NO SOY UN PERSONAJE EXTRA (Omegaverse)

El día era hermoso y tranquilo, Aziel había salido por la mañana junto a la pequeña Heidrun para ir de compras.

El pequeño bebé Harlan se encontraba acostado pacíficamente dentro de la cuna acomodada en el cuarto de cocina en un lugar seguro.

Sophia se encargaba de preparar la comida para el medio día mientras escuchaba tranquila la suave música del estéreo.

Los tres guardaespaldas trabajaban arreglando el jardín y limpiando las habitaciones y pasillos del piso superior.

Era una mañana realmente pacífica con un clima agradable.

"En todos lados me apareces", cantaba la animada Sophia.

En medio de su animado canto, el timbre de la puerta sonó.

"¿Ya habrán regresado tu mamá y tu hermanita?", habló Sophia con el pequeño bebé.

"Ahora vuelvo, quédate tranquilito ¿de acuerdo?", cargó Sophia al pequeño bebé quien no dejaba de sonreír y lo llevó a la cuna que se encontraba en la sala de estar.

Esperando ver a Aziel y a la pequeña Heidrun, Sophia fue a abrir la puerta.

"¿Olvidó llevar la llave de la casa?", preguntó al abrir la puerta.

Tan pronto como abrió la puerta, Sophia se quedó paralizada al ver al hombre quien apareció frente a ella.

En una reacción impulsiva, Sophia trató de cerrar la puerta rápidamente, sin embargo, el hombre que se encontraba afuera detuvo la puerta con su mano.

Sophia fue más rápida y apoyó todo su cuerpo contra la puerta para no permitir que el hombre entrara.

"¡Muchachos!, ¡vengan a ayudar!", gritó Sophia mientras detenía la puerta.

Con grandes pasos y un gran alboroto, los tres alfas, Larry, Curly y Moe, bajaron de inmediato del piso superior tras oír los gritos de Sophia.

"¡¿Qué sucede?!"

"¡Sostengan la puerta!, ¡no dejen que entre!", gritó Sophia.

Rápidamente, los tres alfas se apresuraron a detener la puerta.

"¿Quién es?", preguntó Curly quién llevaba puesto un pañuelo alrededor de su cabeza.

"¿Es alguien peligroso?", preguntó Moe quién aún sostenía el plumero en su mano.

"¿Deberíamos llamar a la policía?", preguntó Larry quién llevaba puesto un delantal.

Antes de que Sophia pudiera responder a las preguntas, el hombre detrás de la puerta aplicó una gran fuerza que hizo que la puerta se abriera un poco.

"¡Aaaah!, su pie, su pie, ¡su pie está adentro!", gritó Sophia al ver el pie del hombre por la puerta.

"¡¿Qué hacemos?!"

"¡Patéalo!"

"¡Échale agua!, ¡alguien vaya por agua!"

"¡El talco, el talco del bebé!, ¡échaselo en la cara!"

"¡El pañal, el pañal sucio!, ¡trae el pañal sucio!"

Escandalizados sin saber por qué, los tres alfas y Sophia no paraban de gritar en busca de objetos que usar.

"¡¿Qué sucede con ustedes?!, ¡¿qué creen que están haciendo?!", gritó el hombre al otro lado de la puerta quien trataba de entrar, se trataba de Hadrian.

"¡¿Déjenme entrar?!"

...****************...

"Mamá, este se ve bonito"

"Oh, sí, se ve muy bien, ¿crees que me veré bien con este traje en la televisión?"

"¡Sí!"

"De acuerdo"

Papá e hija disfrutaban de un agradable día de compras.

Aziel se llevó a Heidrun por la mañana a comprar un nuevo traje que usaría en su aparición por televisión, con entusiasmo, la pequeña ayudaba a su papá a escoger el traje que le parecía más bonito.

Para estar a juego con su papá, la pequeña Heidrun escogió un bonito traje rosado a cuadros para niñas del mostrador, lo usaría el día de la presentación de Aziel, ya que la pequeña lo acompañaría junto con dos de los guardaespaldas que trabajan en casa.

"Bienvenido, Señor", saludó el empleado de la tienda con una sonrisa, era el mismo empleado que había atendido a Aziel la primera ver que el omega vino a conseguir un traje.

"Buenos días", saludó Aziel seguido de la pequeña Heidrun quien también saludó con cortesía.

"Disculpe la molestia, pero oí que tendrá una presentación en televisión", dijo el hombre.

"Así es", asintió Aziel.

"No quisiera ser inoportuno, pero, estoy trabajando en un traje del mismo modelo, si está de acuerdo, puedo ajustar el traje para usted y así puede usarlo cuando se presente"

"Vaya, no sabía que era usted el que hacía estos trajes, no puedo negarme ante un trabajo tan exquisito, si no es molestia, me gustaría usar el traje en el que está trabajando ahora", sonrió Aziel haciendo que las mejillas del empleado se sonrojaran.

Con el acuerdo hecho, Aziel pasó a medirse el traje nuevo que estaría listo para el día de la presentación.

Después de salir de la tienda, Aziel llevó a la pequeña Heidrun a un restaurante temático de niños, ambos pasaban el día felices sin enterarse del alboroto en casa.

...****************...

Por la tarde, Aziel regresó a su casa junto a la pequeña, fue una sorpresa ver dos autos estacionados frente a la casa, así que Aziel se apresuró a entrar.

Al abrir la puerta, Aziel se encontró con los tres alfas y Sophia en un estado de completo silencio y despeinados a un lado de la sala de estar.

"Señor Aziel", clamaron los cuatro al ver al omega.

"¿Qué sucedió?", preguntó Aziel.

En medio de la sala de estar, se encontraba otro grupo de hombres, resaltando en medio del grupo un hombre de gran tamaño quien cargaba en sus brazos al pequeño bebé Harlan.

"... Sophia", llamó Aziel viendo a los hombres de pie.

"¿Contratamos más guardaespaldas?"

El lugar quedó en silencio tras la pregunta de Aziel quién dejó tranquilamente las bolsas de compras sobre el piso.

Viendo al hombre quien sostenía a su hermano, la pequeña Heidrun corrió al lado de Larry para que la cargara en sus brazos.

"No es adecuado cargar a un bebé ajeno", habló Aziel acercándose al hombre quien sostenía a su bebé para cargarlo en sus brazos.

"¿Qué clase de juego es este?", habló finalmente Hadrian quién aún sostenía al bebé.

Teniendo a Aziel frente a él, el alfa trató de ver que era lo que el omega planeaba fingiendo no conocerlo.

"¿Ya lo olvidaste?, yo soy el padre de este bebé y de la niña"

Aziel se quedó observando al hombre frente a él después de las palabras dichas por este.

"Por el tiempo transcurrido, llegué a pensar que estos niños no tenían un padre", dijo Aziel tomando a Harlan de los brazos de Hadrian.

Tras las palabras de Aziel, una ronda de aplausos se escuchó de sus tres guardaespaldas y Sophia.

Ya con su bebé en brazos, Aziel se sentó en el sofá principal, seguido de la pequeña Heidrun quien se sentó al lado de su papá.

Detrás del sofá en donde estaba sentado Aziel, los tres guardaespaldas y Sophia se colocaron de pie con orgullo.

"¿Y bien?, ¿cuál es el motivo de su visita?"