La Villana Protegerá Su Esposo

— ¿Qué crees que estás haciendo Edwin? — Killian mira como este tiene amenazada a su madre con una espada en el cuello. 

— Estoy tomando lo que me pertenece, hermano. — Sonríe apretando el filo en el cuello de Melisa. — Sabes… — Sonrió. — Pensaba entrar en tu habitación y matarte de una vez por todas, Pero la cuando entre no estabas por ninguna parte. — Niega sonriendo, hace un momento había entrado en la habitación con la intención de matar a Killian de forma rápida; Sin embargo, cuando entró en la habitación no había encontrado a nadie, ni Killian ni Charlotte estaban. Por lo cual sabía que de seguro que esos dos ya sabía lo que él había hecho y para conseguir lo que quería de forma más rápida, tomó a Melisa de rehén antes de matarla. — ¿Qué maldita suerte tuviste? — Mira los soldados que están detrás de Killian tragando seco. Por eso había querido hacer esto de manera rápida. Porque sabía que Killian tenía bajo su poder, los ejércitos imperiales. — Quiero hacer esto rápido, así que piénsalo detenidamente hermano. 

— De acuerdo, pero suelta a mi madre y luego haremos esto nosotros dos sin meter a otros. — Habla Killian intentando no perder el control al ver como el malnacido de Edwin, amenaza a su madre.

— Edwin detente antes de hacer una estupidez. — Rugió Melisa enojada, nunca pensó que Edwin sería capaz de estar amenazándola con una espada en el cuello ni menos tomarla como rehén.

— Oh, no, madre. — Sonríe, mientras retrocede con Melisa, le hace una seña a los guardias, quiénes no tardan un segundo atacando los soldados de killian, quiénes también atacan. 

Edwin aprovecha para alejarse con melisa, killian que vio esto, intento ir detrás de su hermano; sin embargo, unos de los soldados de Edwin intervino en se caminó

Por  otro lado, Charlotte, que había sido obligada a quedarse por Killian, ya que este no quería ponerla en peligro y ella lo sabía muy bien y por eso había tratado no preocuparlo, quedándose en el lugar que este le indicó; sin embargo, es inevitable no preocuparse. Finalmente, decide seguir su instinto, toma su caballo subiendo en ella mientras galopea en dirección del palacio, no puede permitir que nada malo le pasara a killian, ella se había prometido a sí misma y que lo protegía y estaba dispuesta de cumplir esa promesa. 

Cuando llego al palacio se encontró con una masacre de sangre, observó cada lugar en busca de killian o melisa, sin embargo, ninguno estaba a la vista, se baja del caballo pasado sobre los cuerpos y la sangre en el suelo. 

— killian — llama asustada tras no recibir noticia. 

Charlotte trata de calmarse tras el rotundo silencio en el palacio. Sin embargo, un ruido en el jardín trasero llamó su atención, de inmediato corre hacia allá para encontrar a Killian y Edwin en medio combate. Mira melisa herida en el suelo, se acerca ayudando. 

— Madre. — Ayuda a melisa ponerse de pie observando el corte que tiene la mujer en su hombro.

Killian que se da cuenta de la presencia frunce los ceños mientras bloquea el ataque de Edwin. 

— ¿Charlotte, qué haces aquí? — pregunta con un tono poco molesto, pues no quería poner Charlotte en peligro y por eso la había le había dejado en la cabaña, Edwin al ver el rostro preocupado de killian y la distracción de este, ya que solo se encontraba bloqueando sus ataques, sonríe aprovechando aquello y su espada se dirige hacia la chica, pero antes de que la espada llegara a tocar a Charlotte una fuerza lo tomó de la nuca lanzándolo  lejos.

— No toques a mi esposa. — gruño el emperador.

— Killian. 

— ¿Estás bien? — este se acerca a Charlotte tomándola del rostro. — porque no me haces caso te dije que te quedaras en la cabaña Charlotte. 

— Estoy bien — frunce los ceños al ver como Edwin se levanta con su espada en su mano y se lanza contra killian con intención de atacar por la espalda, — cuidado. — Charlotte logró darse vuelta a tiempo empujando  a Killian lejos de ella mientras toma la espada de este.

Mira la espada de Edwin clavada en su hombro, mientras; sin embargo, sonríe al ver que su espada también se encontraba justo en el pecho de este, a pesar de su dolor no se detiene enterrado la espada más profundo en el pecho de Edwin, mientras que aquellos recuerdos pasan por su cabeza como cámara lenta 

— Eso me lo debías. — siseo antes de sacar la espada causando que también la de su pecho fuera retirado, mira como Edwin, vomita sangre tras aquello cayendo al suelo en un instante. 

—- ¡Charlotte! — El emperador se acerca a la chica antes de que ella se cayera en el suelo. — ¡Charlotte, Charlotte despierta! — Gritó aferrándose a la chica al ver que esta no abría los ojos. 

Dos días habían pasado desde el intento de rebelión de Edwin, aquella noticia se había extendido como la pólvora, todos sabían que su emperatriz había salido herida en aquella rebelión. 

— Por ahora ella no está en la mejor situación, por lo cual debe permanecer en la cama para que su herida se cure. — informó el médico mientras que el emperador sostiene la mano de la chica. 

El doctor se retiró dejándolos solos. 

— Killian. — Charlotte mira cómo este evita mirarla. — Lo siento. 

— No pude protegerte 

— No, no es tu culpa. — Charlotte lo toma del rostro mirándolo. — No te culpes, por esto, además estoy bien. — sonríe tratando de calmarlo. 

— Pasaste dos días en coma. Sabes lo aterrado que estaba por perderte. 

— Killian. 

—  No vuelvas a poner tu vida en peligro, ni por mí, ni por cualquier persona, no sé qué hubiera hecho si no hubieras despertado. — Confesó aferrándose a la mano de Charlotte. — Así que prométeme que nunca lo volverás a ser. 

— Te lo prometo. — besó a killian en la mejilla, mientras que ambos sonríen juntando sus frentes. — Cómo está la madre emperatriz y Eydan. 

— Ambos están bien, afortunadamente, mi madre logro esconder a Eydan y Edwin no pudo hacerle daño. 

— Pobrecito. — Murmura Charlotte, el pequeño ya había estado siendo maltratado por su madre y ahora su padre que recién conoció buscaba matarlo. 

Será un gran trauma para el pequeño. 

— Ahora descansa. — Killian se levanta no sin antes darle un beso en la frente a Charlotte. 

— Quédate conmigo. — se aferra a la mano de Killian. 

— Cariño, el médico dijo.

— Por favor. — súplica mirándolo. — Quédate conmigo.

Killian suspiró mirándola y pasa al Otro lado de la cama subiendo, Charlotte no duda un segundo antes de abrazarlo.

— ¿y tú estás bien? — pregunta en voz baja sin alejarse. 

— Estoy bien cariño  — Sonríe ante aquella respuesta mientras siente cómo la mano del emperador acaricia su cabello.

— Me alegró. — Se aleja besándolo en la mandíbula. — Me alegró mucho Killian. — Se aferra al emperador con una sonrisa, al final había logrado su objetivo y era proteger a Killian a toda costa, incluso si eso implicaba que ella tendría que salir lastimada.

Lo bueno es que todo ha acabado, aunque no logró matar a Edwin como tanto sueño, es una alegría para ella saber que él está recibiendo todo lo que merece. 

Ahora todo ha acabado y se enfocará en su relación con Killian.

¿Qué podría pasar?