Ella es Karen, quien de manera misteriosa ocupa el cuerpo de Samanta, una emperatriz que está destinada a morir.
Ahora que un alma diferente ocupa ese cuerpo, las cosas no serán tan simples para aquellos que le hicieron daño a Samanta.
Esta alma nueva quiere venganza
NovelToon tiene autorización de Yaneidis Pérez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Tragedia
Durante los siguientes días, la salud del emperador comenzó a decaer, y la madre emperatriz buscó la ayuda del templo para ver si le ayudaban con la salud de su hijo.
Pero estos no pudieron hacer nada, ya que la magia de curación no le hacía efecto.
El emperador ha estado sufriendo muchos dolores en todo su cuerpo, y cada vez que come, lanza todo fuera de su boca, y con sangre.
Su piel cada día luce más pálida, y su estado es deplorable.
Los médicos y magos, le aconsejaron a la madre emperatriz, que trate de tener los ritos fúnebres listos, ya que según el estado del emperador, no le queda mucho tiempo.
El hombre no puede siquiera estar despierto, porque cuando lo está, llora de dolor, su mente no está consciente, y a menudo se le escucha delirando.
Todos se preguntan ¿Cómo de un momento a otro la salud del emperador se volvió tan mala de repente?
Es fácil, eso es obra de Samanta, quien cuando todos dormían, usando su magia, llegó a la habitación del emperador, y ella misma le dio aquella poción que había mandado hacer con Yanet.
¿Cómo se la dio?
Ella usó un hechizo de parálisis, y tras movilizar su cuerpo, le echó directamente la poción en la boca al emperador.
Quien estaba asombrado por lo que estaba pasando.
—No lo tomes a mal emperador, pero necesito que tú mueras para que así el alma de una amiga descanse en paz, es el pago por tus actos pasados— dice la joven, para luego limitarse a ver cómo el emperador gemía de dolor.
No pasó mucho tiempo para que el emperador entrara en la desesperación.
Tras ver los resultados de su arduo trabajo, Samanta salió de la habitación como mismo llegó, y luego, solo se dedicó a dormir.
Al día siguiente el palacio estaba de cabeza, pues la salud del emperador había decaído y el hombre estaba más para allá que para acá, he decir, más muerto que vivo.
Por supuesto que Samanta fingió preocupación, y como una esposa devota y fiel a su marido, estuvo desde un principio al lado del emperador, claro, solo para verlo sufrir.
La agonía del emperador era interminable, claro como no, si sus órganos desde adentro se estaban destruyendo, y algunos ya no funcionaban en óptimas condiciones.
Lo bueno de todo, es que la posición no dejaba rastro, y en caso de que lo puedan encontrar, será tarde para él, y nadie podrá salvarlo de su destino.
Debido a la mala salud del emperador, los nobles han solicitado nuevamente a Samanta que contraiga matrimonio, pero esta se mantiene firme en no hacerle caso a esos viejos.
Con respeto a las concubinas, ella ya le tiene su final a las tres, el cual sería antes de la muerte del emperador.
En especial a su hermana, quien fue la culpable de que la verdadera Samanta muriera.
Dispuesta a poner su plan en marcha, Samanta de manera sigilosa comenzó a planificar el gran espectáculo, dónde será la muerte de las dos mujeres del emperador.
En esta ocasión, ella planea hacer las cosas más extremas, las cuales sucederán dentro de tres días.
Tres días después.
Tres días habían pasado, y Samanta ya estaba lista para hacer su jugada maestra.
Por tal motivo, cuando la madrugada llegó, ella se trasladó mediante un portal al palacio de las concubinas, en dónde estaban todos dormidos.
Con mucho cuidado, ella se va hasta la habitación de su primera víctima, la cual sería Ruth.
Yanet estaba esperando fuera de la habitación, y tenía todo controlado, como lo es la dormida de todos los sirvientes.
Con su magia, Samanta se convierte en una especie de neblina violenta, y sin dificultad alguna se adentra a la habitación de aquella mujer.
Luego, se va hasta la cama, y le da una bofetada para que despierte.
La mujer al recibir el golpe, abrió los ojos, solo para ver, una sombra frente a ella, la cual luce tenebrosa.
Tal cosa la hizo asustar, e intentó huir, pero se enreda en las sabanas y termina cayendo al suelo.
—Uf, perdón si te desperté, pero como puedes ver, vine a matarte— dice Samanta con una voz fría y la mujer comienza a temblar.
La magia de Samanta ilumina un poco el lugar, para que así, su víctima le vea la cara.
Como era de esperarse, aquella mujer estaba asustada, y casi se desmaya de la impresión.
Cómo último recurso, ella intenta gritar, pero una nueva bofetada le hace hacer silencio.
—No te esfuerces en llamar a alguien, nadie vendrá por ti, me saludas a tu amiga Ana en el más allá — dice Samanta y se va al ataque de aquella mujer, quien intentó defenderse con los puños.
Pero, fue en vano, ya que nuestra Samanta, la derribó y, sin piedad alguna, le comenzó a infligir daño con una pequeña daga que tenía entre su cuerpo.
Cuando Samanta se cansó de jugar con Ruth, le cortó el cuello y la dejó a un lado.
Luego salió de la habitación y se fue por su próxima víctima que era Cristina.
Aquella mujer fue más valiente que su amiga, y tenía una daga debajo de la cama, e innato defenderse, pero no logró acertar un solo golpe en Samanta, y ella, al igual que su amiga, terminó muerta.
Cuando Samanta terminó de matar a esas dos, salió de la habitación de Cristina y fuera de esta estaba su amiga esperando.
—Ya sabes qué hacer, luego vete a dormir, que en el día de mañana nos espera un largo día y un show al que asistir— dice Samanta para luego reírse con una risa escalofriante, Yanet también lo hizo.
Tal como dijo Samanta, Yanet se ocupó de hacer el resto del trabajo, luego, se fue a dormir como si nada.
Para el día siguiente.
Al día siguiente, en el palacio de las concubinas se escuchó un grito desgarrador, y los guardias entraron a ver qué había pasado.
Solo para encontrar a una Selma llena de sangre, y a dos concubinas muertas a su lado.
Ellos de manera inmediata, pensaron que quien había hecho aquel suceso tan terrible, fue Selma y por esa razón le echaron mano.
Uno de los guardias fue al palacio de la emperatriz Samanta, para avisarle lo que había pasado, y ella le ordenó ir a darle aviso a la madre emperatriz.
Aquella última, al escuchar sobre aquella tragedia, casi se desmaya.
Debido a lo ocurrido, Samanta mandó a buscar a los ministros imperiales, incluyendo a su familia.
Los nobles llegaron al palacio lo más rápido posible y se fueron a la sala del trono, en dónde vieron vestida de luto a Samanta y también a la doncella que siempre la acompaña.
Ella nada más ver llegar a todos, comenzó a llorar, y luego dijo lo que todos tenían que saber.
—En el día de ayer paso una tragedia en el palacio de las concubinas, la cuarta concubina Selma, mató a la segunda y tercera concubina Ruth y Cristina, qué tragedia tan horrible, parece que la familia imperial está maldita, primero fue Ana, y luego envenenan al emperador, y ahora mueren dos jóvenes con una vida maravillosa por delante — dice la joven con lágrimas en los ojos y Yanet la consuela.
Todos al escuchar aquello estaban sin habla, más los padres de las concubinas que todos.
Haber si ahora empieza a pensar con la cabeza de arriba y no con la de abajo 🤣