Williams, un joven adolescente, descubrió su orientación sexual con su amigo más cercano. Al revelarlo a su familia, se encontró con una oposición feroz y fue expulsado de su hogar sin ayuda. Desesperado, buscó a su amado solo para descubrir que también lo había abandonado. Destrozado, vagó por las calles en busca de un lugar donde vivir. En su camino, se cruzó con Luke, un hombre bondadoso que, junto a su esposa, le ofreció refugio y apoyo. Años después, Williams conoció a Steven, un lobo delta que lo reclamó como su pareja, trayendo consigo una nueva esperanza y un futuro lleno de amor y aceptación.
tercer libro de Génesis la gran luna
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capítulo 7
La noche avanza bajo el influjo de la luna roja, y Gastón, un Murmurián, comienza a completar el propósito que su naturaleza le exige. Cada caricia, cada beso y cada movimiento no es casualidad; son parte de un ritual biológico profundamente arraigado. El cuerpo de Williams, sin saberlo, empieza a responder al llamado. Cambios sutiles pero significativos comienzan a ocurrir en su interior, preparando un espacio para albergar una nueva vida.
La conexión entre ambos se vuelve más intensa, casi abrumadora, como si algo más allá de lo humano los uniera. Williams, sumido en el placer y el calor envolvente, no percibe del todo lo que ocurre en lo profundo de su ser. Su respiración pesada y los latidos frenéticos de su corazón son apenas el preludio de un proceso mucho más grande, más antiguo que ellos mismos.
Al amanecer, la luna roja se desvanece, dejando tras de sí un rastro de misterio. Williams despierta enredado entre las sábanas, su cuerpo exhausto pero extrañamente revitalizado. Se lleva una mano al cuello, tocando la marca que Gastón dejó la noche anterior. Su piel está más cálida de lo normal, y una sensación extraña lo recorre, como si algo estuviera diferente en él.
Gastón, ya vestido, observa a Williams con una mezcla de orgullo y preocupación. --- Debemos regresar a la ciudad,--- dice con seriedad, su tono lleno de implicaciones que Williams aún no comprende del todo.
--- ¿Qué sucede?,--- pregunta Williams, su voz aún ronca por el sueño.
--- tu padre llamo, es Susana, está con fiebre, --- respondió Gastón, sentándose al lado de Williams, lo mira con intenciones de decirle algo, pero la voz de su madre lo interrumpió.
Williams se viste, arma su bolso y baja junto a Gastón.
--- tenemos que irnos ya, compraremos algo de desayuno en el camino,--- dice Diego
Lujan mira a Williams con rostro de preocupación, algo que no pasa desapercibido para el chico.
Suben al auto, Williams y Gastón van sentados atrás, este toma la mano de Williams para tratar de calmar su estado, lo puede sentir ansioso, angustiado.
Al llegar a la ciudad Williams queda en su casa, los padres de Gastón arrancan el auto dejándolo en la entrada de su casa.
Williams algo confundido, entra y sube a la habitación de su hermana, la encuentra jugando con sus muñecas, sonriendo feliz.
Mientras que con Gastón las cosas son muy diferentes.
--- No debiste hacerlo Gastón, --- dice su padre en tono enojado
--- papá fue algo que no pude evitarlo, --- respondió frustrado Gastón
--- hoy partes a Nueva Jersey, ya arregle tu ingreso y el apartamento en donde vivirás, ahí se aloja un grupo de Murmurián jóvenes, --- dice Santiago
--- papá, Williams, --- Gastón no termina de hablar
--- yo me encargaré de él, ---- respondió Santiago
---- hijo, Williams estará bien, nosotros nos encargaremos de su cuidado, --- dice Lujan en tono maternal.
Las cosas para Williams son complicadas, al llegar se dio cuenta de que su padre mintió en decir que su hermana estaba enferma, en su mente solo tiene una pregunta, ¿por qué?.
---- hijo, al fin regresaste, --- dice su madre
--- mamá, ¿qué pasa?,--- pregunta Williams
--- cámbiate, te dejé un traje arriba de tu cama, ya entenderás,--- respondió su madre
Williams desciende lentamente las escaleras, ajustándose el traje que su madre le había indicado que usara. El eco de sus pasos resuena en el pasillo, mientras su mente todavía intenta procesar los fragmentos confusos de la noche anterior. Su cuello aún palpita ligeramente en el lugar donde Gastón lo había mordido, pero decide ignorarlo, convencido de que no era el momento para cuestionar lo que sentía.
Al llegar al salón, se encuentra con una escena inesperada, su madre, impecable como siempre, está de pie junto a un hombre al que apenas reconoce, su padre. Frente a ellos, dos mujeres están sentadas. La mayor tiene un semblante severo, mientras que la más joven, una chica de ojos claros y cabello castaño, lo observa fijamente por un instante antes de desviar la mirada hacia su madre.
Williams apenas tiene tiempo de saludar antes de que la voz grave de su padre llene la habitación.
—Hijo, te presento a Pamela Samler, tu prometida.--- dice Santiago
Las palabras lo golpean como una ráfaga de viento helado. Se queda quieto, con los ojos abiertos de par en par, tratando de entender si había escuchado bien. Pamela, al oír su nombre, se levanta con gracia y le ofrece una sonrisa educada, pero sus ojos parecen estar estudiándolo, buscando algo en su rostro.
—Un placer conocerte, Williams —dice ella, con una voz suave pero firme.
Williams, aún aturdido, apenas logra balbucear una respuesta. Su mirada se desliza rápidamente hacia su madre, buscando alguna señal de explicación, pero ella mantiene una expresión estoica, como si esto fuera algo completamente normal.
En su mente, un torbellino de preguntas comienza a formarse. ¿Prometida? ¿Cuándo se había decidido esto? ¿Por qué ahora?.
Un escalofrío lo recorre cuando, por un breve momento, siente como si algo dentro de él reaccionara ante la situación, un instinto que no puede identificar, pero que lo inquieta profundamente.
Santiago padre de Williams sigue hablando, --- hijo, terminarás este año en la secundaria, como está prevista ira a Harvard, cuando te gradúes será la boda,---
Williams no deja de pensar en Gastón, aún tengo tiempo para terminar con ese compromiso.
--- Will nos llevaremos muy bien, este año iré a tu secundaria, mis padres me inscribieron, así podremos conocernos,--- dice Pamela, guiñando su ojo discreta.
En la mente de Pamela, es guapo, debo llevarlo a la cama pronto, así no podrá negar a mi bebé, seré la señora Santillana, rica y bueno me seguiré divirtiendo.
Williams no dice nada, se mantiene en silencio todo el tiempo escuchando a sus padres y los de esa joven hablar sin parar sobre negocios y el compromiso.
En un momento Williams se disculpa para ir a tomar aire se estaba asfixiando, atrás suyo va su madre.
--- Will, hijo, escúchame,-- dice Verónica
---¿ qué tengo que escuchar mamá?, que me condenan a una vida infeliz, sin amor, solo por los negocios de papá, --- dice Williams
Verónica abraza a Williams, --- hijo perdón, pero es necesario este compromiso, podrás mantener las apariencias, ---
---¿ qué apariencias?,--- pregunta Williams
--- te vi con Gastón en el lago, por eso hable con Diego y Lujan, tu padre jamás puede saber tu preferencia sexual, --- dice Verónica
Williams mira a su madre, --- primero mi padre me niega mi sueño de ser arquitecto, ahora me quitan el amor, ---
---- Gastón partirá hoy para Princeton, entiende hijo,--- dice Verónica
viene la calma en tu camino de cruzaron personas con un gran corazón