EL PRECIO DE LA DESESPERACIÓN

Esmeralda dio un paso atrás al ver a su madre y Caspian hizo lo mismo que ella, estaban sorprendidos de verlos ahí, se quedaron sin saber que decir, en ese momento Enrique dijo. – Ustedes dos tienen que darnos una buena explicación.

Caspian me tienes desilusionado, ¿Cómo puedes tratarla de esta manera? Sabes muy bien que Esmeralda es una joven dulce, tierna y de nobles sentimientos; por tu culpa su imagen está siendo dañada públicamente, pero lo que más me molesta es saber que tú la lastimaste, haciéndole promesas de amor y tus malas acciones casi la hacen perder su vida.

No traten de negarlo, Esmeralda no hace falta que lo cubras, aún recuerdo lo que me dijiste el día que te conocí; tú querías entregarte al hombre que amas en tu noche de bodas, tenías un sueño, una meta de vida que tú le arruinaste y lo que es peor la llevaste a ese hotel, poniéndola en semejante riesgo.

Sabes que un buen caballero protege hasta su amante, nunca debe dejar otros se enteren de sus asuntos personales y lo más importante no debes dejar que los demás se enteren cuando una joven inocente, pura como Esmeralda pierde su inocencia.

Tú haces que se entregue a ti, los medios de comunicación lo hacen público y muestran su pureza perdida ante la maliciosa sociedad, pero lo que es peor la desechas como si no fuera nada, la dejas que se vaya sola estando mal emocionalmente, tiene un accidente donde casi muere.

Para terminar con tus malas acciones vas a sacarla del hospital, donde se hizo un escándalo, la traes a tu departamento y por lo que estoy mirando solo la has traído para que atienda tus necesidades.

Yo se que Esmeralda te ama, lo mire con mis propios ojos, el amor no se oculta y tambien escuche tus promesas de amor, esa promesa de casarte con ella; ahora no es ella la que te pide que le cumplas, soy yo quien te exige que cumplas con la promesa de amor, no voy a dejar que la lastimes más y me voy a asegurar de que la trates bien, de que la cuides como el mayor tesoro de nuestra familia.

Escúchame bien, quiero que hagas una rueda de prensa la presentes como tu prometida, aclares las cosas para que su imagen se limpie y digas que el próximo mes te vas a casar el día 27.

Caspian si no lo haces como te lo estoy diciendo olvídate que tienes abuelo, no vuelvo a verte en mi vida, hasta pienso dejar todo arreglado para que no puedas ni visitar mi tumba.

Cali sujeto el brazo de Enrique que fingió un mareo, al mismo tiempo le dice. – Señor Ferrari, por favor cálmese, esto lo puede enfermar, tratemos de hablar con ellos con tranquilidad; no se enoje con su nieto, no es bueno forzar un matrimonio sin amor y si él solo quería el cuerpo de mi hija, no sería bueno si se casan, esto sería malo para ella, sufriría al no ser amada.

Enrique fingiendo dolor le dice. – Él me dijo que la amaba y pude ver su sinceridad, no creo que me mintiera, pero si lo hizo cortarla mis lasos no sería por que le fallo a Esmeralda, lo haría por mentirme y por no ser leal a sus sentimientos.

Ya dije lo que tenía que decir, señora de Rossi, puede llevarme al hospital, creo que me siento mal y no quiero estar con Caspian en este momento, no quiero verlo, hasta que no cumpla con sus promesas, porque yo no tengo un nieto que no tiene palabra.

Caspian sentía que su pecho le dolía, le dolía saber que su abuelo estaba enojado con él y lo peor fue cuando quiso acercarse para ayudarle, la forma en que lo rechazo fue lo que lo hizo sentirse peor.

Cali mira con tristeza a su hija y antes de irse le dice. – Hija, me duele mucho por lo que estas pasando y no entiendo por qué estás aquí después de lo que paso en ese hotel; tu padre y yo te educamos bien, sabes muy bien que esta manera no lograran mantenerlo a tu lado, si él ya te rechazo debes alejarte, no trates de forzar las cosas.

Esmeralda no se esperaba esas palabras, quiso acercarse y decirle que las cosas no eran como ella las pensaba, pero no la dejo ni hablar, solo se fue con Enrique, dejándolos solos parados en la puerta del departamento de Caspian, ni si quiera entraron.

Caspian cerró la puerta, pero no se movía se quedó parado, pensando en todo lo que su abuelo dijo y en ese momento Esmeralda dijo. – Tu abuelo se mira mal y creo que tu mentira lo a lastimado mucho; me siento mal por él, nunca debimos mentirle y para empeorar las cosas, mis padres piensan que yo me entregue a ti para hacer que te quedes a mi lado, que estoy sufriendo por amor, no me gusta nada lo que está pasando, las malas interpretaciones que se están dando por tu culpa.

En ese momento que estaba hablando la puerta se abre, los dos esperaban que fueran ellos que regresaron, pero esta vez era el secretario con la ropa y la comida que ella había pedido.

Caspian lo hizo pasar que dejara todo en la mesa y cuando se fue empezó a decir. -Mi abuelo es lo más importante de mi vida y no pienso decirle que le mentí, además puedo darme cuenta de que no soy el único que se siente mal por los sentimientos de los que queremos.

Tu tambien te sientes mal por lo que tus padres están pensando de ti y te puedo asegurar que de nada sirve que digas la verdad, solo vas a empeorar las cosas, hasta pueden pensar que tú me vendiste tu cuerpo por la deuda que tenemos, ¿no crees que eso solo haría que se sientan peor?

Esmeralda cásate conmigo para hacer feliz a mi abuelo, si tú me ayudas con esto, te prometo que voy a hablar con tus padres y les diré que lo que paso en el hotel fue por amor, que tuvimos un malentendido por los nervios de los periodistas, pero que ya aclaramos todo, le diré que te amo, que nunca usaste tu cuerpo para hacerme quedar a tu lado.

Si aceptas ayudarme hacer feliz a mi abuelo, yo te ayudare con tus padres, será un matrimonio falso, que te parece dos años y nos divorciamos; tus padres estarán felices y mi abuelo tambien estará contento.

Esmeralda se le quedo mirando, ese hombro tan orgulloso y sin corazón, que estaba dispuesto a casarse solo por ver a su abuelo feliz, fue tan extraño verlo de esa manera, que se quedó sin saber que contestarle.