NovelToon NovelToon
La Niña Del Capo

La Niña Del Capo

Status: Terminada
Genre:BDSM / Diferencia de edad / Dominación / Mafia / Completas
Popularitas:1.8M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Yesenia Stefany Bello González

Stefano Messina es el nuevo Capo de la ´Ndrangueta, un cargo que nunca pensó que tendría. Para seguir siendo el jefe debe cumplir las reglas que le ha impuesto su hermano, siendo la más importante mantenerse alejado de Inés Guzmán. La dueña de sus fantasías más perversas.
¿Podrá hacerlo o caerá ante la dulzura de la única mujer que no puede tener?

NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Desobediencia

Stefano

Recorro el cuerpo de la mujer que está frente a mí.

Cuando escuché su dulce voz esperé encontrarme a la niña que atormenta mis recuerdos, pero no fue así.

Inés es toda una mujer.

Presiono con fuerza el muslo de la prostituta a mi lado como una advertencia para que no haga un movimiento en falso. Aún no he terminado con ella.

Me levanto y abrazo a la chica que me mira con unos enormes ojos de ciervo.

–Que gusto, mi niña –susurro cuando la tengo en mis brazos–. Estás preciosa –digo sin poder evitarlo.

Inés se aleja, incomoda mientras mira a la puta.

–¿Es ella… es ella tu novia? –pregunta entre titubeos.

–No –ladro.

Podré ser muchas cosas, pero nunca tendría una relación con una mujer adicta a la cocaína y al crack

Inés da un paso hacia atrás, asustada por mi reacción.

–Son negocios –agrego de forma más conciliadora.

Inés asiente.

–¿Qué puedo servirles?

–Un café, por favor –digo.

–Enseguida –dice antes de girarse y caminar hacia la barra.

Mis ojos siguen detenidamente sus largas piernas y ese perfecto trasero.

Me encantaría azotarlo hasta dejarlo ardiendo.

Tomo el brazo de la asustada mujer que pasa a mi lado corriendo.

–No tan rápido, tenemos una conversación pendiente.

–Por favor –comienza a sollozar.

La devuelvo a su asiento y saco mi arma y la clavo en sus costillas.

–Tranquila –digo en un susurro–. Si quieres vivir ya sabes lo que tienes que hacer.

–No sé dónde está. Lo juro.

Saco mi navaja y la clavo en su vientre con la fuerza necesaria para asustarla, pero no para lastimarla.

–Respuesta equivocada. Ricky es tu proveedor y acabas de inyectarte hace menos de media hora. Dime dónde está.

–Me matará –susurra.

Miro como la máscara de sus enormes pestañas corre por sus mejillas debido tanto a sus lágrimas como a su sudor.

–Última oportunidad –digo con impaciencia.

La mujer huele a alcohol y a perfume barato y ya no pienso seguir soportándola.

–Avenida Bronxwood con la doscientos veinte. La casa con el toldo azul.

La suelto.

–No era tan difícil, ¿no?

–Va a matarme.

–No. Yo te mataré si descubro que has mentido –digo–. Puedes irte. Y por tu bien espero no volver a verte –siseo y la mujer sale corriendo.

Busco a Inés con la mirada y la encuentro conversando con el tipo que atiende el bar. Ambos ríen como si la vida se les fuera en ello.

¿Qué mierda puede ser tan gracioso?

La chica pelirroja le entrega la bandeja a Inés y ésta la recibe y camina hacia mí.

Lleva una blusa blanca y con el foco de luz pegándole en todo el pecho puedo ver la forma de su brasier blanco con encaje conteniendo sus pechos altos y perfectos. Una falda tubo deja a la vista sus preciosas piernas y un delantal azul marino amarrado en su cadera realza su pequeña cintura.

–Tu café –dice y lo coloca sobre mi mesa–. ¿Algo más?

–¿A qué hora sales?

–Espero que a las cuatro de la mañana, pero eso va a estar difícil –dice mirando a todas las mesas llenas.

–Te llevaré a casa.

–No, gracias. No puedes esperarme hasta que termine. Además, vivo a dos estaciones de aquí, tomaré el metro.

–Te llevaré a casa –insisto.

–No es necesario.

Me pongo de pie y tomo su mentón entre mi dedo índice y pulgar.

–No era una pregunta. Te llevaré a casa, mi niña.

Se cruza de brazos y levanta su barbilla, obligándome a soltarla.

–No necesito un hermano mayor, Stefano. Si tengo la edad suficiente para trabajar y vivir sola, ciertamente puedo tomar el puto metro a las cuatro de la mañana –suelta con vehemencia.

¿Hermano mayor?

Me rio internamente. Si supiera las cosas que quiero hacerle no me tacharía de hermano mayor.

–Eres mi responsabilidad –digo.

Lanza su cabeza hacia atrás y suelta una carcajada.

–No lo soy.

Me cruzo de brazos al igual que ella.

–Estás en mi ciudad –digo–. Harás lo que yo te diga.

Vuelve a reírse. –Sigue soñando –dice antes de girarse y volver a la barra, dejándome solo.

Pero qué mierda.

No tolero que las personas no sigan mis órdenes, menos si esa desobediencia proviene de una mujer.

Vuelvo a mi asiento y bebo el café lentamente mientras miro a la chica insolente coquetear con clientes y con el barman. Si fuera mía esa audacia le costaría un buen castigo.

–Pero no lo es –me recuerdo. No si quiero seguir siendo el Capo de La ´Ndrangueta. No si quiero mantener la confianza de mi hermano.

No si quiero que esa preciosa niña no salga lastimada por mi culpa.

Sacudo la cabeza en negación al recordar lo que ese drogadicto le hizo. Inés nunca dejará que alguien vuelva a amarrarla y azotarla, ni siquiera por placer. Y yo sencillamente no puedo sentir placer si no tengo sexo a mi manera.

Cuando no es la chica adecuada no lo es y ya.

Pero una cosa es que no pueda someterla en la cama y otra muy distinta es que permita que no me obedezca. Ella cree que ganó esta discusión, pero no lo hizo.

Saco un fajo de billetes de mi billetera y lo dejo sobre la mesa. Ya volveré por esa desobediente, pero primero tengo que ajustar cuentas con alguien.

*****

–No. No. Por favor, no –ruega.

Sonrío y le saco otra muela con mi tenaza de metal, disfrutando de los aullidos de dolor que suelta.

–No puedes huir de La ´Ndrangueta –le recuerdo.

Masculla palabras sin sentido.

–Y sabes que nadie puede robarnos –continúo.

–No les robé –susurra mientras la sangre fluye de su boca–. Tengo una deuda que pagaré cuando tenga el maldito dinero.

Me rio. Pobre iluso.

–No nos importa tu dinero, Ricky. Ya no –digo mientras coloco la daga frente a él. Comienza a moverse, pero no puede hacer mucho ya que lo tengo amarrado a una silla. Y además, le quebré ambos pies con un martillo cuando intentó huir.

–¿Qué vas a hacerme? –pregunta con los ojos completamente dilatados por el terror.

–Entregar un mensaje –digo antes de clavarle la daga en su vientre y retorcerlo.

Veo como da su patético último aliento. Le doy una patada a la silla y cae al suelo, todavía amarrado, sobre su propio charco de sangre.

Eso les enseñará a estos imbéciles a pagar a tiempo.

Me apresuro en recoger mis cosas y subirlas al auto.

Inés hoy aprenderá una lección.

1
Lucy alejo
me encantó la novela y muy triste el tema que tocaste me dolió mucho
Lucy alejo
ahora sí quieres saber pendejo 😡
Lucy alejo
uy esto se va a poner bueno!! 🤭😂
Lucy alejo
jajaja cadaver 😂
Lucy alejo
eso es violación era menor de edad 😡 pero el no lo quiere aceptar en su mente eso es normal
Lucy alejo
necesita terapia!!
mariana arreola
Muy Bella Historia Excelente Novela
Nini Marin
pobre Stefano no acepta que fue abusado y lo ve muy normal necesita muchísima terapia apoyo para aceptar su pasado
Nini Marin
dicen que todo se paga en la vid y hay está flor pagando por todo el dolor que a causado y el trauma que le dejo a Stefano
Nini Marin
muchas veces juzgamos a las personas sin saber el dolor que llevan dentro simplemente nos dejamos llevar y ya sin pensar en el porque son asi
Nini Marin
huyyy eso es un dolor muy desgarrador perder los padres y queda un vacío en el corazón,mi madre estuvo hospitalizada y el día que murió yo estaba hay fue 2 años después de que mi padre muriera😩😩😩🙏🙏🙏
Nini Marin
y pensar que eso le pasa a muchos niños que los padres no están pendientes de ellos y le dejan la crianza a niñeras abusadoras y abusivas
Nini Marin
la verdad no entiendo el porqué tanto drama de Stefano si Inés sabe a qué se dedica y cuáles son sus negocios y si tanto la quiere y no puede vivir sin ella pues deje el sadomasoquismo y entreguése a la pasión con ella
Nini Marin
Inés necesita terapia para superar todo el trauma vivido y empezar de nuevo sin temores
Nini Marin
gracias escritora muchas gracias bendiciones
Nini Marin
no se pero mi forma de pensar cómo puede una persona sentir placer con golpes y maltrato se supone que en la intimidad se debe ser amoroso, delicado sensual ushh bueno pero allá cada cual y sus gustos excéntricos
Aura Escalona
Leyendo tú historia por segunda vez.... Me encanta. Gracias autora.
Rosa Pandui
Que hermosa historia de principio a fin,,un gran amor a prueba de todo
Rosa Pandui
Fue una historia muy interesante y maravillosa,,me encantó,, muchísimas felicidades estimada escritora
Rosa Pandui
Es un acontecimiento maravilloso que se hayan casado,,con lluvia como sea,,lo importante es que están juntos
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play