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Cuando Te Encuentre

Cuando Te Encuentre

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Reencuentro
Popularitas:6.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Lina Garizao

La vida de Valeria da un giro inesperado cuando descubre la infidelidad de su novio, Alex. Desolada y herida, decide marcharse sin decir una palabra, buscando refugio en la casa de su amiga. Alex, al darse cuenta de su ausencia, se embarca en una búsqueda frenética para encontrarla, convencido de que puede reparar su relación. Sin embargo, su mejor amiga, Claudia, está decidida a proteger a Valeria del dolor que su ex le ha causado y se niega a revelar su paradero.

A medida que Alex se enfrenta a obstáculos y a la interferencia de su amante, Valeria comienza a redescubrirse y a sanar. Pero cuando el amor verdadero está en juego, las decisiones del pasado pueden amenazar el futuro.

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Capitulo 24: Palabras sin decir

Valeria se sentó en el pequeño escritorio de la habitación de Claudia, **la luz tenue de la lámpara iluminando el papel en blanco frente a ella.** Su corazón latía con fuerza mientras luchaba con sus pensamientos. Había tanto que quería decirle a Alex, tanto que había quedado sin expresar. Pero las palabras parecían atoradas en su garganta, como si temieran el impacto que podrían tener.

**Con un suspiro profundo, tomó una pluma** y comenzó a escribir, su mano temblando ligeramente mientras trazaba las letras.

*"Alex,"* comenzó, **las primeras palabras fluyendo lentamente.** *"No sé por dónde empezar. Desde que me fui, he estado reflexionando sobre nosotros, sobre lo que significabas para mí. A veces, siento que mi corazón se quiebra al recordarte. La verdad es que siempre te amé... pero también me dolió lo que hiciste."*

Las palabras parecían cobrar vida, **cada línea una mezcla de dolor y amor.** Mientras escribía, sus ojos se llenaban de lágrimas, cada gota un recordatorio de lo que habían compartido y de lo que había perdido.

*“Te perdoné muchas cosas, pero esta vez, la traición fue demasiado. Nunca quise que llegáramos a este punto, pero la vida es complicada y a veces las decisiones que tomamos nos definen.”*

**Valeria se detuvo,** contemplando lo que había escrito. ¿Era correcto enviarle esta carta? Se preguntaba si realmente quería abrir esa puerta nuevamente, si estaba lista para enfrentar sus sentimientos. La duda la envolvía como una niebla pesada.

**Tomó un respiro profundo,** sintiendo cómo el aire fresco entraba en sus pulmones. Al mismo tiempo, una parte de ella anhelaba enviar la carta, deseando que Alex supiera lo que sentía, que comprendiera el dolor que había causado.

Pero, **¿realmente había espacio para el perdón en su corazón?** Sabía que si enviaba la carta, se arriesgaba a reabrir viejas heridas.

*“Tal vez sea mejor que estas palabras se queden sin decir…”* pensó, mordiendo el extremo de su pluma. Pero en el fondo, su corazón anhelaba que Alex supiera cuánto lo había amado y cuánto lo había extrañado.

**Con un suspiro, guardó la carta en un sobre,** sin cerrar la tapa. La lucha entre su amor por él y el dolor que le había causado continuaba en su mente, y cada palabra escrita era una batalla en sí misma. ¿Sería capaz de enviarla?

**El tiempo pasaba, y el silencio de la habitación se convertía en un eco de sus pensamientos,** dejándola con una pregunta sin respuesta: ¿cuántas palabras se quedarían sin decir?

Valeria se quedó mirando el sobre en su escritorio, su mente en un torbellino. Cada vez que pensaba en Alex, sentía una mezcla de nostalgia y tristeza que la envolvía. Recordó las risas, los sueños compartidos y esos momentos en los que parecía que el mundo giraba solo para ellos. Pero también revivió la sensación de traición, la profunda herida que su infidelidad le había infligido.

Con una mano temblorosa, **acarició el sobre** como si contuviera todos sus sentimientos, como si pudiera hacer que la carta cobrara vida y hablara por ella. “¿Qué pasaría si él nunca lee estas palabras?” se preguntó. La idea de que su dolor y sus anhelos se quedaran atrapados en papel la incomodaba.

*“Quizás la carta no sea suficiente,”* murmuró para sí misma, **frustrada**. ¿Qué podría hacer para que Alex realmente entendiera lo que había sentido? ¿Cómo podía transmitirle el vacío que había dejado en su vida?

Decidió levantarse y dar una vuelta por la habitación, intentando despejar su mente. Mientras caminaba, su mirada se posó en una foto de ella y Claudia, **tomada durante una noche de chicas**. Ambas sonreían, la felicidad brillando en sus rostros. Esa imagen la hizo pensar en lo que realmente quería: recuperar su alegría, independientemente de Alex.

*“Es hora de avanzar,”* se dijo, y en ese momento, sintió que una chispa de determinación encendía su corazón. **Quizás no necesitaba a Alex para ser feliz.** Quizás, solo quizás, había más en la vida esperando ser descubierto.

Regresó al escritorio y miró el sobre una vez más. **Un impulso repentino la llevó a abrirlo y sacar la carta.** Las palabras que había escrito parecían diferentes ahora.

*“Tal vez no sea el momento de hablar con Alex,”* pensó. **Quizás lo que realmente necesitaba era encontrar su propia voz y su camino** antes de intentar reconectar con el pasado. Sin embargo, el dilema seguía presente: si no enviaba la carta, ¿cómo podría liberar sus sentimientos?

Con una sonrisa melancólica, **decidió escribir algo más,** un nuevo mensaje que reflejara su actual estado. Mientras la pluma danzaba sobre el papel, cada palabra se convirtió en un acto de liberación.

*"Alex,"* empezó, *"en este momento, estoy eligiendo encontrarme a mí misma antes de volver a considerar lo que somos. Tal vez algún día hablemos, pero por ahora, necesito tiempo."*

**Al terminar, cerró el sobre sin enviarlo,** sintiendo un ligero alivio. Era un pequeño paso hacia la sanación, una declaración de independencia. Sabía que tenía que centrarse en sí misma antes de abordar lo que había dejado atrás.

Con el corazón un poco más ligero, **decidió salir a caminar**, buscando la claridad que tanto necesitaba. La vida continuaba, y tal vez, al dar esos pasos, podría empezar a vislumbrar un futuro más brillante, incluso sin Alex a su lado.

Mientras Valeria caminaba por el parque, disfrutando del aire fresco y la calma que le ofrecía el entorno, su mente comenzaba a despejarse. Pero esa paz fue interrumpida de repente cuando escuchó una voz familiar que la hizo detenerse en seco.

*“¿Mira quién decidió salir de su escondite?”* Sara apareció de la nada, con una sonrisa que no alcanzaba a iluminar su mirada. Valeria sintió que su corazón se aceleraba. No había esperado cruzarse con ella en ese momento, y menos en un lugar que le traía tantos recuerdos.

*“¿Qué quieres, Sara?”* preguntó Valeria, intentando mantener la calma. La tensión entre ambas se podía cortar con un cuchillo.

Sara dio un paso adelante, acercándose, y Valeria notó que su expresión se tornaba seria. *“Quiero que entiendas algo,”* comenzó Sara, su voz baja pero firme. *“Alex es mío. Siempre ha sido mío y siempre lo será.”*

Valeria sintió un escalofrío recorrer su espalda. *“¿De verdad crees que puedes decidir quién está con él?*” replicó, intentando contener su frustración.

*“No se trata de decidir, se trata de la realidad,”* dijo Sara, cruzando los brazos. *“Él y yo tenemos algo. Algo real. No como lo que ustedes tuvieron, que fue un simple juego.”*

Las palabras de Sara resonaron en su mente como ecos dolorosos. *“No eres más que una sombra en su vida,”* continuó. *“Y no voy a permitir que regreses y lo confundas.”*

Valeria sintió que el aire se le escapaba. *“No necesito que me defiendas, ni que me digas lo que debo o no debo hacer. Alex y yo... lo que teníamos se acabó.”* Su voz temblaba, pero se negaba a dejar que Sara la intimidara.

Sara sonrió con desdén. *“¿De verdad crees eso? Aún tienes sentimientos por él, y eso te hace vulnerable. No importa cuánto intentes convencerte de lo contrario. Estás en el pasado, y yo estoy en el presente.”*

*“Puede que sea así, pero no necesito tu permiso ni tu aprobación para seguir adelante.”* Valeria se mantuvo firme, aunque la voz de Sara resonaba en su cabeza como un mantra.

Sara dio un paso más cerca, acercándose lo suficiente como para que Valeria pudiera sentir su aliento. *“Solo quiero que entiendas que haré lo que sea necesario para proteger lo que tenemos. Alex no regresará contigo. Te lo aseguro.”*

La ira y la impotencia comenzaron a burbujear dentro de Valeria. *“¿Crees que asustarme va a lograr algo?*” replicó, desafiándola. *“Si Alex quiere estar contigo, eso es su decisión. Pero yo no voy a quedarme aquí esperando a que tú me lo quites.”*

Sara la miró fijamente, y en ese momento, Valeria supo que no había forma de convencer a la mujer frente a ella de que el amor no se podía poseer. Pero también entendió que su propia lucha no era contra Sara, sino contra el dolor de su propio corazón.

*“Así que, si quieres jugar este juego, adelante,”* dijo Valeria, girándose para irse. *“Pero no subestimes lo que soy capaz de hacer por amor.”*

A medida que se alejaba, sintió que el peso en su pecho se aligeraba un poco. Ella era más fuerte de lo que pensaba, y aunque Sara podría intentar interponerse en su camino, Valeria había comenzado a encontrar su voz, y no se dejaría callar.

1
gisella Fuentes Cardenas
si no te dabas cuenta seguía en lo mismo de engañarte y kisas siempre lo hará sería vano darle oportunidad a un tramposo
Pelu Borrajo
Normal
Amada Martinez
Ella tiene una excelente amiga, que le brinda su apoyo sin juzgarla.
Amada Martinez
Muy interesante.
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