EL PRINCIPE Y LA RUBIA...

...Bernardo había llegado escasos minutos después al lugar, encontrándose con el auto chocado de Jors, el cual estaba recobrando la conciencia. Bernardo, con solo verlo, supo quién era y las ganas de matarlo en ese mismo instante lo asediaron....

...— Saquen a ese perro del auto. Yo mismo lo interrogaré... —dijo Bernardo, su voz llena de furia y desprecio....

...La furia del príncipe Thompson se sentía en el aire. Jors sabía que un infierno se avecinaba y lo más probable era que fuera consumido en sus llamas. Cuando Bernardo se enfurecía, tal como estaba ahora, sus ojos almendrados cambiaban de color y un brillo aterrador resaltaba en su mirada....

...En ese momento, el teléfono de Bernardo sonó. Era Rick, llamando para confirmarle que la rubia había elegido su destino....

...— Señor Bernardo, lo siento. María Ángel se sacrificó por nosotros. Se lanzó del auto para que pudiéramos escapar —dijo Rick, su voz llena de tristeza y culpa....

...Bernardo se quedó en silencio, su mente procesando la información. Luego, explotó en una furia incontrolable....

...— ¡Maldito Santino! ¡Te juro que te mataré! ¡Te arrancaré la piel pedazo a pedazo! —gritó Bernardo, su voz ecoando en el aire....

...Jors, que había estado observando la escena, se estremeció de miedo. Sabía que estaba en graves problemas. Ver frente a frente al príncipe Thompson confirmaba lo que se hablaba de él en el negocio. Pero un sin fin de preguntas rondaban su cabeza, ¿ Cómo llego María Ángel hasta su territorio y porque el estaba tan enojado?...

...— ¡Llevenlo a la bodega! ¡Quiero que esté listo para cuando regrese! —ordenó Bernardo, su mirada fija en Jors....

...Jors fue arrastrado por los hombres de Bernardo, sabiendo que su destino estaba sellado....

...Bernardo, por su parte, se subió a su moto y arrancó a toda velocidad para encontrarse con Rick y el pequeño Theo. En cuanto ve a Rick, lo toma del cuello con ira y lo golpea enojado, reclamando por dejar que se llevaran a María Ángel....

...— ¡¿Cómo pudiste dejar que se la llevaran?! ¡¿Cómo pudiste fallarle?! ¡te di una maldita orden! ¡Te dije que velaras por su seguridad! ¡¿Que clase de incompetente eres?!—gritó Bernardo, su rostro rojo de ira....

...Rick intentó defenderse, pero Bernardo no lo escuchaba. Estaba fuera de sí, consumido por su furia y su dolor....

...Pero entonces, el pequeño Theo se acercó a él, llorando....

...— Déjelo, no es su culpa. Mi hermanita eligió entregarse para salvarme —dijo Theo, su voz temblorosa....

...Bernardo se detuvo, su mirada se fijó en el pequeño. Lentamente, su ira se fue disipando, reemplazada por una profunda tristeza y preocupación....

...— Lo siento, pequeño. No debí perder el control —dijo Bernardo, arrodillándose frente a Theo y abrazándolo....

...Theo se aferró a él, llorando desconsoladamente. Bernardo lo sostuvo, sintiendo una profunda responsabilidad por la seguridad del pequeño y de María Ángel. Sabía que debía actuar rápido para rescatarla y protegerla de Santino....

...— Lo siento, Theo. Debí protegerlos, les fallé, pero haré hasta lo imposible para traerla de vuelta. Te lo juro — Le hablo con dulzura intentando consolar al pequeño....

...Theo se aferró a Bernardo mientras seguía llorando sin parar....

...— Ese monstruo la lastimó y yo no quiero que ella sufra. Mi hermanita es buena, además la extraño mucho. ¿Y si no regresa?... ¿y si no puede escapar? ¿Y sí ella muere como Stuart?... —dijo Theo, su voz temblorosa....

...— No pienses en eso, María Ángel es valiente e inteligente como tú. Ella encontrará la manera de mantenerse a salvo mientras voy por ella —dijo Bernardo, intentando tranquilizar al pequeño....

...Bernardo cargó a Theo y lo llevó adentro de la cabaña. Ordenó que le prepararan alimento, pero el pequeño negó, ofuscado....

...— No quiero comer. Mi hermanita está en manos de ese hombre. Cuanto desearía ser grande y fuerte para patearle el trasero —dijo Theo, su voz llena de rabia y frustración....

...— Theo, sé que te duele lo que está pasando, pero debes alimentarte. Si no, tu hermana se va a enojar conmigo cuando regrese por no cuidarte bien —dijo Bernardo, intentando razonar con el pequeño....

...Theo dio una media sonrisa....

...— No querrás verla enojada. Sus ojos brillan, su voz es aterradora y puede ser peligrosa —dijo Theo, limpiándose las lágrimas....

...Bernardo intento imaginarla enojada, pero a su pervertida cabeza, solo venía el recuerdo de su rostro excitado y su pecho agitado mientras él se adueñaba de ella. Se sintió un poco avergonzado por tener esos pensamientos en un momento tan delicado, pero no podía evitarlo. La pasión y la rabia se entrelazaban en su interior, creando un caos de emociones que lo consumían por completo....

...Bernardo tuvo que hacer grandes esfuerzos para consolar al pequeño, quería ser su soporte, aunque en al igual que Theo temia por la integridad de la rubia. Bernardo llevó al pequeño a una habitación donde lo acostó, ya que el pequeño se había dormido de tanto llorar. Aún dormido, se escuchaban sus sollozos. Al príncipe, la culpa lo consumía....

...Le pidió a una de las empleadas de la cabaña que se quedara en la habitación y velara el sueño de Theo....

...Afuera, estaba Rick, dándoles órdenes a los hombres. La presencia de Bernardo se sentía de lejos; el príncipe irradiaba furia y Rick sabía que su jefe estaba listo para desatar el infierno....

...— Señor, lo lamento. No pude llevar más hombres. Solo obedecí las órdenes de su padre. Él dijo que sí éramos discretos, todo saldría bien —dijo Rick, su voz llena de temor y arrepentimiento....

...Bernardo sonrió con ironía y frialdad....

...— ¡Bien! ¡Que salió bien! ¡Mi rubia está en manos de ese animal! Y aunque no sé exactamente qué es lo que lo ata a ella, estoy seguro de que la lastimará. Te di una sola puta orden: te dije que su seguridad era tu responsabilidad, y ¿qué hiciste? ¡Dejaste que se sacrificara! ¡Solo necesitabas resistir un poco más! ¡Estaban cerca de los escuadrones! —dijo Bernardo, su voz llena de rabia y decepción....

...— Pero te daré una oportunidad de redención. Quiero que me traigas toda la información de Adrik Santino, el maldito torbellino. Quiero sus rutas de acceso, quiero saber quiénes son sus socios, en quiénes confía, con quién cuenta, cuántos negocios legales tiene, si tiene perro, gato, si tiene hijos, cuántos hombres están a su servicio, cuáles son las putas con las que se ha acostado,bque relaciones estables ha tenido y lo más importante, cuál es su debilidad. Lo quiero absolutamente todo esta misma noche. Y por tu bienestar, Rick, esta vez no me falles. ...

...!Darius, cita una reunión en el salón clandestino!. Abriré los portales del infierno y necesito saber quiénes están de mi lado —dijo Bernardo, apretando los dientes con furia....

...Rick salió de prisa a ejecutar la orden de su jefe, al igual que Darius, quien envió el comunicado a todos los jefes de la mafia....

...Bernardo regresó a la cabaña, tomó en brazos al pequeño, que aún dormía, lo abrigó con una manta y salió rumbo a uno de los autos. Le ordenó al chófer que lo llevara a la mansión....

...Las horas se hicieron lentas y los minutos se sintieron eternos. El único rastro que había quedado de Santino y María Ángel era su jefe de seguridad y el auto abandonado en el desvío....

...La reunión se había citado para esa misma noche. Afortunadamente para Bernardo, Albert Morris, el inconfundible patriarca de la mafia, había citado una reunión esa misma semana, por lo que en el país ya estaban la mayoría de los altos mandos....

...Así que esa noche, el salón clandestino de la mafia sería testigo de la reunión de los mafiosos más temidos del mundo. Kalvin Banoup, Burak Fashim, alias Zehir, Andrey Vacinii, el demonio italiano, acompañado de la inconfundible madrina italiana, Violetta Donatti, Alexandra Thompson, la traviesa, Leandro Morzov, el rey de la brava rusa, o también conocido como el demonio ruso, Harry Bennett, Jessika Brown, la diablita, Oliver Thompson, el demonio inglés, Shofía Morzov, la princesa rusa, alias la leona, y Aiden, el tatuado, estaban entre los asistentes....

...Con un impecable traje azul oscuro a la medida, zapatos italianos, reloj inteligente con rastreador, y la inconfundible pulsera que portaba en su muñeca como señal de que hacía parte del linaje Morzov, Bernardo hizo su entrada en el salón....

...Sus pasos lentos y firmes resonaron en el mármol del salón. Su imponencia y la mirada oscura que traía eran el presagio de que su lado mafioso y cruel se había reactivado....

...Al ver al patriarca sentado en la mesa, Bernardo hizo una mueca de desagrado. No era que no respetara las jerarquías de la mafia, pero a veces estaba en desacuerdo con las decisiones del anciano....

...— Buenas noches —dijo finalmente Bernardo, tomando asiento en la cabecera de la mesa, dejando claro que, como príncipe de la realeza de la mafia inglesa, esa noche tendría el control y sería quien presidiría la reunión....

...Su mirada se dirigió a cada uno de los presentes....

...— Seré breve porque esta noche estoy contra reloj. El torbellino invadió mi territorio y se llevó a mi protegida, una rubia que ayudé hace un mes. Ella estaba bajo mi protección. Por lo tanto, las acciones del maldito son un claro desafío para mí. El rompió las reglas invadiendo mi territorio y el de los demonios de este país. Así que desataré la guerra para traer de vuelta a la rubia y librarla de sus manos. Sé que quizás muchos estarán en desacuerdo y lo comprendo. Aún así, no daré un paso atrás. Quienes quieran unirse a mí, lo agradeceré y lo sabré recompensar. Y quienes no, lo aceptaré, pero no permitiré que interfieran en mis planes —dijo Bernardo, sus palabras dejaban claro que ya había tomado una decisión y la llevaría a cabo sin importar quién se opusiera....

...Todos escuchaban al príncipe con atención. Hasta que el anciano interrumpió....

...— Tus motivos para desatar una guerra con la mafia al mando del torbellino... ¿Son solo porque la rubia es tu protegida? ¿O hay algo más? Espero que hayas investigado a la chica y no estés armando un alboroto por una mujer ajena —dijo el anciano....

...Bernardo le sostuvo la mirada al anciano con frialdad y el tinte de amenaza que lo caracterizaba cuando se encabronaba....

...— Mis motivos son lo suficiente fehacientes y justos. Le prometí a la rubia que mientras estuviera en mi territorio la cuidaría y no dejaría que el infeliz la capturara nuevamente. Las promesas en mi dominio son sagradas, al igual que la venganza. ¿Tiene algún inconveniente con este asunto? —preguntó Bernardo......