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Destino Inesperado

Destino Inesperado

Status: En proceso
Genre:CEO / Madre soltera / Futuro / Embarazo no planeado / Reencuentro
Popularitas:13.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Rosali Miranda

Una noche. Un desconocido. Y un giro que cambiará su vida para siempre.

Ana, una joven mexicana marcada por las expectativas de su estricta familia, comete un "error" imperdonable: pasar la noche con un hombre al que no conoce, huyendo del matrimonio arreglado que le han impuesto. Al despertar, no recuerda cómo llegó allí… solo que debe huir de las consecuencias.

Humillada y juzgada, es enviada sola a Nueva York a estudiar, lejos de todo lo que conoce. Pero su exilio toma un giro inesperado cuando descubre que está embarazada. De gemelos. Y no tiene idea de quién es el padre.

Mientras Ana intenta rehacer su vida con determinación y miedo, el destino no ha dicho su última palabra. Porque el hombre de aquella noche… también guarda recuerdos fragmentados, y sus caminos están a punto de cruzarse otra vez.

¿Puede el amor nacer en medio del caos? ¿Qué ocurre cuando el destino une lo que el pasado rompió?

NovelToon tiene autorización de Rosali Miranda para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 18: Caminos cruzados

Perspectiva de Ana

El sonido suave de los latidos de Matías y Sofía en mi pecho me calmó cuando más lo necesité. Mientras los mecía suavemente en mis brazos, podía sentir la calidez de su pequeño cuerpo, la fragilidad que venía con su juventud, pero también una fuerza que parecía ir más allá de lo que cualquier ser humano pudiera comprender.

Había pasado tanto tiempo sintiéndome sola en este proceso. De alguna manera, siempre había creído que cargar con el peso de ser madre soltera era lo que merecía. Pero ahora, al tener a Lían aquí, a mi lado, algo en mí comenzaba a creer que tal vez no estaba tan sola como pensaba.

Me encontraba reflexionando sobre sus palabras. La promesa. La confesión.

“Te amo, Ana”.

No había dudas en su voz. Ni un atisbo de titubeo. Y, sin embargo, yo sentía que había tantas sombras que debíamos atravesar antes de llegar a una paz duradera. Como madre, sabía lo que mis hijos necesitaban. Y Lían, por mucho que hubiera cambiado, aún tenía que probar que lo que sentía por mí no era solo una reacción a las circunstancias. Porque el amor no se construye de la noche a la mañana, y si algo había aprendido en estos años, era que a veces, incluso el amor más puro, necesitaba tiempo para sanar viejas heridas.

Me levanté de la silla con cuidado de no despertar a los mellizos y me dirigí hacia el balcón. El aire fresco de la tarde me dio un respiro, una bocanada de tranquilidad en medio del caos. Miré hacia la ciudad, viendo cómo las luces comenzaban a encenderse en el horizonte, anunciando el final de un día y el comienzo de otro.

Lían había prometido estar ahí. Lo sentía en sus acciones, en su disposición. Pero la parte más temida de mi alma seguía preguntándose si era suficiente. Si podía confiarle mi corazón, si podría aceptar todo lo que él traía consigo, especialmente después de todo lo que había sucedido con Isabella.

Lo que me aterraba no era que Lían me fallara. Me aterraba fallarme a mí misma. No quería cometer el mismo error de siempre, dejar que el amor me cegara y me hiciera perder mi norte. No podía seguir corriendo sin tener claro hacia dónde me dirigía.

De repente, sentí una mano sobre mi hombro. Léan estaba ahí, detrás de mí, sus pasos suaves como siempre. Y aunque no me había dado cuenta, sus palabras me alcanzaron justo en el momento en que más las necesitaba.

Perspectiva de Lían

Verla allí, frente al balcón, me partió el corazón. Ana siempre había sido una mujer fuerte, decidida, pero ahora había algo diferente en ella. Esa fragilidad, ese miedo que intentaba esconder, era lo que más me aterraba. No quería ser el motivo de su desconfianza, pero entendía perfectamente por qué lo era.

Me acerqué a ella con cautela, sin querer invadir su espacio, pero con la necesidad de estar cerca. Poner una mano en su hombro fue una forma torpe, pero sincera de acercarme. No quería que me viera como el hombre que había sido, sino como el hombre que ahora era para ella. Alguien que estaba dispuesto a quedarse, a construir algo más allá de lo que ni siquiera me había imaginado cuando nos conocimos.

—Ana… —dije en voz baja, temeroso de romper la quietud del momento.

Ella se giró lentamente y me miró a los ojos. Esos ojos que me habían atrapado desde el primer día. Su mirada estaba llena de preguntas no formuladas, pero también de una vulnerabilidad que solo ella podía ocultar con tanta destreza.

—Lían, no sé si soy capaz de confiar plenamente en ti. No después de todo lo que ha pasado… y todo lo que podría pasar. Mi familia me mira con desaprobación. Incluso tú… tú me diste la espalda durante tanto tiempo.

Mis palabras se ahogaron en su garganta, como si le costara respirar al intentar articular la sinceridad que sentía en mi pecho. Yo había fallado en tantas cosas. Y en este momento, aunque no fuera suficiente, sentía que tenía que decirle lo que mi corazón quería gritarle desde hacía tanto tiempo.

—Te amo, Ana. Te amo como nunca pensé que podría amar a alguien. Y aunque mi vida está llena de errores, no quiero vivirla sin ti. No quiero vivirla sin Matías ni Sofía. Ustedes son mi razón, mi familia. Y, aunque lo diga ahora, sé que lo demostraré todos los días. Cada día, hasta el final.

Ella cerró los ojos por un instante, como si mis palabras la hubieran tocado de alguna manera que no sabía describir. No sabía si creía en mí, no sabía si mi amor era suficiente. Pero sí sabía algo: que no podía seguir viviendo con la incertidumbre de no intentarlo.

Se acercó a mí, tomando mis manos en las suyas, con una calma que me desarmó. Podía ver la lucha interna que todavía llevaba consigo, pero también podía ver la pequeña chispa de esperanza que comenzaba a iluminar su alma.

—Lían, también te amo. Pero no quiero promesas vacías. Solo quiero que estés aquí cuando más te necesite. No sé si puedo olvidarlo todo de inmediato. Pero lo que sé es que quiero intentarlo.

Me incliné hacia ella, sintiendo la suavidad de su piel, el peso de sus palabras. Le tomé el rostro entre mis manos y la besé con ternura, como si cada segundo que pasaba junto a ella fuera el más preciado de mi vida.

A veces, el amor no necesita ser perfecto. Solo necesita ser real.

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Sonia Avila
los padres son su propio verdugo... Liam la defenderá
Sonia Avila
Liam no la rechazó que bien parece ser un buen hombre
Sonia Avila
excelente muy inteligente Liam
Sonia Avila
que bien el verá crecer a sus hijos será de mucha ayuda para ella
Sonia Avila
ella, está decidida a no abandonar a sus bebés seguir con el embarazo
Sonia Avila
interesante
Yusbelys Marquez
la trama asta los momentos va 👍esperemos km se desarrolla y k no duren para actualizar
Martha Ordoñez
muchas gracias por subir más capitulos bendiciones escritora
Rosali Miranda: muchas gracias a usted por ser mi lectora n°1. ne motiva a seguir creando más historias
total 1 replies
Martha Ordoñez
se merece ser felices gracias escribir está novela bendiciones
Martha Ordoñez
muy interesante la novela gracias escritora bendiciones
mariela
Comienzo está novela que tiene una trama interesante veremos qué pasará en la vida de esta chica mexicana en E.E.U.U. y el CEO que no la ha podido olvidar y la anda buscando.
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