Tu Amor Es Mi Vida

En el momento en que Kai vio la sonrisa de Ada pudo sentir una emoción en su corazón que creía no volvería a sentir nuevamente

El brillo en los hermosos ojos de Ada parecían iluminar todo a su paso, hasta la oscuridad que había en su corazón.

Cuando se despidió de ella, por primera vez sintió miedo ~ una preocupación por lo que podría pasarle no conocía a sus padres, pero cuando escucho la voz de la madre de Ada sintió que no era nada agradable.

— joven Kai ~ bienvenido.

— no fue a la reunión ~ paso algo.

— no pasó nada ~ habrá otro momento para saber quién es su hija.

Kai no podía dormir, su corazón sentía dolor y estaba ansioso ~ sentía que algo malo había pasado.

— padre ~ basta por favor — arrodillada.

El señor Hugo es un hombre de un carácter muy fuerte él no duda en castigar a Ada con golpes si hace algo malo, porque así lo educaron a él.

Con un moretón en el ojo — sniff ~ sniff ~ ya basta — con mucho dolor y lágrimas cayendo.

— no pienses en volver a escaparte ~ entiendes — golpeando su cabeza con la mesa.

Llena de golpes sin siquiera poder levantarse bien.

— camina ~ hoy dormirás en ático.

Ada desde pequeña le da miedo la oscuridad y los espacios pequeños porque sus padres siempre la castigaban dejándola sola en diferentes tipos de cuartos, pero el lugar que más odia es el ático porque no hay nada solo la misma oscuridad.

— no ~ madre ~ ahí no ~ por favor — triste y temblando.

— debiste pensar bien en lo que hacías — arrastrándola hasta el ático.

— ahí te quedarás — cerrando la puerta.

— no ~ madre ~ abre ~ abre — raspando la puerta con sus manos y gritando.

Después de gritar y llorar mucho Ada se rindió, se encontraba en un rincón para que no le de frío.

— grrr ~ grrr — sobándose la panza — no comí nada ~ maldición debí agarrar algo.

— solo hay que esperar ~ mañana será un mejor día.

Ada empezó a recordar lo que había pasado lo que hizo que en su rostro se forme una hermosa sonrisa.

— Kai era un chico muy lindo ~ pero en sus ojos se veía una gran tristeza y miedo.

— sus ojos son de un bello color azul como el cielo ~ son como de esa señora que parecía un ángel.

— que estará haciendo ahora — pensando en Kai.

...KRAK BOOM...

— hay por dios me asustó — tapándose los oídos para no escuchar los fuertes truenos.

— tengo miedo Kai.

En otra parte

— Ada — despertó abruptamente.

— está lloviendo muy fuerte y no deja de caer truenos — pensando en Ada.

— espero estés bien Ada.

Día siguiente

— jove Kai ~ noticias — acercándose a la mesa

— habla — mientras desayuna.

— tal parece que su hija está en el hospital ~ en la mañana nuestros hombres vieron salir rápidamente a los padres con una niña en brazos.

— cuando lo siguieron llegaron hasta el hospital.

Cuando Kai escucho la palabra hospital, su corazón se empezó a sentir muy mal.

Al ser unos de los mejores hospitales privados, solo gente con mucho dinero podía entrar.

— tengo entendido que alquilaron una habitación VIP alejada de los demás ~ sospechoso ~ no cree.

Kai quería llegar lo más rápido posible ~ su corazón se sentía alterado y no dejaba de palpitar

— por suerte no hay nadie — en la mañana había un guardia.

— tu ~ vigila.

Cuando abre la puerta y la ve ahí tan frágil y delicada ~ se acerca muy despacio para no molestarla, cuando ve todo los moretones que tiene.

— cuando te deje en tu casa no tenías ninguna herida — tocando delicadamente su rostro.

— esos malditos ~ te hicieron esto ~ me las pagarán — apretando fuertemente sus puños.

Ada empezó a sentir algo frío tocando su rostro, pero la manera que la tocaba era tan delicada que no dudo en ver quién era.

Abriendo lentamente sus ojos — Kai eres tú — sonriendo.

Cuando Kai vio su sonrisa, se olvidó de todo ~ lo único que ahora le importaba era Ada.

— si ~ como te sientes — ayudándola a levantarse.

— quieres agua u otra almohada — ansioso.

— jajaja — riendo — solo tengo hambre ~ no comí nada.

— cómo que no comiste nada — muy molesto le acerca las frutas que había en la mesa.

— porque estás aquí Kai ~ mascando una uva.

Kai no dijo nada, no podía decirle que quería secuestrarla para obtener información de sus padres.

— vine por un amigo que se fracturó la pierna, cuando me confundí de habitación y entre a la tuya.

— si ~ como no.

— no me crees ~ verdad.

— no ~ pero no importa ~ estás aquí conmigo.

— sabes aunque no se nada de ti ~ me siento segura a tu lado ~ tú me brindas seguridad.

Para Kai que alguien le dijera que le daba seguridad era algo asombroso porque lo único que él daba era miedo.

Kai y Ada se quedaron hablando durante casi una hora, para ellos en ese momento no pensaron en cosas malas solo en la seguridad que cada uno se brindaba cuando estaban juntos.

— tienes que irte ~ mis padres regresarán pronto.

Viendo la cara de preocupación de Kai — estaré bien.

— está bien ~ pero ten por seguro que ahora no te dejaré sola.

Con una gran sonrisa — adiós.

Kai no quería dejarla ahí, pero tenía que hacerlo.

Ahora debía ocuparse de otras cosas.