Dos corazones y una historia
La felicidad siempre incomoda a quienes son infelices. Un gran amor es interrumpido por la envidia y las intrigas. Ayla guarda secretos del pasado; su corazón insiste en proteger un amor que resiste al tiempo. Yuri, un atleta famoso y riquísimo, no entrega su corazón a ninguna mujer. Ambos se reencuentran años después, pero el orgullo, el dolor, los secretos y los resentimientos... causados por la supuesta traición e injusticia, ¿lograrán superar el amor? Ven conmigo, descubrámoslo juntos.
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Capítulo 8
Ayla
¡Vaya, qué corredera! Con doña Mara y el señor Celso de viaje, Constança y yo nos estamos arreglando como podemos. Bruno nos pide ayuda cada rato, todavía está conociendo las cosas de la empresa.
Menos mal que no tenemos que responder directamente a Marcella, porque pediría la dimisión.
Veo que Camila, mientras se retoca el labial y el rímel, parece eufórica y antes de preguntarle, recibo un correo electrónico y me distraigo.
Constança también lo notó y preguntó; solo escuché que es un amigo de Bruno que viene a verlo.
Como Bruno tiene muchos amigos famosos, ni me molesto, probablemente sea el actor que siempre viene a charlar con él. Termino riéndome sola; Camila es joven y muere de amor por esos amigos de Bruno. A veces vienen empresarios, actores, y hay uno que es cantante...
Yuri
Al llegar a la empresa de Bruno, doy algunos autógrafos y, como de costumbre, llamo la atención.
Pronto entro al ascensor y, como sé que en el piso de mi amigo nadie sube sin autorización, ordeno a mis guardias que me esperen en el vestíbulo. No hay necesidad de que suban conmigo.
Ayla
Estoy analizando algunos datos de un informe y el ascensor se abre. Automáticamente miro y ¡no debí haber mirado! ¡Mi corazón se acelera! Y allí se fue el grapador, la pluma, el subrayador, el mousse, la regla y yo... ¡Maldición! ¡Qué caída! ¿Por qué soy tan torpe? Y Ángel, ¿no puedes ayudarme? ¡Qué injusticia! ¿Por qué no lo hiciste caer y que se golpeara la nariz o algo así? Necesitaba que se viera menos atractivo.
Me obligo a levantarme, ¡qué desastre!
Él sería como el famoso de la imagen, tomada de internet.
Yuri
El ascensor se abre y la chica a la que no logré ver derriba todo, incluyéndose. Estaba a punto de ir a ayudarla cuando ella se levanta y, ¡carajo! ¡Me paralizo! ¿Es Ayla???
Sí, es ella y está más hermosa que nunca, si eso es posible.
Me obligo a reír; solo podría ser ella, siempre fue un poco torpe. Solo que nuestros ojos se encuentran y ambos quedamos paralizados, hasta que...
Ella sería como la actriz de la imagen anterior, tomada de internet.
- Chica, ¿estás bien? – pregunta Constança.
- Sí, disculpen, saben que soy torpe, perdón – dice Ayla, toda avergonzada.
Cuando Camila vio a Yuri, avisó a Bruno, que también abre la puerta en ese momento para recibir a su amigo.
Ayla
Cuando Yuri comienza a acercarse a mí para decir algo, llegan Bruno y Marcella. Me están salvando.
Marcella
Mi “amiga”, ella piensa que lo es, pero ¡nunca! Jamás sería amiga de una recepcionista, pero siempre me informa sobre todo y vio a Yuri entrar, claro, vino a hablar con Bruno, son amigos.
Al entrar veo que él parece paralizado y Ayla también; ¿qué está pasando? Esta vez me aseguraré de que esa despreciable se vaya, ¡me lo va a pagar!
¿Cree que puede quedarse con lo que será mío otra vez? No tiene idea de lo que le espera.
Ellos entran y
- Chica, puedes empezar a contar – dice Constança.
- ¿Contar qué? – pregunta Ayla.
- Sé que el famoso jugador te conoce; vi en los ojos de los dos que hay algo o lo hubo. Y no me digas que no, ya he estado casada tres veces y me voy a casar por cuarta vez – dice Constança.
Ayla y Camila terminan riendo cuando dice que se ha casado tres veces.
- No, no hay nada, doña Constança. Necesito terminar este informe – dice Ayla, tratando de disimular y evitando el tema.
- Sé... no hay nada; casi se mata y por poco derriba la mesa y todo lo demás, y todavía evade el asunto. Está bien, pero después tendrás que contarme, te conozco desde hace años, chica. Sé que hay algo – dice Constança.
Ellas siguen trabajando.
Ayla
¡Dios mío! Tantos amigos para él, ¿tenía que ser amigo de Bruno? ¿Y peor aún, tenía que venir a visitarlo aquí en la empresa?
Parece que el destino se está burlando de mí.
¿Y por qué tenía que derribar todo? Por suerte, saldré con Constança.
Yuri
Marcella, la hermana de Bruno, apareció de la nada. Cometí el error de salir con ella algunas veces. Pero no tenemos nada y si los arrepentimientos mataran, estaría muerto.
Marcella es todo lo contrario a Bruno, es arrogante, cree que es la última galleta del paquete...
Lo que nunca esperé era encontrar a Ayla aquí, y aún más, trabajando.
Mis ojos no pudieron evitar encontrarse con los de ella, ¡qué linda, desastrosa como siempre y maldita sea! Mi corazón se aceleró demasiado, todavía tiene un poder sobre mí inexplicable. Converso con ellos y cuando salgo, ella ya no está, solo una chica que creo que es la secretaria. Voy a la tienda, pero mis pensamientos están en ella...
Ayla
Constança y yo tuvimos una reunión con los gerentes de algunos restaurantes, nos demoramos y cuando regresamos ya estaba por terminar la jornada. ¡Le agradecí a Dios! No quiero verlo. Admito que Yuri estuvo en mis pensamientos toda la tarde, ¿por qué tenía que aparecer?
