Lorena siempre ha amado a su esposo, ha sido su único amor desde la época de la escuela; sin embargo, ha descubierto algo terrible.
¿Podrá Lorena soportar todo y volver a empezar?
Gabriel lleva cargando por años una culpa que no logra superar; se muestra frío y distante para que no descubran su debilidad; mientras está inmerso en una carrera política que lo podría llevar a la presidencia.
¿Podrá algún día volver a amar?
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24. Ir despacio
Lorena está en un restaurante esperando a Magaly, han sido dos días en que ha estado trabajando con Grecia y ha aprendido mucho sobre la labor social que se hace en la Fundación Cisneros, y el proyecto sobre las casas de refugio le ha parecido tan inspirador que está poniendo todo su empeño.
De pronto ve ingresar a Magaly, le alza la mano para que la vea, porque está en la parte más alejada, en una zona casi privada, se dan un abrazo cuando se encuentran, se saludan animosas y toman asiento.
- "Debiste ir a mi casa, Lore", dijo Magaly, haciendo un puchero.
- "Tengo muchas tareas, y quería aprovechar para reunirme contigo mientras espero que me entreguen los arreglos que hemos mandado hacer", manifestó Lorena.
- "Te dejo el nuevo itinerario para el fin de semana, ha habido algunos cambios por temas de seguridad; (le entrega una tarjeta) es la dirección donde puedes recoger la ropa que necesitas para cada ocasión, me avisas si necesitas que te acompañe", expresó Magaly.
- "No voy a aceptar eso, tengo mi propia ropa, y voy a usar la adecuada. Gracias por el itinerario", dijo Lorena.
- "No es caridad, es cuestión de imagen", comentó Magaly.
- "Acepté hacer el papel de la novia de Gabriel, pero no voy a hacer una farsa de mi misma, si muestro a alguien que no soy, tal vez me equivoque y haga mal las cosas; además sentiría que me estoy aprovechando de las circunstancias, él realmente no es mi novio", manifestó Lorena, aunque por un momento pensó "aún no", como si tuviera una creencia de que podría serlo a futuro.
- "Entiendo. Lorena, ¿puedo pedirte un consejo?, tú pareces ser más convencional y tal vez puedas entender mejor lo que ocurre", expresó Magaly con cierta incertidumbre reflejada en el rostro.
- "No sé si soy buena con los consejos. Lo que sí sé es que puedo escucharte", dijo Lorena.
- "Hace un par de días, Tomás me invitó a cenar, tuvimos una muy buena conversación en un ambiente exquisito, antes de eso me dijo que le gustaba, y yo estaba muy ilusionada. Me dejó en casa, lo invité a pasar, él solo me dio un beso en la mejilla y me dijo que había estado muy linda; me envía saludos por mensajes y me ha invitado a una exposición de arte. Pero, no me ha pedido ser su novia, ni me ha insinuado para hacerlo, y vaya que yo quisiera ya hacerlo con él. Todos los hombres que me han invitado a salir, insinúan cosas, claro no a todos los acepto, pero quien justo me gusta mucho, no dice nada", comentó Magaly frustrada. Lorena sonrió.
- "¿Por qué no aceptas a todos?", preguntó Lorena.
- "No me voy a acostar con cualquiera, obvio", respondió Magaly.
- "¿Y solo quieres a Tomás para acostarte con él?", preguntó Lorena.
- "No. Pero está muy bueno y si se desanima por mi excentricidad, sé muy bien como soy", respondió Magaly.
- "Si él hubiese querido acostarse solamente ya lo hubiese hecho, porque al parecer a ti te cuesta disimular que realmente quieres eso, así que creo que él tiene intenciones serias contigo. Se llama ir despacio para construir una relación, tal vez está buscando el mejor momento para pedirte que seas su novia; disfruta el proceso, las salidas, las conversaciones, las anécdotas que crearán. Y sobre la excentricidad, llevan años trabajando juntos, créeme que se ha dado cuenta de eso y no le ha importado, es parte del paquete así que le gusta eso de ti. Magaly, a veces quisiera ser como tú y no cohibirme tanto, pero ahora a ti te toca ser paciente. Pienso que Tomás no es un sapo más, sino el príncipe que estabas buscando. ¿No crees?", expresó Lorena con una sonrisa.
Magaly dio un suspiro y luego sonrió, no lo había visto de esa manera, era cierto, tal vez en esta ocasión ir despacio era la mejor opción.
Por otro lado, Gabriel Larrea estaba por salir de su casa, cuando recibió la visita inesperada de Soraya Shack, la hermana de su difunta esposa. Una mujer igual físicamente a Carolina, pero con una personalidad completamente distinta, soberbia, superficial y envidiosa.
...Soraya Shack...
- "¿No me invitas a pasar, Gabo?", preguntó Soraya queriendo darle un beso.
Gabriel retrocedió y la miró con la misma indiferencia que lo hacía cuando su esposa estaba viva.
- "Gabo, solo me decía tu hermana y ella lamentablemente ya no está entre nosotros. No has avisado que venías, las niñas no están. Regresa más tarde para que las veas, supongo que para eso estás en este lugar; ahora tengo que irme", expresó Gabriel.
- "¿Por qué siempre me tratas como una enemiga? Soy la tía de tus hijas, y me preocupo por ellas. Y la verdad, me sorprendió tu relación con esa desconocida, sus abuelos están preocupados de que pueda ser una mala influencia para las niñas", comentó Soraya.
- "¿Preocuparse ustedes?, lo único que les importó cuando Carolina murió fue la herencia, en todos estos años ¿cuántas veces vinieron a ver a mis hijas?, ¿cuántas fiestas han pasado con ellas?. Y la 'desconocida', es para ustedes no para nosotros, deberías aprender a no referirte a personas que no conoces, tengan mucho cuidado en como se expresan de mi novia. Estoy muy ocupado, retírate", manifestó Gabriel.
- "Gabriel, tenemos derechos sobre esas niñas", dijo Soraya.
- "Samantha y Alexandra, tienen nombres, no son niñas. ¿Derechos?, renunciaron a cualquiera de esos derechos cuando decidieron escoger parte de la herencia a escogerla a ellas y a estar en sus vidas. Aun así, estaba dispuesto a que pudieran tener una relación por el amor a Carolina, porque ella hubiese querido que sus hijas tuvieran una familia grande y amorosa, ustedes fueron los que se alejaron, ahora no vengan a exigir algo que no dieron", manifestó Gabriel, con absoluta molestia.
- "Gabriel, por favor no te molestes conmigo. Sabes que siempre te he tenido un cariño especial. Además, sabes que te recuerdo a ella, ¿ya olvidaste a Carolina?, esa no puede ser mejor que ella", dijo Soraya con zalamería, mientras pretendía acariciar el rostro de Gabriel, quien tomó su mano y la retiró.
- "A Carolina no la voy a olvidar nunca, es la madre de mis amadas hijas y siempre tendrá un lugar en mi corazón. Lorena es alguien que llegó a mi vida, y me hizo sentir vivo una vez más, y la amo mucho, y te lo digo no porque me importe tu opinión, sino para que sepas que un solo maltrato contra ella, y verás a un Gabriel que desconoces", expresó Gabriel mirándola directamente, haciéndole estremecer. Debía empezar la retirada, o le prohibiría su presencia.
- "Ya entendí, lo siento. Vengo para la cena, para ver a Samantha y Alexandra, solo una hora, prometo no hacer comentarios tontos", comentó Soraya aparentando dulzura.
Gabriel asintió y la vio marcharse, para luego pensar en lo que dijo sobre amar a Lorena, que sentimientos le provocaban su novia falsa, acaso era más que un enamoramiento, en verdad sintió dolor cuando hicieron malos comentarios contra ella; y la pregunta más difícil que se hacia era si Lorena podría llegar a amarlo.