Gabriela es una mujer hermosa que a tenido una decepción amorosa , y a raíz de eso no quiere enamorarse más solo quiere tener a un hijo de cualquier forma. lo que ella no sabe es que pronto llegará a su vida un hombre hermoso y lleno de verdaderos sentimientos hacia ella y ara lo que sea para mantenerla a su lado , lo que sea
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encuentro furtivo
Salí rápidamente de la tina, molesta y estresada. No sabía qué me esperaba con Alexander. Tengo los nervios de punta solo con pensar que lo voy a ver a solas. En la nota decía que me esperaba en el Hotel Savoy. No entiendo qué le pasa, si es un lugar famoso. ¿No se supone que si nos encontramos debería ser algo más íntimo para que no nos vean?
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Salí de la casa de Francisco y su familia para irme a mi hotel y estar listo a la hora de la cita, le conviene no dejarme plantado.
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Ya es la hora de salir, estoy nerviosa. Quiero salir corriendo de este lugar, pero no puedo. Respiro, saco valor de donde no tengo, y procedo a entrar y preguntar por el señor Alexander Jones. Me responde.
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Por aquí señorita, el señor la está esperando en la suite que queda en el piso 15. Siga por favor
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Subo al ascensor y no me dejan de temblar las piernas. Voy contando cada piso que marca. No sé si lo hago inconscientemente para tranquilizarme, pero no está ayudando. Ya voy entrando en la suite, el ascensorista me dice.
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Por favor, salgamos. Hemos llegado.
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Salgo y lo primero que ven mis ojos es a un hombre extremadamente guapo en toalla y mostrando sus hermosos abdominales mojados. Se me quiso parar el corazón y, sin darme cuenta, contuve la respiración. Él me sonrió pícaramente. Le pregunté: ¿Por qué me citaste aquí? No respondió, solo tomó asiento en la cama y me miró fijamente.
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...¿Por qué crees que te cité, señorita Gabriela? Ella me miró confundida. Te cité aquí para terminar lo que habíamos empezado. La miré de arriba abajo, detallando cada parte de su cuerpo que ahora me pertenecía. Digo que me pertenecía porque así es. Tú eres mía. Ella me miró a los ojos y me dijo....
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...¿Disculpa tuya? Estás mal. Tú y yo no tenemos nada. ¿Qué te pasa? Eso solo fue a causa de una noche de tragos. No pasará nada más a partir de ahora. ¿No te das cuenta de que eres amigo de mi padre? ¿Qué le vas a decir, amigo? Me acosté con tu hija y ahora es mi mujer. Me llevas 10 años, ¿qué crees que va a pensar mi padre? Me miró y empezó a acercarse y a tocarme. Yo empecé a resistirme, pero cuando me tomó en sus brazos no pude apartar ese cuerpo tan fuerte de mí. ¿Será que no quería, solo quería sentir su calor igual o mejor que la noche anterior? Me sonrojé, pero no lo aparté....
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...Alexander me estaba devorando, quería más de él. Me chupaba toda, yo le pedía más y él me lo daba. No sabía que podría ser tan pervertida. Él me miraba y me sonreía, yo me mordía el labio y él me embestía como si no hubiera un mañana. Ya no podía más y le pedía que parara, pero él no me escuchaba, no hacía caso a mis palabras. Intenté levantarme de la cama y me dijo: '¿A dónde crees que vas, mi amor?' Sus palabras erizaron todo mi cuerpo y me haló hacia donde estaba él, y siguió conmigo hasta la madrugada. creo que me desmayé porque cuando abrí los ojos él me estaba llevando a la ducha para limpiarme. Yo lo miré a los ojos, él me sonrió, pero esta vez era una sonrisa cálida, me sorprendió y volvió la cara. Él me agarró la cara y me besó de una forma tan sexy que sentía ahogarme, pero yo seguí ese beso era electrizante. Metía su lengua por toda mi boca, chupaba mi lengua como si fuera agua para una persona que se está muriendo de sed. No podía respirar y aparté mi cara, pero él con fuerza la tomó de nuevo y metió su lengua en mi boca diciéndome: 'Cariño, déjame besarte un poco más'. Dejé que hiciera lo que quería en ese momento porque no tenía fuerzas para resistirme, aunque tampoco era que la estaba pasando mal. Me gusta su toque, su suave voz, pero no puedo dejar que esto vuelva a pasar. ¿En qué estaba pensando? Si mi padre se enterara de esto, se molestaría muchísimo, estoy segura....
Me llevó a la cama, puso su brazo debajo de mi cabeza y me dio un beso en la frente diciéndome.
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Descansa, mi cielo. Mañana tendremos un día muy largo en el trabajo. Le di un beso muy apasionado, ella me siguió y cerró los ojos como mandándome a dormir. Hice caso y dormimos cómodamente.
