Nina Ugarte sufre un desplante siendo una niña enamorada, años después se ve obligada a casarse con él, su más grande enemigo.
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Cap. 24 Tu maridito está celoso
Maximiliano salía de su oficina con Nina después de hablar de algunos negocios y Alonzo llegaba al pasillo que lo dirige a la oficina de Nina.
* Jefe Cannat, es un gusto verlo, vengo de hacer la solicitud de informes a los departamentos de la empresa, pronto tendremos un diagnóstico de la situación _ dijo el joven con buen ánimo.
* Alonzo, me alegra que estés avanzando rápido en esos temas, pero recuerda, eres el asesor de mi esposa, no hagas que ella sea mal interpretada _ dijo Maximiliano con amenaza en las palabras mientras Nina rueda los ojos con fastidio.
* Maximiliano, ya hablamos de eso, las cosas serán de acuerdo a nuestra conversación _ Nina dijo tranquila, tiene hambre y quiere comer algo, la mañana se le fue hablando con Max de acuerdos y estrategias así que no ha comido nada.
Maximiliano se fue para tomar el ascensor mientras Alonzo mira a su amiga para burlarse.
* Tu maridito está celoso, vaya Nina, no llevas ni 48 horas de matrimonio y ya lo tienes comiendo de tu mano _ dijo entre risas
Nina rodó los ojos de nuevo, lo último que quería era escuchar chistes, Maximiliano jamás estaría celoso de ella, nunca fue de su gusto, se lo había dicho ya antes y de mala manera así que de eso no tiene que preocuparse.
Nina Ugarte.
Estoy realmente cansada, no llevo ni medio día y ya he tenido que lidiar con esa tal Raquel, con Maximiliano y tengo una pila de informes con los que lidiar también, este día va a ser largo.
Mi Cami me trae un almuerzo a mi oficina y agradezco por ello, de verdad que tengo mucha hambre, comento con mis amigos sobre mi conversación con Maximiliano y ellos ríen divertidos, pero yo no le veo la gracia, tendré que estar con él en varias situaciones públicas y como una pareja feliz, el problema es que no somos ninguna de las dos cosas, no somos pareja y menos somos felices.
Termino mi comida, Camila se va a su escritorio, Alonzo sigue recopilando información, pero de repente entra un hombre de la edad de Maximiliano aproximadamente, no se donde está Camila, ella no debería dejarlo pasar y no me gusta su actitud, me mira como si yo fuera una pierna de pollo crocante y suculenta.
* ¿Quién eres y qué haces en mi oficina? _ digo lo más tranquila posible mientras él se sienta en mi sillón como si fuera todo suyo.
* He venido a visitar a la hija de mi gran amigo Thomas, somos socios en algunos temas, mi nombre es Hugo Miranda, soy asesor de Raquel y trabajamos en la misma empresa, eres realmente hermosa y me da pena venir a hablar de temas desagradables _ me mira con burla y ahora me estoy preocupando, este tipo es gente de Raquel y no viene con buenas intenciones.
Lo miro con una sonrisa fría, veamos que está planeando esa estúpida.
* Dilo, no tengo tiempo para tener visitas de cortesía, ¿Qué quieres? _ digo directo al grano, sé que viene con alguna treta, pero debo saber cual es el juego de esta gente.
* Bueno belleza, ya que quieres las cosas directas y sin anestesia te lo digo, tu padre me debe un montón de dinero prestado, tengo los pagarés que me ha firmado, ahora resulta que ya ni esta empresa es suya así que quiero recuperar mi dinero antes de que desaparezca, así que tienes 48 horas para pagarme o te atienes a las consecuencias. _ Me dice como hablar del clima y yo quiero sacarlo a patadas de mi oficina.
Debo ser más astuta que este tipo, ¿de dónde sacan que debo pagar por todos, me gradué de Mesías o me ven como la Madre Teresa de Calcuta?, esto es el colmo.
* Tu deuda es con mi padre, yo no tengo nada que ver con eso, puedes cobrarle a él tu dinero, yo no te voy a dar nada. _ digo tranquila mientras empiezo a revisar mis carpetas.
* Pues si no quieres que exponga las deudas de juego de tu padre y deje a tu familia mal parada deberías pensarlo mejor _ me dice con una sonrisa de medio lado, es desagradable la forma en la que me trata, como si me conociera y tuviera la habilidad de controlarme.
* Puedes haz lo que quieras, mi padre ya no puede volver a esta empresa así que no tengo problema, el regente de esta empresa es Maximiliano, del prestigio de los Ugarte mi padre ya se ha encargado de destruirlo _ digo perezosa, me recargo en el sillón y lo miro tranquila.
Lo veo fruncir el ceño, parece que esperaba que entre en pánico y esté mortificada por sus amenazas, creo que quiere arrinconarme, pero aún no sé qué quieren en realidad.
* Mira preciosa, no tienes idea del gran impacto sobre esta pobre empresa, además que los inversionistas de la empresa de los Cannat pueden ejecutar la deuda _ me dice con cara de suficiencia, pone una sonrisa de medio lado como un galán de mala muerte.
* Bien, ¿Cómo crees que pagaría?, ¿acaso no sabes que tenemos los fondos confiscados?, aunque quiera no puedo pagar _ digo mirándolo fijamente y el idiota saca el juego.
* Bien, si no puedes pagar hay más soluciones, hay ciertas situaciones en la empresa y tu deberás mostrar la documentación que yo te de sin revisarla, dejaras de hurgar las cosas en los temas de la empresa y ni se te ocurra decirle a Maximiliano, además que… _ dice con una mirada morbosa que me da asco.
* Quiero que seas mi mujer, tu marido ni siquiera te mira, eres solo una esposa sustituta, mientras hagas lo que digo y me sirvas bien en la cama todo va a quedar entre nosotros _ me dice con la cara de cínico más grande.