Tronos Y Guerra La Prueba De Las Cuatro Tierras

La mañana siguiente llegó con un calor abrumador, que se colaba por las rendijas de la pequeña base donde estaban alojados los competidores. La luz del sol se filtraba por las ventanas, proyectando sombras alargadas sobre el suelo polvoriento. El sonido de un helicóptero viejo resonó en el aire, un eco metálico que cortaba el silencio del desierto artificial que los rodeaba.

Argus descendió del aparato, su figura imponente y su voz profunda haciendo eco mientras bajaba por la escalerilla. Detrás de él, el viejo helicóptero parecía más un fósil de tiempos pasados que un medio de transporte. El zumbido de las aspas y el chirrido de la estructura metálica se unieron en un concierto de descomposición.

—¡Buenos días, sobrevivientes! —gritó Argus, levantando la voz para hacerse oír sobre el ruido del helicóptero—. Espero que estén listos para lo que viene.

Los cinco competidores restantes, Marcus, Jared, Nora, Mateo y Lian, se agruparon alrededor de él, las miradas de todos reflejando una mezcla de ansiedad y determinación. Cada uno sabía que la tercera tierra era el siguiente paso en su lucha por sobrevivir, y la tensión en el aire era palpable.

—Hoy los llevaré a la tercera tierra —continuó Argus, con una seriedad que hizo que todos se pusieran en alerta—. Pero antes, tenemos algo especial para ustedes.

Mientras Argus hablaba, un grupo de personas se acercó a la plataforma de aterrizaje. Llevaban cámaras y micrófonos, y las luces brillantes de las cámaras reflejaban los destellos del sol. Era el equipo de la única cadena de televisión que había sobrevivido a la ola de calor, que se había vuelto un espectáculo en este mundo post-apocalíptico.

—Como parte de la cobertura de la competencia, dos de ustedes serán elegidos para una entrevista en vivo —anunció el presentador, una figura familiar para los competidores, aunque su rostro era ahora más duro, como el mundo que los rodeaba.

La tensión creció mientras el presentador sacaba una bola del recipiente. Los corazones de los competidores latían con fuerza mientras se preguntaban quién sería el elegido. Cuando el presentador abrió la bola, sus ojos brillaron con emoción.

—Los seleccionados son... Nora de Altum y Lian de Windridge.

Nora sintió un torbellino de emociones al escuchar su nombre. Era una oportunidad, pero también un riesgo. El presentador continuó hablando sobre el formato del programa, pero Nora apenas escuchaba. Su mente se centraba en la incertidumbre y el miedo que la envolvía. Un día más de descanso sonaba bien, pero no sin el peso de lo que eso significaba.

El helicóptero despegó y, mientras volaban sobre el desierto artificial, el sol se deslizaba por el cielo como un reloj implacable. Nora observaba por la ventana, la vasta extensión de arena y rocas que parecía nunca terminar, su mente girando en círculos. Cada grano de arena representaba una elección, un sacrificio, un camino no tomado.

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Una vez en el estudio de televisión, la atmósfera era frenética. Las luces brillaban intensamente, los gritos de los productores y el sonido de los equipos llenaban el aire. Nora fue llevada a una sala de maquillaje, donde un grupo de estilistas comenzó a trabajar en su apariencia. A pesar del calor que aún sentía en su piel, las manos rápidas y expertas la hicieron parecer casi etérea.

Mientras la maquilladora aplicaba el maquillaje, Nora se sintió abrumada por el bullicio que la rodeaba. A su lado, Lian era embellecido con un aire de despreocupación. Sin embargo, la risa y la camaradería se desvanecieron cuando una figura extraña apareció.

Era una mujer de apariencia peculiar, vestida con ropas extravagantes y un maquillaje deslumbrante que casi parecía un disfraz. Se acercó a Nora, sus ojos brillantes y una sonrisa en su rostro.

—Eres Nora, ¿verdad? —preguntó la mujer, su voz suave como un susurro, pero con un tono que transmitía una advertencia.

Nora asintió, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

—Escucha —continuó la mujer, bajando la voz como si temiera que alguien los escuchara—. Yo soy de la residencia. Tu hermano Eli estaba aquí antes de... ya sabes.

Nora sintió que su corazón se aceleraba. Eli. El nombre resonó en su mente como un eco, recordándole la pérdida que había sufrido. Él había sido su roca, su apoyo en un mundo que parecía desmoronarse.

—Si quieres vengarlo, únete a nosotros —dijo la mujer, acercándose aún más, como si compartieran un secreto—. Eli fue un líder entre nosotros. Si te unes, tendrás el poder para hacer algo, para cambiar las cosas.

Nora se sintió abrumada, las palabras de la mujer resonando en su mente. Venganza. La idea era tentadora, pero al mismo tiempo aterradora. ¿Realmente quería seguir un camino de sangre y conflicto?

La mujer extendió su mano hacia Nora.

—Cuando estés en la tercera tierra, si decides unirte a nosotros, solo levanta el índice y el pulgar frente a las pantallas —susurró, antes de alejarse con una sonrisa enigmática.

Nora se quedó allí, en silencio, mientras la mujer se desvanecía en la multitud. La oferta resonó en su mente, un eco de una elección que no estaba segura de querer hacer.

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Después de la entrevista, donde se hicieron preguntas sobre su experiencia en la competencia y sus esperanzas para el futuro, Nora salió de la sala sintiéndose más perdida que nunca. Se encontró con Lian, que la esperaba con una expresión de desafío.

—Te vi en la entrevista. Vaya actuación, Nora —dijo Lian, con una sonrisa burlona—. Estás ganando puntos con los padres de la patria.

Nora frunció el ceño, sintiendo una mezcla de enojo y frustración.

—¿Qué quieres decir? —respondió, cruzando los brazos.

—Solo que es curioso. Ayude a tu amiguito Marcus en la segunda prueba, pero en la tercera, hará lo que sea necesario para sobrevivir incluso olvidara la ayuda que le brinde —respondió Lian, su voz cargada de sarcasmo—. Y tú deberías hacer lo mismo.

Nora lo miró, su frustración aumentando.

—No estoy aquí para traicionar a mis amigos, Lian.

Lian se encogió de hombros, como si no le importara.

—Quizás no tengas otra opción. En este juego, nadie es realmente un amigo recuerda que solo dos de nosotros cinco podrá sobrevivir —replicó Lian, alejándose mientras sus palabras resonaban en la mente de Nora.

La incertidumbre la envolvió. La oferta de la mujer extraña pesaba en su mente mientras se preparaban para la tercera tierra. Su mundo estaba lleno de decisiones difíciles, y el tiempo se estaba acabando. ¿Qué haría ella? ¿Estaba dispuesta a arriesgarlo todo por venganza, por su hermano? ¿O podría encontrar otra manera de sobrevivir en este mundo despiadado?

Luego de un rato Argus les llevo a base pequeña donde los demás los esperaban a ellos dos, Marcus, Jared y mateo sentados en una única cama mirando fijamente el suelo sabiendo que solo dos podrán sobrevivir mañana

--Oye Jared, Marcus, venga un momento necesito hablar con ustedes dos-- dijo Argus, con un tono de voz serio

--Si díganos, ¿qué es lo que nos tiene que decir? -- dijo Marcus, tragando saliva

--Aléjense de Nora, que están formando una alianza y los padres de la patria no quieren que sigan, porque están alterando al público y puede ser peligro, aquí entre nos la favorita del público es Nora, y el de los padres de la patria es lían --

--Esta bien señor lo haremos no se preocupe --