Un acuerdo nada convencional. Bryan Roignz, un famoso empresario y abogado, es un hombre apuesto y deseado por muchas, por su dinero, belleza, fama y poder. Sin mencionar que su apellido ya tiene su propia fama. Él ve una gran oportunidad, pero necesita ayuda. Samantha, una mujer fuerte, decidida y con habilidades únicas, se encuentra sin nada. De un día para otro, su vida da un giro total. Él necesita un acuerdo y ella dinero. El destino decide ponerlos cara a cara. Ven conmigo, viajemos juntos en esta historia de amor, comedia, superación y fe...
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Capítulo 11
Bryan
Después del almuerzo decidieron que irían a casa de Hector, creyeron que él también iría.
Solo que cuando subo al coche, recuerdo que necesito hablar con mis padres.
Olvídalo, no hay posibilidad de ir a casa de Hector.
Samanta y Luna
Samantha: Bueno, mejor empezamos a comprar ya
Luna sonriendo: De acuerdo, y estoy amando todo esto, Sam, vamos en taxi
Samantha: ¿Cómo así? Luna, ya estamos en un centro comercial
Luna: Sí, pero aquí no podemos comprar la ropa que necesitas para ser la esposa de Bryan Roigns, él es muy importante y como dicen, solo anda con la crema y nata, o sea, la alta sociedad.
Samantha pensando: Creo que metí la pata, pero no tenía otra salida, ¿dónde conseguiría un millón de euros de la noche a la mañana?...
Samantha respirando: Claro, ¿y adónde vamos?
Luna entrando en un taxi: Vamos -dice el nombre de un famoso centro comercial, donde todo era carísimo-
Samantha: De acuerdo, la tarjeta es suya de todos modos.
Luna sonriendo: Seguro que Bryan está muy enamorado, hasta te dio su tarjeta.
Samantha: Sí, estamos muy enamorados.
Samantha pensando: Necesitamos que todos lo crean y hasta el rarito tiene razón, si nos hacemos los enamorados delante de todos, sin excepción, es más fácil que lo crean.
Luna: Quién diría que mi tía, tan dedicada a su carrera, cambiaría por amor.
Luna: Rayos, me di cuenta de la tontería que hice al hablar de la carrera de Sam, pocas personas la conocen y saben cuánto se entregó a lo que hacía...
Samanta: Sé que Luna no habló con maldad, pero me duele mucho recordarlo...
Luna la abraza: Lo siento, tía Sam, no quería...
Samantha la interrumpe: Está bien, linda.
Luna: Bueno, ¡vamos a divertirnos mucho! Y, ¿cuándo se lo dirás al abuelo y al abuelo?
Samantha pensando: No quería contarlo...
Samantha: Después de las compras, cuando llegue a casa, los llamaré.
Luna: Deberías darles la noticia personalmente.
Samantha: No, sabes que tu padre murió en el mismo edificio que ellos y Julia seguro que iría allí a molestarme. Y además, querida, no importa lo que diga, van a creer lo que quieran o lo que les digan.
Luna: Dios mío, tía...
Samantha: Después de tantos tropiezos, aprendemos a levantarnos solos. Cambiemos de tema.
Luna: Mejor.
Mansión de los Roigns
Bryan: Había llamado y mis padres estaban en casa, les dije que necesitaba hablar con ellos y me están esperando.
Cuando entro en la sala, ya veo a mi madre venir con una sonrisa enorme en la cara, hace tiempo que no venía a su casa.
Carmem: ¡Hola, hijo mío! ¡Qué bueno que viniste a vernos!
Bryan dando un beso a su madre: Hola, mamá.
Alejandro: ¡Buenas tardes! Creí que te habías olvidado de dónde vivíamos.
Bryan: Hola, papá, sin dramas, no hace tanto tiempo...
Alejandro: Solo casi un año, Bryan, en Navidad del año pasado pasaste por aquí...
Bryan: Lo siento, sabéis que me dedico mucho a mi profesión y acabo perdiendo la noción del tiempo.
Carmem: Hijo mío, deberías tomarte un descanso de esta vida, si te hicieras cargo de la empresa con nosotros, no tendrías estos problemas e incluso me atrevo a decir que ganarías aún más dinero.
Bryan: Mamá, por favor, ¿otra vez esta conversación? Sabéis que amo lo que hago y no lo cambiaría por nada.
Carmem: Está bien, cariño, lo siento, hace tanto tiempo que no vienes por aquí, no vamos a perder el tiempo discutiendo.
Alejandro: Estoy de acuerdo con tu madre... ¿Cómo estás?
Bryan: Gracias por preguntar, estoy bien. De hecho, enamorado.
Carmem sonriendo: ¡Qué buena noticia!
Alejandro: Depende, Carmem, si es una mujer como Milena, mejor que no lo estés.
Carmem: Por favor, Milena es pasado y además no todas las mujeres son iguales.
Alejandro: Tratándose del famoso Bryan, debes tener cuidado.
Carmem: ¿La conocemos?
Bryan: No, de hecho, hace solo unas semanas que está en Madrid, vivía en Barcelona, allí fue donde nos conocimos.
Carmem: ¿Es guapa? ¿Alta, baja, color de ojos, pelo...?
Bryan pensando: Es una diosa\, qué mie*** voy a tener que describirla.
Bryan: Es una diosa, mamá, me llega al hombro sin tacones, ojos color miel, cabello largo y la conoceréis.
Bryan pensando: Debe estar increíble en vestido y tacones. Qué pensamiento tan extraño...
Carmem: ¿Quién es ella? ¿Apellido, profesión...?
Bryan: No es de la alta sociedad, era profesora y entrenadora personal, y su antiguo apellido no importa en este momento, ya que llevará nuestro apellido.
Alejandro sonriendo: Interesante, una fuera de tus estándares y te vas a casar tan rápido...
Bryan: ¿Cómo así, papá?
Alejandro: No es de la alta sociedad, ni abogada, médica, actriz, modelo famosa, nada que impacte a nuestros conocidos.
Bryan: Por favor...
Alejandro: Hijo, no estoy diciendo que eso sea malo.
Solo hay dos razones por las que harías esto.
La necesitas para algo relacionado con tu empresa o encontraste el amor.
Como aún no te he visto con ella, solo puedo decirte que si estás a punto de casarte por alguna razón relacionada con tu empresa o tu carrera, no lo voy a permitir y lo voy a descubrir.
Carmem: Estoy de acuerdo con tu padre, tardaste tres años en pedirle matrimonio a Milena y aun así estabas pensativo, estabas realmente enamorado de ella, pero no había amor.
Ahora, si estás haciendo como hacen muchos, esos llamados acuerdos, lo voy a descubrir, Bryan. Y sabes que soy muy buena con la gente, lo heredaste de mí.
Bryan: Sí, lo sé. Solo que estamos enamorados y nos vamos a casar.
Carmem: ¿Cuándo será la boda?
Bryan: Mañana nos casaremos por lo civil, no queremos nada más, al menos por ahora. Somos parecidos en ese sentido.
Ellos: ¡¡¡Mañana!!!
Alejandro: Bryan, dinos la verdad, ¿te casas por alguna otra razón?
Bryan: ¡No! Sabéis que no me gusta que nadie se meta en mi vida personal y como ella se vino a vivir a Madrid, decidí pedirle matrimonio.
Carmem: Mmm, no sé, Bryan, sabes que sé leer a la gente y aunque seas muy bueno en mantenerte neutral, creo que hay algo extraño en este matrimonio.
Bryan: No hay nada extraño, solo que estamos realmente enamorados, somos adultos, nos conocemos desde hace un tiempo, ella es discreta como yo y por fin nos vamos a casar.
Después, disculpen lo que voy a decir, pero no les estoy pidiendo permiso, solo se los estoy comunicando.
Alejandro: Delicado como siempre.
Carmem: ¿Cuándo voy a conocer a mi nuera?
Bryan: Pronto.
Carmem: ¡Negativo! Esta semana haré una cena e invitaré a tu hermana.
Tu esposa necesita conocer a su familia y nosotros necesitamos conocerla.
Bryan: De acuerdo.
Se quedan conversando.