Williams, un joven adolescente, descubrió su orientación sexual con su amigo más cercano. Al revelarlo a su familia, se encontró con una oposición feroz y fue expulsado de su hogar sin ayuda. Desesperado, buscó a su amado solo para descubrir que también lo había abandonado. Destrozado, vagó por las calles en busca de un lugar donde vivir. En su camino, se cruzó con Luke, un hombre bondadoso que, junto a su esposa, le ofreció refugio y apoyo. Años después, Williams conoció a Steven, un lobo delta que lo reclamó como su pareja, trayendo consigo una nueva esperanza y un futuro lleno de amor y aceptación.
tercer libro de Génesis la gran luna
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capítulo 17
---- Buenos días, cariño, Williams, es hora de levantarse, tu primer día en la universidad, ---- dice Emilia, abriendo las cortinas de la habitación de Williams
--- gracias, mamá, ---- responde Williams, emocionado, se levanta y va al baño por una ducha, se viste y baja a desayunar.
Desayunan todos y en eso suena el timbre, al abrir es Sam.
--- hola familia, amigo y hermano pronto para romper corazones en la universidad, ---- dice Sam, al entrar al apartamento
---- hola loco vampiro, pues solo a estudiar, nada de romper corazones, ---- responde Williams, mientras toma su mochila
---- oh familia les tengo noticias y este loco vampiro, ahora es un duque vampiro, y la mejor noticia me quedo a vivir en Nueva York, ---- dice feliz Sam
---- vaya amigo es una excelente noticia, te felicito, ----- dice Williams
---- felicidades Sam, ---- dice el resto de la familia
---- nos vamos o llegamos tarde,--- dice Williams saliendo del apartamento con Sam
Al llegar a la universidad Williams se emociona, ese era su sueño y gracias a Luke y Emilia se está haciendo realidad.
Sam nota la emoción de Williams en su rostro, --- bien amigo, comienza nuestra nueva vida, ----
--- si, gracias Sam por traerme, ---- dice Williams
--- para eso somos los hermanos, bueno nos separamos acá, yo me iré al edificio de administración de empresas, ---- dice Sam
--- yo al de arquitectura, ---- responde Williams
Los amigos se separan cada uno va a donde le toca estudiar al llegar todos los alumnos de primer año de arquitectura son recibidos en un gran gimnasio para darles la bienvenida.
Williams se sienta en las gradas y a su lado una joven de piel trigueña, con unos hipnóticos ojos verde aceituna que parecen reflejar profundidad y misterio. Su cabello castaño, lleno de rizos definidos, enmarca su rostro con un toque natural y encantador. Con una estatura de 1,70 m, su porte es elegante y seguro, proyectando una mezcla de fuerza y delicadeza.
---- Hola soy Génesis Morrison, ----
Williams le sobrie, ---- Williams Provenza, ---- le da la mano
Ese fue el comienzo de una gran amistad entre los dos.
Después del discurso de bienvenida, ambos fueron a sus clases, les tocó el mismo horario, así que se sentaban juntos en sus clases.
A la hora de la salida Williams estaba esperando a Sam que llego con un ojo morado.
---- ¿oye amigo que te paso?,---- pregunta Williams
--- te dieron duro,---- ríe Génesis
En eso suena la bocina de un auto, ---- llego mi novio nos vemos mañana Will, ---- se despide Génesis
Cuando quedan solos,---- ahora me dirás que paso, ---- vuelve a preguntar Williams
---- Encontré a mi tua, mi pareja destinada, es tan linda Williams, tiene unos ojos hermosos color negro, su cabello negro a los hombros, usa lentes, pero es humana, ---- dice Sam, su cara de tonto era todo un espectáculo
---- te olvidaste de su buen gancho,---- ríe Williams
---- eso también, ---- responde Sam, llevando una mano a su nuca
Los amigos suben al auto, mientras Sam conduce van hablando sobre su día, al llegar al edificio se despiden, Williams sube y al llegar lo están esperando para cenar.
Esa noche Williams estaba tan emocionado que no podía dormir, su día había sido maravilloso y tenía una amiga, recordar al loco de su amigo con un ojo morado lo hizo reír solo.
Otro día comienza, Williams llega con Sam y lo está esperando Génesis, los dos van juntos a sus clases y así pasa el día, se llevan muy bien.
Génesis está feliz de tener un amigo alguien que no se acercó a ella por el dinero de su familia, en ese tiempo que llevan se empiezan a conocer, tanto que los dos saben todo de la vida del otro.
Cameron el novio de Génesis, estudia administración de empresas, pero no le cae bien a Williams, el piensa que ese chico solo está con su amiga por el dinero de su familia, aunque el también pertenece a una familia adinerada.
Génesis le confiesa a Williams que sigue su relación por costumbre están juntos desde la secundaria, sus familias son amigas y tienen negocios juntos, lo que se espera es que se casen y formen una familia.
Williams puede entender a Génesis, ya que su familia biológica esperaba algo similar con él, cuando hicieron el compromiso con Pamela.
Sam, en cambio, está haciendo todo por conquistar el corazón de su destinada, en este tiempo pudo saber su nombre, Yoani pertenece a una familia que tiene negocios en el rubro hotelero, ella es la hija del medio y su familia espera mucho de ella, como de sus hermanos, aunque es tímida, al ser la única mujer, sus hermanos le enseñaron a defenderse.
Pero ese loco vampiro poco a poco ha sabido bajar sus barreras, solo espera el momento ideal para confesarle su naturaleza y espera no recibir otro golpe.
En los estudios a todos les va muy bien están dentro de las mejores calificaciones de la universidad y eso enorgullece sus familias.
Mientras tanto en Suiza, Susana la hermana de Williams.
Dentro del edificio, el ambiente era intimidante. Los pisos de mármol relucían, las paredes estaban adornadas con retratos de antiguos alumnos que habían alcanzado grandes logros, y el eco de los pasos de los estudiantes resonaba por los pasillos. Un grupo de alumnos, todos con uniformes impecables, pasó junto a Susana sin apenas mirarla. Se dio cuenta de inmediato de que la competencia aquí sería feroz.
La directora, la señora Escobar, una mujer de cabello gris perfectamente recogido y mirada severa, recibió a Susana en su oficina. Sobre su escritorio había una pila de documentos y un reloj de péndulo que marcaba el paso del tiempo con un ritmo hipnótico.
—Señorita Susana, bienvenidos al Instituto Calderón —dijo la directora con voz firme—. Aquí no hay lugar para la mediocridad. Exigimos excelencia en todos los aspectos: académicos, disciplinarios y personales. Espero que esté preparada para el desafío.
Susana asintió, aunque su garganta estaba seca.
—Sí, señora Escobar. Estoy lista para dar lo mejor de mí.---
La directora la observó por un largo momento antes de entregarle un horario y un pequeño manual de reglas del internado. Susana hojeó rápidamente el manual y quedó atónita al ver la cantidad de normas, toque de queda estricto, cero tolerancia a las distracciones, y un código de conducta que parecía sacado de un manual militar.
—Su habitación está en el tercer piso del ala oeste. La señorita Gómez, su compañera de cuarto, la esperará para orientarla. No tolere distracciones; sus clases comienzan mañana a las seis de la mañana en punto —concluyó la directora.
Al llegar a su habitación, Susana fue recibida por Valeria, una chica alta y delgada con un aire de autoridad que contrastaba con su sonrisa amistosa.
—¡Hola! Tú debes ser Camila. Yo soy Valeria. Espero que te acostumbres rápido, porque aquí el ritmo no perdona —le dijo mientras la ayudaba a acomodar sus cosas.
Valeria le explicó las rutinas del internado y le dio algunos consejos para sobrevivir al primer mes, que según todos los estudiantes, era el más difícil.
—No te asustes, pero los profesores aquí no tienen piedad. Tienes que leer mucho, estar siempre atenta y, sobre todo, evitar meterte en problemas con los alumnos de último año.---
Esa noche, mientras se acomodaba en la cama, Susana sintió una mezcla de emociones. Por un lado, estaba emocionada por los retos que venían; por otro, el peso de las expectativas ya comenzaba a aplastarla. Desde la ventana de su habitación podía ver el patio central, iluminado por faroles antiguos. El silencio era abrumador, y el reloj del pasillo marcaba la hora con un eco que le recordaba que el tiempo no se detenía.
El internado no era solo un lugar para aprender; era una prueba constante, y Susana estaba decidida a superarla, aunque sabía que no sería fácil. Mañana comenzaría su verdadera aventura, y no había espacio para el error.
Ese era el comienzo para su futuro, uno donde se veía como la ceo de las empresas de su familia.
viene la calma en tu camino de cruzaron personas con un gran corazón