola presenciando ya lo haces».

Un debate interno comienza que no la deja disfrutar el momento que ha añorado, y hoy que por fin está palpable, por alguna razón no lo puede disfrutar a plenitud.

Matteo se apodera de sus labios delicados, que para él son el sabor más dulce y adictivo que puede existir.

Al separarse de ella, toma su mano y, después de besarla como todo un caballero, la guía por el lugar. Los ojos de Ginevra no dejan de detallar cada cosa que ve; los globos rojos en el techo y los pétalos regados por doquier llaman su atención.

Entonces así se siente ser amada, piensa, a la vez que una sonrisa radiante tatúa su cara. Sus ojos pican y quiere expresar cada una de las emociones que está experimentando.

—Bienvenida a nuestra noche, mi amor... —lleva sus labios hasta su oreja y muerde con delicadeza su lóbulo.

Abre la silla que está junto a la mesa vestida de gala, y con un platillo para dos esperando ser comido.

—Gracias, Matt... Esto es... —se detiene para no llorar y no parecer más patética de lo que ya siente que es.

—Lo mejor para mi niña hermosa —contesta con una sonrisa segura y tan sensual que hace que ella deba apretar las piernas.

Él toma el cubierto y comienza a darle comida en su boca; cada gesto de ese hombre hace que ella se quiera pellizcar. Han sido años de maltratos y desprecios, y este sencillo acto le llena el alma.

—Esta noche será inolvidable, mi reina. Quiero que recuerdes este momento y a mí como tu único hombre —lleva su mirada verde hasta sus ojos gris azulado y muerde su labio ante la belleza que tiene enfrente.

—Matt... ¿No crees que lo mejor es esperar? Después de hablar con papá podremos casarnos y... —el rostro de él se distorsiona y una arruga cruza su frente, haciendo que ella detenga sus palabras al ver esa reacción.

—A veces siento que tú no quieres nada conmigo, siempre retrasas esto sin motivos. Estamos destinados, y eso nadie lo ha de cambiar —aprieta su puño a la par que formula sus palabras, con un tono severo y una mirada desdeñosa.

El rostro de la chica se entristece y niega con un dolor en su pecho al haberle hecho sentir así a la única persona que la ha querido.

—No, amor... Eso no es cierto, te amo y no te imaginas cuánto, es solo que... —trata de buscar las palabras adecuadas para calmarlo.

—Pero nada, no confías en mí y te niegas a darme algo que es mío, porque tú eres solo mía —sus palabras la hacen sentir más tranquila y relaja los hombros.

—De acuerdo, mi amor, esta noche es nuestra —Matteo sonríe triunfante y se acerca para tomarla de la mano y levantarla de un jalón. Aunque sigue preocupada, trata de ocultarlo. Entre besos y murmullos de él la lleva hasta la cama, la cual también está repleta de pétalos de rosa. Para ella, está en algún cuento que no quiere que acabe.

El olor de los pétalos se entrelaza con el perfume costoso del hombre. Él la deja delante de los pies de la cama y lleva sus manos hasta el cierre en su espalda.

Ginevra abre sus ojos con sorpresa y él le dedica una sonrisa tranquilizadora. Baja el cierre con una habilidad impresionante y la tela cae, dejando ante sus ojos lo que, por mucho, es el cuerpo más hermoso y sensual que sus ojos hayan apreciado.

Su lencería no es provocativa, aunque tampoco es antigua. Sus bragas son blancas y cubren muy bien cada parte debida, y su sujetador es de tela delgada, sin relleno ni varillas; tampoco necesita nada de eso para lo perfectas que están.

El bulto en sus pantalones se presiona, amenazando con hacer volar el botón. Él relame sus labios y sus ojos se oscurecen de deseo.

—No entiendo tu afán por cubrir tal obra de arte y habermela negado durante tanto tiempo —su voz es grave y ronca, perdida en sus deseos carnales.

Sin retrasar más el momento que tanto anhela, se quita la casa prenda que cubre su cuerpo, haciendo que ella, aparte de avergonzada por estar desnuda, se abochorne más al verlo simplemente con un bóxer que ella puede apostar que ni siquiera es de su talla.

—Hermosa no es una palabra que te haga justicia —comenta y se abalanza encima de ella, logrando que ambos caigan en la cama. Su delicadeza desaparece y la lujuria se apodera de él.

Besa cada rincón de su delicada piel, tan blanca como la nieve, dejando marcas posesivas, testigos de que él ha profundizado en su cuerpo.

La joven solo cierra sus ojos, acallando la culpa que siente. Él, mientras, comienza a recorrer con sus manos cada parte de ella y quita la tela faltante, dejándola aún más expuesta de lo que está. Termina de sacar su bóxer, provocando que su corazón esté al borde de un colapso nervioso. Jamás ha divisado uno y tenerlo en vivo hace estragos en su mente.

—Esta noche debe clavarse en tu cabeza siempre —murmura en su oído. Ella solo es un manojo de terminaciones nerviosas.

Abre sus piernas con su rodilla y, sin prórrogas, lo introduce en ella de un jalón, el cual le saca un grito entre sorpresa y dolor.

—Shhh, no pasa nada, es normal... —comienza a besarla y a moverse dentro y fuera de ella.

La sesión para Ginevra es algo incómoda; al principio un ardor la invade, después eso lo sustituye más dolor, hasta que por fin comienza a sentir cierta sensación de placer.

—La puta gloria, ¿ves? No era tan difícil después de todo —murmura entre embestidas desmedidas, y ella no entiende sus palabras, pero es tanto lo que experimenta que no le presta atención.

—Mírame bien, Ginevra, y recuerda a quién pertenece tu coño —la toma del cuello sin dejar sus movimientos frenéticos.

—Oh, Matt... —murmura sin parar hasta que siente que sus piernas no dan para más y él la baña con los residuos de placer.

La euforia se detiene y ella queda con un sentimiento de vacío; el placer desmedido no llegó, o tal vez fue eso que sentía hace momentos atrás.

—Mi pequeña Ginevra —besa sus labios una vez más y se levanta hasta el baño con su espalda recta y con un orgullo que no cabe en su pecho.

Ella se queda en la cama sin saber qué hacer. Se acuesta y cubre su cuerpo con una sábana, y la mancha de su virtud la acusa, recordándole su falla. Se pierde en sus pensamientos y en sus remordimientos, y no se da cuenta de que Matteo ya está parado a su lado.

—Ten... —le tiende una pastilla y su mirada ya no es suave.

—¿Qué es eso?... —recorre su cuerpo y se da cuenta de su ropa.— ¿Por qué te vestiste? —su entrecejo está arrugado y no entiende qué es lo que pasa.

—Es una pastilla de emergencia y te la vas a tomar ahora —se la mete a la boca, dejándola helada por su brusquedad, y se gira para tomar un vaso y llenarlo con la jarra que está en una mesa cercana.— Ten, no tengo toda la noche... —La pobre sigue de piedra, no tiene idea alguna de qué le sucede y por qué actúa así.

—Matt... —trata, pero él empuja el vaso a sus labios y no le queda de otra que hacerlo.

—¿Por qué hiciste eso? ¿Qué te ocurre? —se sienta mejor para poder ordenar sus ideas.

—Abre la boca... —su tono es tan frío que fácil puede crear un helado.

—¿Para qué? —Está fuera de lugar.

—Ginevra, abre —ordena, y ella obedece y levanta su lengua para demostrar que se tragó esa medicina.

—Bien... Ahora vístete. Me llamaron y debo regresar —se sienta en la cama y comienza a mover sus dedos sobre su teléfono. El hombre dulce desapareció y en su lugar está uno totalmente diferente.

Ella se viste con una punzada en su pecho. Después de estar juntos apenas y la ve, no le abre la puerta al salir y la deja una cuadra antes de la mansión, y así lo que debía ser agradable se convirtió en una pesadilla.

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Andrea Morganti
Disculpe Dr. pero acá...van a ser hijos de quien imagine la escritora ❤️
Andrea Morganti
No le tiene piedad 🤣🤣🤣
Kari Escobar
Excelente
Andrea Morganti
Bien. Hicimos un poco de todo eso 🤦🏻‍♀️. Los bb son unos guerreros.
Andrea Morganti
Que momento 😍😍😍
siara lamas ortiz
Ya ellos empezaron la lucha entre ellos mismos qué gané él mejor.. A mí me gustaría qué ellos vieran él pasado dé Ginevra para qué vean todas las cosas malas qué le hicieron a ella y a su mamá siendo Ginevra hija de un poderoso mafioso italiano y no esté en su puesto de sucesora después de su padre
Andrea Morganti
Mire nuevamente Dr por favor... tenemos 4 papás y necesitamos 4 hijos como mínimo😍 si???? mire por favor. mire!!!😅
siara lamas ortiz
Será 🤔🤔 qué el papá adoptivo borró el pasado dé Ginevra o él propio papá
Andrea Morganti
Niña!!! arriesgas tu hijo por esa basura 😥
Alejandra Garcia
lo lamento yo me clavo tanto en la novela que paso de largo 🤭.
pero ya me regrese y le di me gusta a todos los capítulos jajajajajjajajaja.
los comentarios si los veo difícil
espero que sea suficiente con los 👍🏼
Alejandra Garcia
lo lamento yo me clavo tanto en la novela que paso de largo 🤭.
pero ya me regrese y le di me gusta a todos los capítulos jajajajajjajajaja.
los comentarios si los veo difícil
espero que sea suficiente con los 👍🏼
Andrea Morganti
🤣🤣🤣🤣 Vladimir y su sarcasmo 🤣🤣🤣
Erica Godoy Silva
No me doga que armo todo ese alboroto para tirarla de Aleksei?🤣🤣
siara lamas ortiz
Válgame Diossss qué puedo hacer con estos papuchos no les muestres amor ni cariño tampoco placer sigues con los 4 hasta qué seá la hora de la venganza después tú verás con cuál tú te decides y ese será 🤔 tú gran amor
Andrea Morganti
Ahhhh más dulce Aleksey 😍 ya práctica para peinar su niña, morí de amor ❤️
Wendy Yaneth Sevilla Rubio
Te Mega felicito escritora muy pero muy buena novela de verdad me encantó los papacitos están de muerte lenta. Todas tus novelas son excelentes 🎊🎉🪅🥂 Qué Dios te siga bendiciendo grandemente a tí y a los tuyos
siara lamas ortiz
Hay diossss qué quién será 🤔🤔 él afortunado Ginevra con cuál te quedaras por los momentos sigues con los 4 hasta qué sea la hora dé la venganza pero esos pensamientos impuros qué tienes por esas bestias no ayudan para nada niña
Andrea Morganti
Eso resucita a la madre de Ginevra? sana las heridas emocionales que dejo tu rechazo en ella? NO. Hagas lo que hagas, el daño ya está hecho y vos metiste esa víbora en tu hogar Tiziano 😕
Maria Elena Gomez
Ahora sí se mancharon con ella será que le dirán al papá la verdad,?
Teresa Diaz
Muy buena historia Marines como solo tu nos tienes acostumbrados 😍😍😍
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