Rose Thompson pierde toda su vida feliz y su libertad en tan solo un día, luego de tanto tiempo sin ver a su padre, este la busca para darle su condena matrimonial.
Cansado de dejar que ella jugara a ser "la enfermera del pobre" como él llamaba de manera despectiva, ha decidido que le dejará su empresa a su nieto varón.
Informándole así que al día siguiente sería su boda, de modo que ella pudiera cumplir con su deber de entregarle su próximo heredero o de lo contrario el hospital donde ella trabajaba perdería a su mayor benefactor.
¿Podrá el amor y la felicidad surgir en una situación de chantaje total? ¿Podrá tener un final feliz?
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La Boda
Antón ya se encontraba en el altar esperando a que la novia se dignara en aparecer, eligió para el un traje color blanco para hacer contraste con la novia, eligió el color en las rosar que decoraban el lugar, en el arco del altar, el tema era el blanco. Antón sonreia cada que podía ata las cámaras de los reporteros que fueron autorizados de cubrir la boda y la union entre dos grandes empresas.
- Aquí estamos viendo la primicia, Antón Huffman el soltero más cotizado en estos tiempo, le echarán hoy el lazo de matrimonio, se cazara con la hija mayor de industrias T, Rose Thompson, en estos momentos estamos esperando que la novia haga acto de presencia para dar por comenzada la ceremonia.- hablaba la reportera para las cámaras que grababan todo el lugar.
- Y aquí llega la limosina de la novia.- Dijo la reportera.
Rose bajo de la limosina con la cara bien en alto y mostrando orgullo en su mirada, al mirar al fondo del salón, su mirada se topo con la de su futuro esposo, el hombre la veía de una forma que Rose no lograba descifrar su significado.
- Hermosa, fue única palabra que pasó por la mente de Antón en el momento en que vio lo despampanante que se veía su futura esposa, para el fue una gran sorpresa, en la foto que había visto de ella no se notaba tal belleza, la mujer irradiaba luz, era como si en el momento en el que ella llegó, el salón se iluminó aún más, no podía apartar la vista de la mujer, la observo mientras su padre se acercaba a ella y le daba la mano para guiarla al altar.
Al llegar al altar Antón se dio un paso para acercarse y recibir la mano de Rose entregada por su padre, instintivamente Antón sonrió, debía actuar de manera natural delante de las cámaras.
Tomados del brazo los novios caminaron hacia el altar, mientras Antón le dijo a Rose en voz baja.
-Sonrie amor mío, es tu boda.
-Esto es solo una farsa no veo el porque estar feliz- le respondió Rose
- Yo tampoco estoy feliz de casarme con un patito feo, y aún así vez la sonrisa en mi cara, a eso se le dice actuar. - le dijo Antón con una sonrisa.
-Lamento no cumplir con sus estándares señor- le refutó Rose de forma irónica.
- por favor amor mío, recuerda felicitar a Alessa y a su equipo por haber convertido un patito feo en un cisne, tengo que hacerlo, por lo menos por este día disfruta de el ser bella amorcito.- le dijo Antón con una sonrisa pícara en los labios, el verla molesta le pareció una buena distracción.
Rose no pudo ocultar su molestia por el comentario, pero cuando le iba a refutar, el cura comenzó con la ceremonia y Rose tuvo que guardar silencio.
Todo paso tan rápido para Rose que se quedó en shock cuando el cura le pregunto si aceptaba a Antón como su esposo. fue un momento de silencio, hasta que reaccionó y respondió
-Si, si acepto- Dijo rápido.
Y de esa manera ya se había convertido en Rose señora de Huffman. terminó la ceremonia y fueron directo a la limosina Rose agarrada del brazo de Antón, sonriendo lo más que podía, fingiendo estar feliz para las cámaras. Al fin entran en la limosina, el chófer arranca y baja el telón.
- Lo hiciste bien patito feo, aunque debo admitir que pensé ibas a decir que no te casarías. - Le dijo Antón en un tono burlón.
-Para casarse con un hombre como tú hay que pensarlo mucho, así se solo por conveniencia. - le respondió Rose
- Jajaja no te hagas la dura princesa, yo sé que te atrae mi apariencia, aún no ha nacido mujer que se resista a mi.- le dijo Antón en tono pícaro.
- La apariencia no lo es todo cariño, y si me dieran a elegir, te hubiera dejado plantado en el altar.
- Vaya creo que entonces el sentimiento es totalmente mutuo feita, te diré algo no creas ni por un segundo que te veré como mi esposa, que no se te ocurra pensar que te veré como mujer y menos que dormirás en mi cama, ¿te quedó claro?
- Por mi parte me parece perfecto.- Rose lo miraba mostrando todo el desprecio que sentía por el.
Luego de eso, se mantuvieron en total silencio, viendo cada uno al lado contrario del otro, ni siquiera rozaron miradas, fue así durante todo el viaje, hasta llegar al aeropuerto, dónde los esperaba el avión privado de los Huffman.
Rose al ver qué entraron en el jaguar del aeropuerto se extraño y rompió el silencio que había.
-A dónde vamos? - pregunto
-Decidiste hablar - le Dijo Antón con tono sarcástico
- Donde me están llevando? - Alzó un poco la voz y con tono serio.
- Vamos a Italia cariño, se supone que es nuestra luna de miel, como la pareja de enamorados y recién casados que supuestamente somos.- su tono de voz fue irónico.
- ¡No puedo ir !
- Ha ver cielito no te estoy preguntando, vas a ir.
- no voy a ir, tengo un gato en mi casa que alimentar, tengo un empleo al cuál asistir, tengo un vida que atender.- hablo molesta.
-¡No me importa si tienes que ver al papá en persona, te vas a subir al avión y vamos a ir a la estúpida luna de miel y figuras ser la mujer más feliz de la historia.!- Antón alzó la voz
- No voy a ir - Rose no pensaba moverse ni un milímetro fuera de la limosina.
- No irás, vamos a ver si no vas a ir.
Antón se bajó de la limosina y justo después entraron unos hombres vestidos de traje negro, sacaron a rastras a Rose de la limosina, Antón la esperaba afuera.
- Muchas gracias por ayudar a mi mujer a salir señores, ya del resto me encargo yo.
Los hombre que tenían cargada a Rose, la bajaron dejándola de pie en el suelo.
-Que demonios crees que está haciendo ?- Rose tenía mucho enojo, jamás la habían humillado tanto como en esos dos últimos días.
-Voy a llevar a mi esposa hasta el umbral.- Dijo Antón antes de cargar en su hombro a Rose, mientras está peleaba y pataleaba.
- ¡Sueltame! Bestia, Animal, no sabes cómo tratar a una mujer- Rose le gritaba con todo lo que podía
- No me importa lo que pienses de mi querida.- Antón sonreia, que una mujer gritara y peleara por no estar con el, eso le parecía divertido, amargar la vida de su esposa.
Rose estaba desesperada, por más que pataleaba el hombre no aflojaba ni un músculo, que por cierto estaba muy bien definido.
-¡Aulixio!¡ Auxilio!- Comenzo a gritar.
- Ni te molestes nadie te hará caso, todos trabajan para mí.
Antón subió al avión cargando a Rose en sus hombros, la lanzo en el asiento y dio órdenes a sus hombre que no la dejaran ir, mientras el iba a hablar con el capitán. Luego de un rato regreso, sentándose en frente de ella.
- Abrocha tu cinturón de seguridad ya vamos a despegar.- le dijo a Rose, mientras el hacia lo mismo.
Ella le hizo caso, y en un momento comenzó a moverse el avión, a toda velocidad despegaron hacia Italia, su dichosa luna de miel.