¿Qué pasa cuando un personaje de novela antigua transmigra al mundo moderno? Esta es la divertida historia de una villana adaptándose al progreso. Es como invitar un neandertal a casa
NovelToon tiene autorización de Yinet Leonor para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Un profesor excelente
El domingo amaneció horrible para Dalia y no porque el día fuera feo. No, afuera brillaba el sol tímidamente, derramando su bondad a la urbe. El cielo estaba despejado y la temperatura agradable. Todo eso era perfecto, pero la tormenta radicaba en el alma de la chica. Por dos días se permitió a sí misma, olvidar la realidad y se lanzó a disfrutar con entusiasmo de esta nueva vida. ¡Y sí que lo había disfrutado! Pero... Porque siempre hay un pero. No hay paraíso sin serpiente. Ahora se encontraba con la problemática de cómo rayos iba a aprender en unos días, esta difícil materia. Miró su cama. ¡Qué desastre! Las sábanas estaban desordenadas y encima se encontraban esparcidos dos libros abiertos, tres libretas de apuntes. Dos de ellas de la anterior Dalia y la tercera de su propiedad. Un bolígrafo, un lápiz, la goma, la laptop y el celular. Todo lo que una estudiante necesita para repasar el contenido de la próxima prueba, pero ahí el gran problema. Ese "contenido", es el que faltaba en su cabeza. Llegó a la conclusión que no podía con esto sola. Se levantó de aquel nido que había hecho de su cama y se fue al baño. Necesitaba darse una ducha. Había tomado una decisión. Media hora después el timbre sonaba en el departamento del segundo piso. Un Mario soñoliento y en pijama abrió la puerta.
-¿Qué, no duermes malcriada? Hoy es domingo. Deberías estar en la cama, como una niña buena y dejar a este pobre viejo descansar como Dios manda.
- Cállate garrapata plebeya. Necesito tu ayuda. Y si tú estás viejo, la luna no existe. ¿Es que no tienes espejo?, y no te lo demuestro de otra forma porque no vamos a complicar más esta familia. Así que, se un buen tío, apártate y ayúdame con lo que traigo. - Mario la observó. Venía como el que se alista a una campaña militar. Sus armas eran libros, libretas, la laptop y un bolso. De esas cosas misteriosas de las mujeres, que cuando empiezan a sacar objetos, tú te quedas procesando, cómo es posible que allí cupieran tantas cosas. Mario sacudió la cabeza, lo que había que soportar por la familia. Le dijo:
- ¿Y así me lo pides? Me insultas y me sacas de la cama, un domingo a las seis de la mañana.
- Te equivocaste, primero te saqué de la cama y después te insulté, pero eso no es lo importante. Total, que ya estás despierto no. ¿Qué te cuesta ayudarme?
- A ver. ¿Con qué te ayudo exactamente?
- Con las matemáticas aplicadas. Después del accidente se me olvidó todo. Hazte a la idea de que no sé nada de nada. Estoy en blanco y cuando digo en blanco me refiero a nulo vacío.- y se tocó la cabeza para enfatizar el hecho. Mario suspiró y le dijo:
- Ok, voy a cambiarme, mientras ve a la cocina y prepara algo para ambos. El cerebro no funciona si no está alimentado. Algo dulce con bastante chocolate estaría perfecto.- y se fue, Dalia se encaminó a la cocina para preparar un desayuno. Ahora que Mario lo había mencionado cayó en la cuenta de que no había comido nada desde ayer en la playa y se moría de hambre. Rebuscó en los armarios y la nevera. Hizo café ☕, unas tortillas, tostadas, una jarra de chocolate caliente y espeso para cada uno y agregó dos manzanas. Esto de la cocina ya se le daba mejor. Cuando Mario regresó, ella estaba poniendo la mantequilla en la mesa.
- Ya te puedes casar.
- Ni loca. El matrimonio no se hizo para mí. - lo dijo recordando su otra vida. Con Rafael estar casada se volvió una ansiedad constante, la angustia era su fiel compañera. Las discusiones estaban a la orden del día. No, el matrimonio estaba tachado de su lista. No volvería a pasar por eso, ni aunque la amenazaran con la muerte.
- En eso eres idéntica a mí. Soy un soltero empedernido. ¿Por qué ponerse grilletes si la vida tiene tanto para dar?, y a propósito me dijo un pajarito que alguien salió ayer a una cita.
- Mi mamá si que es cotilla.
- No se lo tengas en cuenta. Es que estaba feliz por ti. Desde lo de Denis no habías vuelto... Ya sabes. Lo que pasó... Nosotros los adultos afectamos tu vida.
- Oye no te sientas culpable con eso. Denis es un estúpido y su decisión fue su elección. Ustedes no lo obligaron a dejarme que yo sepa o me equivoco.
- No, desde luego que no.
- Ves. Tema zanjado. Este día ya es difícil para mí. No le añadamos alimañas rastreras a la ecuación.
Y así entre bromas intrascendentes desayunaron y juntos fregaron. Comenzaron a organizar el contenido a estudiar, según la guía dejada por la universidad. Poco a poco la luz se fue haciendo en el cerebro de la chica. No es que mágicamente lo supiera todo, pero por lo menos lo estudiado esa mañana, sí que lo había entendido perfectamente.
- ¿Cómo es que sabes todo esto?- preguntó Dalia.
- Es que soy ingeniero industrial.
- ¡En serio¡ y ¿Por qué no trabajas?
- ¿Quién dice que no trabajo? Lo que pasa es que soy mi propio jefe.
- Cuando sea grande quiero ser como tú.- Dalia lo dijo en broma, pero para Mario aquellas palabras lo llenaron de orgullo. Iba a responder, pero el móvil de Dalia sonó en ese momento. Ella fue a atenderlo. Al cabo de unos instantes regresó, era evidente que no había terminado.
- Oye Mario, tú crees que pueda venir mi amiga Arletis a estudiar con nosotros.
- Sí, no le veo el problema, siempre y cuando sea después de las nueve. Por mi sueño de belleza, ya sabes.- Mario no tenía cómo saberlo entonces. Sus días tranquilos habían acabado esa misma mañana. A veces nos complicamos la vida como de casualidad y sin darnos cuenta; porque de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno.
- Dice mi tío que no hay problemas. Ven mañana desde las nueve ok. Yo te espero.- y colgó.
Hicieron juntos el almuerzo y por la tarde después de reposar continuaron con las clases particulares. Dalia era inteligente, pero tenía un vacío de conocimientos abismal. Le faltaba la base necesaria y le resultaba arduo el trabajo de seguir las explicaciones de Mario. No obstante, este era sumamente paciente y un excelente profesor. La chica no se arrepentía de la decisión tomada al amanecer.- cerró la libreta y le dijo:
- Ya no puedo más, en serio. Me da lo mismo que A sea igual a B y que dé Z. Tengo el cerebro frito.
- Está bien. Descansar también es parte del aprendizaje.
- Oye Mario. ¿Cuándo regresa mi papá?
- Hoy en la noche, creo que me dijo.
- ¿Y cómo va la investigación?
- Avanza. Solo nos faltan cuatro personas de la lista que no hemos podido localizar.
- ¿Y?
- Nada, los resultados del ADN, no coinciden hasta el momento.
- Ya encontraste al joven de las fotos.
- No.
- Yo lo estuve buscando por las redes y no encontré tampoco nada. Eso es raro. Es como si fuera un fantasma.
- Oye Dalia no te metas en esto. No quiero que te conviertas en un obstáculo y no me malentiendas.
- ¿No y cómo tomó eso de ser un obstáculo? Es la segunda vez que te oigo decírmelo.
- Sí, me quedé congelado el día que me respondiste en el dialecto de mi tierra natal. ¿Cómo es que sabes hablarlo tan fluido?
- La verdad no lo sé y para serte franca ni me lo explicó. Parece ser que soy capaz de leer, hablar y escribir todo tipo de idiomas, pero no tengo explicación para eso.
- Eres una genio.
- No me halagues tanto y no desvíes la conversación. Quiero saber por qué soy un obstáculo en la investigación y si después que me lo expliques lo entiendo, entonces me aparto.
- Bueno, en eso tienes razón. A veces no saber también te pone en peligro. Te había contado que tu padre y yo nos fuimos del país convencidos de que éramos víctimas de algo más profundo. No queríamos que ustedes estuvieran involucradas en eso. Tu actitud de enfado y enojo vino de maravilla. Eso sin querer terminó protegiéndolas a ti y a tu mamá, por lo que fue más fácil para mí manipular a tu padre.
- Oye mira que eres cretino y me lo dices así, a la cara. ¡Que soy su hija, te enteras!
- Yo no me justifico. Sabes que hubiera hecho lo que fuera por separar a tus padres. Soy una rata, que quieres que te diga. Soy así, pero bueno, la verdad es que para poder encontrar al culpable de los hechos, tenía que ser más astuto que él. Con tu padre no podía contar para que razonara. Lo único que tenía en la cabeza eran ustedes y suicidarse. Yo no podía permitirle ninguna de las dos cosas. No nos convenía a ninguno. Ni a ustedes y mucho menos a nosotros que éramos el blanco principal de algo que se me escapaba.
- ¿Y por qué estabas tan seguro de que alguien quería hacerles daño?
- Claro que estaba seguro. No es que quería hacernos daño Dalia, es que nos hizo daño. El escenario fue perfecto y curiosamente diseñado. Dos hombres desnudos con marcas de chupones, arañazos y mordidas por todo el cuerpo y el trasero destrozado. Tarde una maldita semana entera en poder sentarme. Las sábanas estaban desordenadas. En ellas se mezclaban sangre, semen y pétalos de rosas por todas partes. Habían dos copas de vino y una botella tiradas en el piso con su contenido derramando sobre la alfombra. Música romántica de fondo, la familia, la prensa. No aquello no cuadraba. Todo era demasiado planificado como para ser casual. Luego, escándalo aparte en la prensa, muchos inversionistas retiraron su apoyo y finalmente el accidente tuyo y de tu madre.
- ¿Qué accidente?
- Un mes después de ese maldito día, tú ibas manejando con Rosa rumbo al centro. Te pasaste un semáforo. Perdiste el control y te impactaste contra una boca de riego. Le dijiste a la policía que trataste de frenar y el auto no respondió. Ellos no tuvieron en cuenta tu testimonio. Lo catalogaron como adolescente traumada y te revocaron la licencia, desde ese entonces nunca más has manejado.
- ¿Y por qué la policía dijo eso?
- Porque le gritabas. Estabas enfadada con el mundo. Acababas de ser traicionada por todas las personas que tenían que protegerte. Para ti, era culpa nuestra que el abuelo hubiera fallecido. Nos decías maricas asesinos. No podías perdonarnos ni a tu papá, ni a mí. Te refugiaste en proteger a tu mamá y cuando creíste que por tu culpa, ella casi muere en el accidente, te cerraste al mundo y por si fuera poco en esa fecha tu novio terminó contigo. Por todos esos motivos la policía actuó de esa forma, pero la realidad era otra mucho más peligrosa. Alguien había cortado los cables del freno. Era evidente que las querían fuera del camino.
- No me jodas.
- Dalia tienes que cuidarte las espaldas. Todavía no sabemos quién está detrás de todo esto y qué perseguía.
Como un flash a la mente de la chica vino la cara del joven de gris de las fotografías y como una revelación divina cayó en la cuenta de por qué le resultaba tan familiar. Denis Cortés el exnovio de la Dalia original era una copia al carbón de aquel joven. Temerosa de confirmar sus sospechas preguntó
- ¿Esteban Cortés es familia de Denis mi ex?
- Esteban es primo hermano de Delio Cortés el padre de Denis.
Mario dijo en italiano. Niña será mejor que te cuides las espaldas. Ella asintió con la cabeza.
Este es Mario Castillo.
Nota de la autora:
La foto es tomada de Pinterest. No me pertenece por lo que les pido que apoyen al artista original.
de raros como su amiga que a pesar
de todo va por su meta de acostarse con Mario le gusta
los villanos será que ella se lo quede lo amarre?