ANÓMALOS

Ser un agente del Departamento de Control de Anómalos conlleva muchos riesgos últimamente, aunque antes también existían riesgos que podrían terminar con tu vida, pero ahora ese porcentaje se ha elevado demasiado; no solo porque la aparición de anómalos se ha vuelto más recurrente, pasando de tener cinco casos al mes durante los primeros dos años de la DCA, ha llegar a tener más de 20 por mes en el último año. Además, deben añadirse grupos de anómalos que se oponen al gobierno y a la DCA. Otro factor preocupante es que el aumento de casos de anómalos, ha sobrepasado en varias ocasiones la capacidad de respuesta del DCA, causando una sobreexplotación de los agentes disponibles. Siendo ese mi caso.

«¡Aah, quiero tomar una siesta!» pensé mientras veía el reloj en la pared de mi habitación.

¡Toc, toc!: ¡toc, toc!

—¿Quién es?

—Soy el agente Álvaro, y traigo un mensaje del director regional para usted.

—Pasa.

«Aquí vamos otra vez»

—Con permiso.

El agente entro a la habitación y me entregó el mensaje.

—Bien, paso a retirarme.— dijo el agente mientras abría la puerta para marcharse.

«Asi que un incendio en un edificio residencial»

Por suerte, solo me estaban poniendo al mando de una misión, así que podía enviar a otros agentes a hacer las cosas.

«Ahora, ¿A quién le encargó esto?»

—Ya sé, se lo voy a dejar a esos dos.— murmuré para mí.

Entonces, tome el comunicador y empecé a marcar un número en el.

¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip, biiiip!

—¡Hola!, ¿Quién habla?

—Emily, soy yo, Carolina, tengo un trabajo para ti.

—¡Oh!, señorita Carolina, ¿De qué trata el trabajo?

—Bien, realmente no es nada complicado, solo debes ir a confirmar la supuesta participación de un anómalo en el incendio de un edificio. Ya sabes, debes tomar fotos, ver los niveles de Kuxtal en el área y, por último, hacer un informe con la información que obtengas.

—¿Y si me encuentro con el anómalo?... ¿Lo elimino?

—Solo debes detenerlo y traerlo para ser interrogado, si no queda de otra y representa un peligro para la población entonces, si lo puedes eliminar. ¿Entendido?

—Entendido.

—Y otra cosa, debes llevar a un compañero, pero no te preocupes por pensar a quien llevar, ya te asigné uno yo. Te diré los datos del agente que te asigné.

—…

—Es un agente de rango dos. Su nombre es Leonardo…

—¡Esperé!… ¿Leonardo?

—Así es.

—¿No se había tomado unas vacaciones?... Recuerdo haberlo escuchado decir que se alejaría unos días del trabajo.

—Así debía ser, pero no sé las dieron.

—¿Por qué?

—Porque los agentes escasean en estos momentos, y más los agentes con años de experiencia, como es el caso de Leonardo.

—Entiendo. Entonces, adiós…

—Un momento, ¿Sabés dónde vive Leonardo?

—Hum… No.

—Bien, te diré su dirección... Vive entre la avenida Coba y la calle Amara, en el edificio residencial Los Pinos.

—Lo tengo, gracias.

—Buena suerte, y tengan cuidado.

—Sí… adiós.

—Ahora si podré tener un momento de descanso.— exclamé con alegría.

“Mensaje de voz entrante.”

—Agente Carolina, se solicita urgentemente su presencia en la sala de reuniones principal.”

“Finalizo el mensaje de voz.”

(Suspiro)

«¿No puedo tener un momento de tranquilidad?»

—Veamos que quieren.— exclamé con tristeza.

Solo bastaron unos cuantos minutos para llegar a la sala de reuniones principal. Realmente ayudaba residir en la sede, sin mencionar que sus instalaciones eran muy buenas, aunque los agentes que residen aquí eran los más solicitados, por la rapidez en que podían moverse. Siendo la razón por la que la mayoría de agentes prefirieron vivir en sus casas o departamentos, en vez de quedarse en las habitaciones que hay en la sede regional.

Una vez estando en la sala de reuniones, me senté en una de las sillas que estaban en la habitación, mientras esperaba a que llegará la persona que requería mi presencia con urgencia.

«¿Qué será esta vez?»

—Buenos días, agente.

«Esta voz»

Y tan rápido como escuché el saludo, mi cabeza giro en la dirección de donde provino la voz. Y ahí estaba, un sujeto vestido con un traje de tres piezas y posiblemente de unos 50 años, pero que su edad no te engañe, pues era un hombre realmente peligroso, no solo por su capacidad de pelea, también por los años de experiencia acumulada; ese hombre era el director general de la DCA, aquel a quien todas las sedes regionales responden, y quien informa directamente al gobierno central.

—Perdón por la espera, es que necesitaba confirmar algo antes de venir.

—No se preocupe, director.

—No es necesaria la formalidad, puedes llamarme simplemente Dariel.

—Está bien, señor Dariel.

Él simplemente me observo por unos segundos para después dar un pequeño suspiro y centrar su mirada en el sobre que había traído.

—Bien, empecemos entonces.— exclamó el hombre.

Yo solo asentí levemente a sus palabras.

—Primero, ¿Esta asignada a alguna otra misión?

—Sí, señor.

—¿De qué trata la misión?

—Simplemente confirmar la participación de un anómalo en el incendio de un edificio residencial.

—¿Tú eres la que esta al mando de la misión?

—Sí, señor.

—Bien, entonces asigna a otro agente de menor rango para que se encargue de esa misión. Y después de que lo hayas hecho, prepara tus maletas para partir. Ahora estas asignada a una misión más importante

—Entendido, pero… Tengo una pregunta, señor.

—¿Cuál es tu duda?

—Sobre la misión.

—Todo lo que necesitas saber sobre la nueva misión esta en estos papeles.— dijo mientras me entregaba un sobre. —Solo te diré la misión de manera superficial, pero los detalles están ahí.— señalando el sobre que tenía entre mis manos. —Bien, la misión en rasgos generales trata de la captura de uno de los altos líderes de la organización conocida como Los libertarios. Como bien sabes, esta es una organización formada por anómalos rebeldes, aquellos que no saben que son un peligro no solo para las personas que los rodean, si no también para ellos mismos… Pues bien, hemos localizado a uno de sus líderes en Arames. El porque se encuentra en esa ciudad no lo sabemos, pero no será para nada bueno, eso lo puedo asegurar. Él debe ser capturado con vida, los demás anómalos que lo acompañen pueden ser eliminados, y recuerda esto, tienes vía libre para ocupar tantos recursos como sean necesarios… No podemos perder una oportunidad como esta.

—Entendido, señor. ¡No lo decepcionaré!

—Espero buenos resultados agente Carolina. Buena suerte.— dijo mientras se marchaba de la sala de reuniones.

Una vez habiéndose retirado el señor Dariel, yo salí de la sala de reuniones y me dirigí a la oficina del director regional.

¡Toc, toc!: ¡toc, toc!

—Adelante.

—Buenos días director, vengo a…

—Sí, ya me informaron de todo, ¿a quién vas a asignar?

—Sí, voy a asignar al agente Leonardo de rango dos. Él ya está involucrado en la misión junto a la agente Emily de rango tres.

—Bien, yo les avisaré a los dos agentes de la situación. Ya puedes retirarte.

Simplemente asentí con la cabeza y pase a retirarme a mi habitación para prepararme y partir lo antes posible a Arames. Y después de acomodar mis cosas en las maletas, me dirigí al estacionamiento del edificio.

«Bien, la nota dentro del sobre decía que un coche me esperaría en el estacionamiento»

—Un Ravelin color negro.— dije mientras buscaba el coche en el estacionamiento.

¡Piii, piii!

—¡Superior, por aquí!— grito un hombre joven.

Tras dar unos cuantos pasos pude llegar hasta donde estaba el coche.

—Ciro, agente de rango tres.— exclamó mientras me mostraba su identificación. —Yo seré quien la lleve hasta la estación.

—Carolina, agente de rango uno.

—Si, es difícil no saber quien es usted dentro de la DCA, después de todo no son muchos los agentes que ostentan el rango uno.

—Muy bien, hay que partir.

—Sí, solo deje subo sus cosas en la cajuela.

Una vez que Ciro terminará de subir las maletas en la cajuela, abordamos el coche y partimos a la estación de tren.

—Ciro, una duda… ¿Por qué vas vestido de chófer?

—Bueno, por la misma razón que usted lleva un vestido y una peluca.

«Así que no quieren dar a conocer ninguno de los movimientos de la DCA a los anómalos»

Después de eso todo transcurrió con normalidad, desde que llegue a la estación, hasta que aborde el tren con destino a Arames.

—Así que... Primera clase. Bien, así podré descansar unas horas sin que nadie me moleste.— Murmuré para mí.

Así que entré en el compartimento que me había tocado, acomodando mis maletas en el portaequipajes y procedí a sentarme.

«Estos asientos se sienten increíbles, tanto que, podría dormir aquí»

“Buenas tardes a todos nuestros pasajeros. Les hablo solo para informarles que en diez minutos partiremos rumbo a Arames. El trayecto de Arteri a Arames tendrá una duración de cuatro horas. Si tienen alguna pregunta o necesitan ayuda con algo, pueden acercarse a nuestro personal y ellos les ayudarán con mucho gusto. Que tengan un buen viaje.“

Siendo el anuncio lo último que escucharía antes de quedar completamente dormida.

¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!

(Bostezo)

—¿Hola?

—Hola, soy Óscar, del Departamento de Inteligencia y Seguridad o, simplemente DIS.

—…

—Solo le hablo para notificarle que estaremos trabajando juntos en esta misión. Así que si quiere obtener información de algún lugar o persona, solo necesitara comunicarse conmigo y la obtendrás en cuestión de segundos.

(Bostezo)

—Sí, gracias… Espero que nos llevemos bien.

—Y bien… ¿Necesita que averigüe algo?

—No, por ahora no… Solo mantenme informada de cualquier cosa que ocurra hasta que llegue a Arames.

—Entendido, adiós.

(Bostezo)

«Necesito lavarme la cara»

Y con eso en mente, decidí salir fuera del compartimento y buscar el baño. Tras unos cuantos minutos lo pude encontrar hasta el final del vagón.

(Mirando su reflejo en el espejo del baño)

—Lista.— exclamé mientras terminaba de secarme la cara con la toalla.

“Atención a todos nuestros pasajeros. Llegaremos a la ciudad de Arames en doce minutos.“

Tras haber escuchado el anuncio regrese a mi compartimento para esperar a que llegáramos a Arames. Pasando esos últimos doce minutos rápidamente.

”Ahora mismo estamos entrando en la estación, por favor verifiquen que no dejen ningún objeto personal en el tren. Sin más que decir, les deseo un excelente día y que tengan un buen viaje.“

Una vez fuera de la estación debía buscar un coche KD T91 rojo. Y después de unos minutos lo encontré, estando una chica dentro de este, y saliendo del mismo cuando me vio acercándome.

—Soy Ariadna... Un gusto conocerla, superior. Déjeme ayudarle con su equipaje.

—Gracias… ¿Tú también eres del DIS?

—Parece que mi compañero se presentó antes que yo… Sí, también soy del DIS, y esperó que trabajemos juntas para lograr tener éxito en la misión, superior.

—Tendremos éxito— exclamé con seguridad. —Por cierto… Me gusta tú vestimenta.— dije mientras observaba su falda gris, la camisa de botones de mangas largas color, y el cinturón que dividía las dos prendas anteriores en su cintura.

—G-Gracias.

Luego de nuestra pequeña conversación pasamos a abordar el coche y partimos del lugar.

—Dime Ariadna. ¿Dónde esta ubicada nuestra base de operaciones?

—La localizamos en una antigua fábrica de municiones. No solo es espaciosa, también esta lo suficientemente lejos de la ciudad para que no nos puedan localizar los anómalos.

—…

—¿Alguna otra pregunta, superior?

—¿Cuántas personas estan involucradas en esta operación?

—Si contamos a los oficiales de la policía local, los agentes de la DCA y a los miembros de la DIS que estamos desplegados en el campo, pues seríamos un total de 350 personas.

—Así que estoy a cargo de 350 personas.— exclamé con desánimo.

—No puede ser tan difícil para un agente de rango uno de la DCA.— murmuró Ariadna.

—Tienes razón, no puede ser muy diferente a una de las misiones que ya he dirigido.

—¡Oh!, lo siento, no quería ser grosera.

—¡Ja, ja, ja!, no te preocupes…

¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!

—¿Hola?

—Agente, soy Óscar, le habló porque tenemos registros de un nivel ligeramente alto de Kuxtal en el centro de Arames. Por ahora no es mucha la diferencia entre lo que se considera normal, pero aumenta por cada minuto que pasa. ¿Qué hacemos?

—Simplemente sigue observando los niveles de Kuxtal en esa área, si ves que no deja de subir, entonces, diles a los agentes disponibles que se preparen para salir.

—Bien, le informaré si sucede algo más.

—Presiona el acelerador Ariadna, tenemos que estar ahí lo más pronto posible.

—Sí.

Y después de media hora llegamos a la fábrica de municiones.

—Estacionaré el coche en uno de los hangares.

Simplemente asentí a las palabras de Ariadna y baje del coche.

—Solo tiene que dirigirse y tocar en esa puerta, y alguien la recibirá.— exclamó Ariadna antes de partir.

Solo me acerque a la puerta y dí ligeros toques en ella, como me había indicado Ariadna. Siendo solo cuestión de segundos para que alguien la abriera desde el otro lado.

—Gracias.

Respondiendo con un ligero asentimiento el hombre que se encargaba de la entrada y salida del lugar.

Cuando entre al lugar, fuí sorprendida con lo diferente que se veía el edificio. Desde fuera parece un lugar completamente abandonado, pero esto cambiaba una vez que entraba uno en el edificio.

«¿Cuánto dinero se ha llevado está misión?»

—¿No es genial?— dijo un sujeto vestido con una bata.

—¿Y tú quién eres?

—¡Yo soy el encargado de mantener esas bellezas en buen estado!— exclamó mientras señalaba un lugar en específico.

—¿Hablas de los cazadores?

—Así es, agente. Los cazadores son un arma realmente increíble, ¿No lo creé?

—Sí, son espectaculares… ¿Me podría decir su nombre?

—Soy el ingeniero Iván… Y como dije hace un momento, soy el responsable de que esos tipos se muevan y acaben con los anómalos. ¿Y usted quién es?

—Ella es la que esta a cargo de la operación.— dijo Ariadna mientras se acercaba a nosotros.

—¡Ja!, por fin alguien a quien puedo encargarle piezas para los cazadores.

—¿Necesita las piezas con urgencia?

—No, pero necesito tener repuestos para cualquier inconveniente o daño que reciban los cazadores.

—Entonces, no las pediré aún.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!— exclamó con enfado.

—Porque las piezas que usted necesita son bastantes grandes, y se necesitan transportar en vehículos especiales y de gran tamaño, los cuales pueden llamar bastante la atención, más cuando se dirigen a una fábrica abandonada.

—Pero las podemos necesitar en cualquier momento, no puedo estar sin ningún tipo de repuesto para siempre.

—No te preocupes, los conseguiré.

—Bien.— dijo mientras se alejaba.

(Suspiro)

«Necesitaré realmente unas vacaciones después de esto»

El resto del día me dedique a estar al tanto de todo, y revise los papeles que me había entregado el director general. Encontrado entre estos un mensaje proveniente del director general.

Agente Carolina, en esta carta le resumiré las cosas más importantes, pero no se olvide de revisar los papeles que le entregué.

La operación Arames se realizará en combinación entre el Departamento de Control de Anómalos (DCA), el Departamento de Inteligencia y Seguridad (DIS) y las fuerzas policiales locales. La misión será conocida como la operación Arames, y toda la operación deberá realizarse con la máxima cautela posible.

El objetivo de la operación es capturar a uno de los líderes de la organización conocida como Los libertarios. El nombre del objetivo es David, quien es un hombre de 45 años. Las características más notables del objetivo son:

•Cabello corto y lleno de canas.

•ojos color azul.

•Color de piel clara.

Espero con ansias tus resultados, agente Carolina.

—¡¡Jefa!!

—…

—¡¡Jefa!!

—¡¿Qué ocurre Óscar?!

—El nivel de Kuxtal de una persona es enorme, no había visto algo así antes.— exclamó Óscar con preocupación. —Si esa persona libera toda esa energía acumulada en su cuerpo… Entonces, podría borrar una cuadra entera. Además, registramos a otras dos personas con niveles también altos de Kuxtal moviéndose hacia el primero. Posiblemente sean anómalos.

—¿Dónde está esa persona?

—Se esta moviendo por la línea azul del tranvía de la ciudad.

—Bien, diles a todos que estén preparados. Yo iré primero a la ubicación... Esperen mis órdenes para moverse.

—Entendido.

—Óscar, me llevaré el comunicador, necesito que me digas en todo momento donde estan los dos anómalos y la persona peligrosa.

El simplemente asintió y pasó a retirarse.

«Parece que empieza la acción»