PRIMERA PARTE DEL LIBRO TERMINADA. NO ESPEREN UNA NOVELA TIPICA, LAS MIAS DAN DOLORES DE CABEZA Y LOS HACE PENSAR MAS DE LO QUE DEBERIA!!!
ESCRIBO CON AMOR Y ESPERO RECIBIR LO MIMO DE USTEDES, SI SIENTEN QUE LA NOVELA ES LARGA Y TEDIOSA, LOS INVITO A ABANDONARLA. PERO, NO TOLERO INSULTOS NI FALTAS DE RESPETO...
LAS QUIERE...
JESS QUEEN
NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 23
Karin (contenido subido de tono)
Sus manos cálidas se movieron a mi cintura, atrayéndome hacia él con una fuerza que me hizo temblar. Nuestros cuerpos se chocaron, y el contacto fue eléctrico, como si la conexión entre nosotros se hubiera desbordado, más allá de lo que las palabras podían expresar.
—Mía —dijo al fin, su voz grave, cargada de una emoción tan cruda que me hizo estremecer. — Mi compañera, mi luna. Reclámame, Karin, acéptame como tuyo, por favor.
Su nariz rozó mi cuello, un roce suave pero intenso que me envió una oleada de escalofríos, y algo más profundo, algo que no supe cómo describir, me envolvió por completo. Su cercanía era un fuego que me devoraba lentamente.
—Tuya, tu compañera, tuya, Logan. Tu luna, para siempre. —susurré, mis palabras casi un ruego, una promesa. El vínculo entre nosotros se hacía más fuerte, más insoportable, y mi cuerpo, mi alma, se alinearon con el deseo de unirme a él en todos los sentidos posibles.
Lina, en mi mente, susurró su voz como un eco lejano pero claro, como si su presencia estuviera también allí, a nuestro lado, guiando nuestro destino.
“Nuestro ancla, nuestro puerto seguro,” dijo Lina. “Mío.”
Y esas palabras fueron el último empujón, el que me hizo perder toda resistencia. No había vuelta atrás, ni espacio para dudas. Ya no podía separarme de él, ni siquiera si lo intentara.
Lo siguiente que recuerdo es cómo todo se desvaneció en un torbellino de sensaciones: primero, sus brazos rodeándome con fuerza, mis piernas aferrándose a su cintura como si nunca quisiera soltarlo; Después, la cama bajo nosotros, y sus labios reclamando los míos con una fuerza que me dejaba sin aliento. Sus besos no tienen nada de suaves. No hay dulzura en ellos, pero tampoco la necesito. Son crudos, desgarradores, llenos de hambre y pasión, y cada segundo que pasan sobre mí es mejor que cualquier momento de calma que haya tenido en mi vida. Se sienten reales, como una tormenta que me arrastra sin piedad.
Mio. Deseo. Instinto. Las palabras resuenan en mi cabeza mientras mi cuerpo responde al suyo sin resistencia.
No opongo objeción cuando sus manos se cuelan bajo mi blusa, explorando territorios inexplorados con la certeza de quien sabe exactamente lo que está buscando. Ninguna pregunta de si puede tocarme; no necesita hacerlo. Se adueña de cada centímetro de mi piel con la convicción de que ya le pertenezco. Y lo hago. Soy suya, completamente suya, y la manera en que sus dedos dibujaron líneas de fuego sobre mi cuerpo me lo confirma.
Cada caricia, cada roce, arranca de mí un sonido que no reconozco, un quejido ahogado que apenas logro contener. Siento mis dedos de los pies contraerse mientras mis piernas se aferran más fuertes a su cintura, desesperadas por mantenerlo cerca. Cuando tira de mis pezones con una fuerza calculada, un gemido se escapa de mis labios, pero lo ahogo mordiéndome los labios con fuerza, tratando de no hacer ruido, de no dejar que alguien nos escuche.
—No te contengas —murmura, su voz ronca y autoritaria mientras sus ojos oscuros se clavan en los míos—. Quiero oírte.
Niego con la cabeza, incapaz de obedecerle, no porque no quiera, sino porque no puedo. No soy capaz de formar una sola palabra coherente. Mi mente está atrapada en un caos donde solo él existe, donde solo sus manos, sus labios y el fuego que enciende en mi interior tienen cabida.
Mi silencio le molesta. Lo siento en el aire, en la forma en que sus dientes atrapan la piel de mi hombro, mordiendo con la suficiente fuerza para que mi espalda se arquee de manera involuntaria, buscando más, pidiendo más sin necesidad de palabras. Es un juego previo, lo sé, pero ya me tiene atrapada en un limbo donde no existe nada más que él y lo que me hace sentir.
—¿Me quieres? —Su voz es un susurro grave, casi un gruñido, pero está cargada de una autoridad que me atraviesa por completo.
No puedo responder. No soy capaz. Cada palabra que intento formar se ahoga en mi garganta mientras el calor de su cuerpo me envuelve, mientras su firmeza se frota contra mi centro sin misericordia, arrancándome gemidos que no controlo. Solo logro asentir, con los labios entreabiertos, jadeando.
—Responde, dilo. ¿Me quieres? —Su tono se vuelve más bajo, más peligroso, mientras acerca su boca a mi oído, dejando que su aliento tibio acaricie mi piel y despierte un millón de escalofríos.
Intento respirar hondo, ganar algo de control, pero es inútil. Mi cuerpo se mueve por instinto, levantando las caderas en un impulso desesperado que refuerza el roce entre nosotros. Un gemido involuntario escapa de mi boca, mezclándose con el sonido de su respiración, profunda y llena de poder.
—¿Me quieres dentro de ti, cariño? —prosigue, cada palabra pronunciada con una lentitud deliberada que hace que mi piel se erice—. ¿Me dejarás marcarte?
Pierdo toda noción del tiempo. No sé cuántas veces sus dedos han presionado mi carne sensible, pero el calor que crece entre mis piernas se vuelve insoportable, cada movimiento suyo amplificando la humedad, la necesidad, el deseo. Sus labios no se detienen, tirando de mi piel con besos, succiones y mordidas, y una voracidad que me desarma. Mi cuello, mis hombros, todo se convierte en su territorio.
—Dilo. —La exigencia en su voz no deja lugar para negarme. Sus ojos, oscuros y ardientes, me atrapan, y en ellos no hay espacio para la duda.
—Sí —respondo al fin, mi voz apenas un susurro entrecortado por los jadeos—. Sí, te quiero. Te quiero, Logan.
Mi confesión estalla entre nosotros como una declaración de rendición, y siento cómo todo cambia, cómo él se hunde aún más en la necesidad de reclamarme, de poseerme. Sus labios se curvan en una sonrisa peligrosa mientras sus manos me aprietan con más fuerza, como si estuviera decidido a no dejarme escapar jamás.
--
—Lo sé, estás tan lista para mí, mi amor. —Su voz grave se desliza sobre mi piel como un roce más, envolviéndome, encendiéndome aún más. Antes de que pueda responder, sus labios vuelven a reclamar los míos, esta vez con una suavidad inesperada, como si quisiera demostrar que puede hacerme derretir de cualquier manera.
Sus dedos juegan con el elástico de mis bragas de encaje, deslizándose lentamente, haciéndome arder por dentro. Me ha tocado sobre la tela, pero ambos sabemos que ya no es suficiente. El aire entre nosotros está cargado de anticipación. Cada movimiento suyo, cada caricia, cada beso me acerca peligrosamente al borde.
Y entonces, con un gesto decidido, sujeta mi ropa y la desgarra con una facilidad que me deja sin aliento. El sonido de la tela cayendo al suelo se mezcla con mi respiración agitada. Mientras su boca reclama uno de mis pechos, su mano viaja al otro, apretándolo con la fuerza justa para arrancarme un jadeo ahogado. Mi cuerpo se arquea bajo él, pero sigo resistiendo, negándome a gritar.
Sus piernas se deslizan entre las mías separándolas sin esfuerzo, y el contacto firme de su muslo me hace perder el poco control que me quedaba.
—Si te callas, querré hacerte gritar de otra manera, mi amor.
Sus palabras me perforan como una daga ardiente, y algo dentro de mí se retuerce y se enciende al oírlo llamarme mi amor . Lina y yo respondemos al unísono, nuestra conexión palpando cada palabra, cada emoción.
—Acepto el desafío. —Mis labios se curvan en una pequeña sonrisa, casi retadora, desafiándolo a seguir. Parte de mí sabe que no debería provocarlo, pero no puedo evitarlo. Hay algo en su intensidad, en su manera de controlarlo todo, que me hace querer empujar los límites.
Pero mi desafío dura poco. La intromisión de su mano en mi cuerpo me arrastra a otro universo, bajando lentamente hasta llegar al epicentro de mi deseo. Sus dedos rozan la cremosidad de mis pliegues, moviéndose con precisión deliberada, y me pierdo en la sensación. Una sonrisa arrogante se dibuja en sus labios al sentirme completamente lista -Y avergonzada por eso- , pero no me da tiempo de reaccionar. Su boca vuelve a devorar la mía, robándome el aliento, mientras su mano continúa explorándome.
Primero, sus caricias son lentas, tan lentas que podrían considerarse una forma de tortura. Mi cuerpo tiembla con cada roce, y lo que se acumula en mi vientre amenaza con desbordarse en cualquier momento. Cuando finalmente incrementa el ritmo, la presión se vuelve insoportable. Mi mente se apaga, y todo lo que puedo hacer es hundir mis uñas en sus hombros y espalda, aferrándome a él como si fuera mi ancla en un mar tormentoso.
—Déjate ir. —Su voz es un ronroneo cargado de deseo, sus ojos oscuros y expectantes me perforan, exigiendo lo que sabe que estoy a punto de darle—. Córrete para mí y disfrútalo amor.
Sus dedos no pierden el ritmo, cada movimiento llevando a mi cuerpo más y más alto hasta que finalmente explota. Un grito desgarrador sale de mis labios mientras mi cuerpo se sacude en espasmos interminables. La intensidad es tan abrumadora que siento que me desmorono en mil pedazos, sabiendo que nunca podré reconstruirme del todo.
Cuando al fin recupero el aliento, su sonrisa satisfecha es lo único que puedo ver antes de que me susurre, con su voz ronca pero cálida:
—### Bien hecho, mi amor.
"Es hora, no te acobardes, esperaste por él y ahora lo tenemos".La voz de Lina es suave, como un susurro que busca calmar mis nervios. Su tono me envuelve, me reconforta, pero también me recuerda que no hay marcha atrás.
Es cierto, nunca había estado con nadie de esta manera. Siempre me había guardado, esperando a mi pareja, a ese alguien que haría que este momento fuera especial.
Logan comienza a desvestirse con una lentitud que me desespera, pero no puedo apartar la vista de él. Cada prenda que cae revela más de su piel clara, brillante bajo la luz dorada que entra por la ventana de mi habitación. Sus músculos son duros y definidos, desde los de sus brazos hasta el abdomen, donde las líneas marcadas de su cuerpo se pierden en el estiramiento de sus caderas. Es bellísimo, perfecto. Todo en él parece haber sido esculpido para ser admirado.
Sus ojos permanecen fijos en mí, recorriendo mi cuerpo con una intensidad que me hace temblar. Sé que mi figura no está nada mal, pero a su lado me siento frágil, aunque sé que no lo soy. Hay algo en su mirada que me desnuda por completo, mucho más allá de lo físico.
Se posiciona entre mis piernas, inclinándose para besar la parte baja de mi vientre. El contacto de sus labios en mi piel me roba el aliento. Su mano, firme pero suave, desciende hasta la base de su miembro, y lo desliza con lentitud, apenas rozándome. La expectativa me consume, y mi respiración se acelera.
—Gracias por haberte guardado para mí todo este tiempo —dice, su voz ronca cargada de emoción—. No lo merecía, pero me alegra ser tu primer hombre. Puede que sientas dolor, cariño, pero no durará mucho.
Sus palabras son sinceras, y su mirada, cálida y protectora, me da el valor que necesito. Pero cuando mis ojos descienden hacia donde nuestras pieles están a punto de unirse, una pequeña duda se instala en mí, es más grande de lo que había pensado. Lo que sostiene con su mano parece demasiado, y no estoy tan segura de que el dolor sea pasajero. Aun así, asiento y trato de relajarme lo más que puedo.
La voz de Lina, suave y reconfortante, me guía, mientras las caricias de Logan me ayudan a respirar profundo. Entonces lo siento, deslizándose lentamente en mí canal. El dolor es inevitable al principio, un tirón que me hace tensarme, pero pronto se mezcla con un placer que nunca había conocido. Sus movimientos son pacientes, y no deja de besarme, de acariciar mi cuerpo con una devoción que me envuelve por completo.
Minutos que parecen eternos pasan mientras mi vientre se contrae, mi cuerpo respondiendo al suyo de formas que jamás imaginé. Sus ojos, oscuros como la noche, se clavan en los míos, mientras sus brazos y espalda se tensan con cada movimiento.
—Cariño, voy a marcarte, y quiero que lo hagas también.
Su voz es baja, pero cargada de deseo. Mi corazón late con fuerza cuando asiento, mi decisión clara.
—Bien, juntos.
De repente, sus movimientos se vuelven más rápidos, más profundos, precisos en encontrar ese punto dentro de mí que me lleva al límite una y otra vez. Mi cuerpo se arquea involuntariamente, y Lina, dentro de mí, me pide que libere mis instintos. Pero ya no puedo. Mis caninos se alargan, y noto cómo los ojos de Logan, ahora dorados, brillan con una luz intensa. Silas y Lina también están conectados, observándose en un nivel que va más allá de lo humano.
El ritmo frenético nos consume, y cuando el éxtasis nos alcanza, me dejo llevar completamente. Grito, y mi mente se vacía mientras siento los caninos y dientes de Logan hundiéndose en mi piel. Un dolor exquisito me recorre, pero no dudo en girar mi cabeza hacia su cuello. Mis propios colmillos se hunden en él, marcándolo como mío para siempre. La sangre caliente llena mi boca, un sabor único y embriagador.
En ese momento, todo desaparece. Ya no existe la habitación, ya no existe mi cuerpo. Solo estamos Logan y yo, envueltos en llamas plateadas que parecen consumirnos y, al mismo tiempo, transformarnos. Nuestra liberación nos sacude nuevamente, como una réplica que nos lleva aún más alto.
—Mía, para siempre —logra decir con voz ronca, tumbándose sobre mí con cuidado, evitando aplastarme.
—Mío, para siempre. Sin importar cuán difícil se ponga, siempre serás mío, Logan.
—Te amo —susurra, con los ojos brillantes de emoción—. Te amo desde el primer día, y te amaré hasta el último de mi vida.
Me quedo en silencio, acariciando su cabello rubio mientras mi respiración se normaliza. En ese momento, con él sobre mí, sentí que nada podría separarnos. Logan es mío, y yo soy suya, en cuerpo, alma y sangre.
Editado a última hora para que no me manden al infierno de una vez jajaja.
Nos leemos el lunes!
Si te gusto dejame tu like... 🔥🔥🔥🔥🔥🔥
Al fin las cosas se están acomodando, pero no se entusiasmen mucho con la idea... Estoy para hacerlas girar y girar. cómo a mis personajes.
Besitos... Jess 🖤