La Villana de la historia Irina Ordóñez nos cuenta lo que la llevo a ese puesto. También veremos el nacimiento de una nueva villana. Espero y disfruten de la novela.
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Debería de aprender la lección.
Luego de mi minuciosa preparación, tomo un taxi y voy directo a conseguir lo que quiero. Ya que nunca me detengo cuando fijo un objetivo.
Entro a la sala con la cabeza bien en alto demostrando confianza y seguridad. Uno que otro hombre queda fascinado con mi aspecto, pero la mirada de Armando me devora por completo.
Me siento en una de las mesas alejadas y espero paciente mi turno.
Escucho mi nombre en el altavoz, me paro con elegancia y camino hacia el escenario.
Después de presentar mi producto y futuros proyectos veo como Armando se acerca a mí curioso.
Debo admitir que es todo un caballero cuando extiende su mano y me ayuda a bajar por los escalones. Su voz gruesa hace que mi cuerpo vibre como una hoja de papel.
_ No sé si lo que más me gustó fue su presentación o usted en este hermoso vestido que le luce de maravilla.
_ Y por qué no decir que ambos. Vengo en paquete completo.
Le digo coqueta mientras le regalo una dulce sonrisa. Pero no se compara con la que él me devuelve.
_ Debo admitir que me tiene impresionado Irina. La devoción que muestra por su trabajo y el compromiso que tiene con este para hacerlo crecer. Veo mucho potencial en usted.
_ Bueno ese es mi propósito original. He venido aquí con la idea fija de llevarme toda la gloria posible y para mí sería un honor completo si usted decidiera invertir.
_ Sé que no sería una pérdida de tiempo y mucho menos de dinero. Ya que se ve muy decidida hacer crecer a pasos agigantados su negocio. Sabe perfectamente que tiene el potencial y las habilidades necesarias para lograrlo.
_ Muchas gracias por sus amables palabras señor Armando. Aquí le dejo mi presentación. Ojalá pueda obtener su invaluable ayuda.
Compartimos una agradable conversación y me despedí de él dejándole un apasionado beso en su mejilla.
Claro que quería su financiamiento para mi proyecto, pero también lo quería a él incluido en el contrato.
Al llegar a mi habitación me despojo de ese incómodo vestido y de todo el estorboso maquillaje.
Llamo a casa para poder hablar con mis dulces angelitos, estos me cuentan que están muy bien que han realizado todos sus deberes escolares y para mi sorpresa que Alfredo ha estado preguntando por mí.
No me he comunicado con él desde aquella noche en el hotel. Me tiene muy disgustada su actitud infantil y sus celos enfermizos.
Yo no soy de él ni de nadie y no permitiré que me trate como si fuera su esposa o mucho peor su propiedad.
Nunca le exigí compromiso alguno y se lo expliqué desde el primer momento en que accedí acostarme con él.
Creí que entendería que lo único que podríamos tener era diversión, pero las cosas nunca salen como uno lo planea. Ya a esta altura debería de haber aprendido mi lección.
Los hombres son simples, pero a la vez complicados y nunca debemos de subestimarlos. Ya que no sabemos qué ideas locas pasan por sus cabezas.
Así como me pasó con Amadeo. Que creí que me amaba con devoción, pero en realidad nunca olvidó a su primera esposa.
