El Contrato: Una Segunda Oportunidad Para El Amor

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Conforme pasan los días, Yeda se acostumbra nuevamente a su vida de soltera, trabajando duro y divirtiéndose de vez en cuando, en su corazón aún queda un gran hueco dejado por Felipe, después de todo solo han pasado 2 meses, sería prácticamente imposible Se olvida de un hombre, con el que vivió tres años, pero ya no llora por él.

Yeda ahora trabaja con su padre en el grupo Scott, un gigante en el área de las tecnologías de la información, Frederico por su parte cada día está más distante, ya que no quiere compartir sus problemas con sus hijos, Yeda y Natan solo fingen. para no notar el cambio.

Durante este tiempo Felipe no buscó a Yeda y ella tampoco se esfuerza en mirarlo a la cara, ahora se concentra en ella misma, se peinó, siempre se maquilla, va al gimnasio y de vez en cuando sale a bailar. tiempo, por lo que está viviendo un gran momento de tu vida.

...

Yeda acababa de regresar de almorzar, se sentó frente a la computadora y comenzó a trabajar, unos minutos después escuchó un alboroto proveniente de la oficina de su padre, había dos hombres hablando con voces alteradas, sin pensar mucho, Yeda corrió hacia ellos. y entró sin llamar y se quedó allí, de pie junto a la puerta, escuchando atentamente su conversación.

- Su cliente debe estar volviéndose loco, ¿de verdad cree que voy a pagar una deuda de juego por valor de 50 millones de dólares, sobre todo a nombre de una mujer fallecida? No encuentro dinero en la basura, lárgate de aquí ya- dijo Frederico irritado.

Como no entendía lo que estaba pasando, Yeda miró al hombre frente a él y luego le preguntó:

- ¿Podrías explicarme el motivo de este lío?

Al escuchar esta pregunta, el hombre que se hace llamar Rui pronto comenzó a hablar en un tono seco:

- Soy el representante del señor Medeiros, su hermana le debía mucho dinero a mi cliente y por eso estoy aquí, llegó el plazo, alguien tiene que pagar por ella.

- Esto debe ser un error, mi hermana no...

Rui- Sí, lo haría, veré.

Él la interrumpió mientras le entregaba un papel a Yeda, era un pagaré, fechado 3 días antes del accidente que cobró la vida de Yana, en el papel estaba su firma, “qué hiciste mi hermana”, pensó Yeda mientras lloraba suavemente. Yana era adicta al juego y perdió algunos autos en la mesa de póquer, pero esta cantidad es realmente demasiado alta.

Pensando en esto, Yeda caminó hacia su padre y luego habló;

- Papá, recuerda que Yana siempre decía que si moría y dejaba algo sin terminar, limpiaríamos su honor, por favor - Argumentó en tono suplicante.

Muy irritado, el anciano no tardó en responder:

- Ni siquiera viene con chantaje, además de tener poco capital, nunca pagaría una cantidad tan alta por un motivo tan trivial – Dijo en tono serio y decidido.

Al ver que su padre tenía la última palabra, Yeda suspiró derrotada, miró a Rui y luego comenzó a hablar:

Yeda- Lamentablemente no tengo tanto dinero, si su cliente está de acuerdo puedo pagar poco a poco, ya que sé muy bien cuánto valoraba mi hermana su honor.

Yeda está completamente convencida de que es una cantidad muy elevada y el motivo es una idiotez, pero nunca juzgaría a un adicto a los juegos, pues sabe muy bien lo difícil que es deshacerse de las adicciones. Al ver el coraje de la mujer, Rui esbozó una débil sonrisa y luego dijo:

- Voy a hablar con mi jefe, volveré contigo en otro momento, necesito irme ahora, volveré lo antes posible- En sus palabras había un poco de empatía.

- Siéntete libre – Dijo y forzó una sonrisa.

El hombre sale y estando solo, Yeda cerró la puerta, encaró a su padre y luego le dijo:

-¿Qué pasó papá? ¿Desde cuándo te volviste tan tacaño?-Preguntó mientras mostraba una sonrisa débil y una mirada complicada.

Federico le dio la espalda y respondió en voz baja:

- No pasó nada, ya dije que andamos escasos de dinero, tenemos prioridades y pagar deudas de juego no es una de ellas, ahora vete a trabajar y déjame en paz.

Al oír eso, Yeda dio un largo suspiro y luego habló:

- Ok, pero ¿por qué estás tan distante estos días, estás enfermo?- preguntó Yeda con notable preocupación.

- No pienses mucho, es solo que estoy cansado.

Al ver que su padre no iba a abrir el juego, Yeda se fue resoplando de ira, resulta que Frederico recientemente descubrió que está muy enfermo, además de tener otra familia, por lo que necesita pensar en el futuro.

Yeda regresó a su puesto y se puso a trabajar, pero de vez en cuando pensaba en lo que haría para pagar la deuda de Yana, al final de la tarde Yeda recibió una llamada, era Helena, sonriendo, inmediatamente respondió:

Yeda- Hola querida.

Helena- Hola mi pelirroja que tal si salimos hoy, me invitaron a la inauguración de un casino de lujo en el centro, no me gustan los juegos, pero necesito mantener la elegancia frente a mi jefe.

Yeda-Bueno, hoy no tengo ganas, pero como necesito mantener la elegancia frente a mi bella amiga, lo haré jajaja.

Helena- Gracias por tu compañía, te enviaré los detalles por mensaje, hasta pronto.

Yeda- Nos vemos pronto.

Luego de finalizar la llamada, Yeda tomó su bolso y planeó irse, en el estrecho pasillo, Yeda encontró a Rui, con una amplia sonrisa caminando hacia él, luego de respirar profundamente, Yeda saludó a Rui invitándolo a entrar a una de las oficinas. , entraron juntos y después de que nos instalamos, Rui habló primero:

- Lamentablemente mi jefe exige el pago completo, lo siento.

Ya muy triste, Yeda bajó la cabeza y comenzó a pensar por unos segundos, salió de sus pensamientos con la voz profunda de Rui, quien de repente habló:

- El señor Medeiros tiene una propuesta para usted, creo que vale la pena escucharla - Dijo y dejó escapar una sonrisa pícara.

- ¿Y cuál sería la propuesta? - Preguntó ella levantando las cejas.

-Un contrato de matrimonio- Respondió en tono serio.