¡Hey Gorda!... ¿Gorda?

Había llegado al autobús en el que se irían al viaje, tuvo que sentarse hasta atrás ya que nadie quería que se sentara su lado.

Tks, ni que me los fuera a comer.

Suspiró y acomodó sus cosas para sentarse, sacó su libro favorito y comenzó a leerlo.

Después de dos horas llegaron a un bosque, que por lo visto estaban solo ellos, el sol apenas se estaba mostrando bien así que decidió bajar sus cosas y caminar.

Miró los alrededores, había llevado una cámara con ella. Habían un gran río, era bajo por lo que nadie podría ahogarse ahí. Los demás también comenzaron a mirar a los alrededores.

La profesora les pidió que estuvieran ahí a las 5 en punto para la comida, también que fueran en grupos grandes para que no se perdieran, después de todo traían celulares cada uno.

Caminando libremente encontró una ardilla, la persiguió para tomarle fotografías y cuando se dió cuenta, no sabía dónde estaba. Llegó a un pequeño barranco y las chicas de otro grupo la iban siguiendo sin que ella se diera cuenta.

Seo Yin se acercó al barranco y lo observó, parecía un poco profundo y grandes piedras al final. Miró a la ardilla corriendo por ahí y soltó una pequeña risa, se dió la vuelta y las chicas comenzaron a mirarla con pistolas de agua, ella retrocedió por lo helada que estaba, cayendo por el barranco.

Las chicas se asustaron al verla al final del barranco, llena de sangre por los golpes y salieron corriendo en busca de la profesora.

Seo Yin se despertó al oír los gritos de las chicas y luego los pasos rápidos que daban para retirarse.

Se levantó como pudo y miró hacía arriba, todo su cuerpo dolía y se había fracturado el codo. Viendo que no podía subir en su estado actual, decidió seguir el primer sendero que tenía el barranco, había otro pero se veía que podía salirle una serpiente de entre todas esas ramas, después de todo eso era un bosque.

Siguió caminando adentrándose en el bosque, estaba mareada por los golpes y su brazo seguía hinchándose más. Miró su celular, ¿pero a quien podía marcar? no tenía el número de nadie y si marcaba a su hermano o su madre, no le responderían. La única opción era su padre, pero cuando iba a marcar, se desmayó.

"¡Hey, niña! ¿Estás bien?" Alguien la llamaba pero no podía responder, tampoco reconocía su voz.

"¿Quién...?" No pudo formular bien las palabras.

"¡Cariño por favor ven rápido con el botiquín!" gritó aquel señor.

"Oh, pobresita, se ve muy mal" habló una señora.

¿Quiénes son ustedes? ¿Me han encontrado ya?

~En otra parte antes de que Seo Yin se desmayara~

"¡Profesora venga rápido! ¡Seo Yin se ha caído desde un barranco!" las chicas habían ido por la profesora, todos los del grupo las siguieron.

Pero al final del barranco no había nada.

"La vimos llena de sangre, ¿dónde podría estar?" habló una de las chicas, mordiéndose las uñas.

"¡Seo Yin!" comenzaron a gritar buscándola, no podían baje al barranco por qué no habría manera de subir.

Las horas pasaron y no la encontraban.