DULCE JUEGO

ISMAR: (suspira profundamente) "¿Por qué no recitar un poema para recordar la vida? Cuando me descubriste, fue entre lágrimas, en los brazos de mi madre... y aún así, mi mente guardaba curiosidad por conocer el mundo, pero no vivir demasiado tiempo y conocer la felicidad. Pero eso fue, es y será imposible para mí, porque no fui feliz".

La segunda vez que nos vimos fue en mi adolescencia. La rebeldía corría por mi cuerpo, pero siempre con la sabiduría y la calma, llena de dolores de la infancia. En ese momento, deseé morir y no vivir más de treinta años. Mi vida monótona... entonces deseé conocerte y que tú me dieras final, hacer que fueras dueño de mi cuerpo y de la sangre que corre por él.

La última vez que nos vimos fue ahora, en mi juventud. Te conocí de nuevo, sonreí, solo suspiré y con una sonrisa me desvanecí entre la lluvia. Y por fin, le di final a esta vida. Vi la luz de nuevo, yo vi lo que esperé, pero la lluvia solo fue un disfraz y una colusión a mi tristeza. Pero no me arrepiento de haber dado fin a esta historia. Mejor es tarde que nunca. (risas) Ahora me he vuelto egoísta, pero me alegro mucho. Prefiero morir en la guerra que resignarme a esta vida.

Persona misteriosa: (sonríe) Siempre fuiste tranquila, pero egoísta. Pero veo que no estás dispuesta a dejar tu objetivo por amor.

ISMAR: (sonríe a carcajadas) ¿Por qué lo haría? Además, yo quiero que él sea quien me mate.

Persona misteriosa: (sonríe) Al final...

ISMAR: (sonríe maliciosamente) Quiero jugar esta noche, quiero placer.

Persona misteriosa: (sonríe) Okay, pero después no te arrepentirás.

ISMAR: (sonríe) Cuando has visto que me he arrepentido de mis acciones... hoy quiero jugar, beber y tener sexo.

Persona misteriosa: (sonríe) No me sorprende de ti. Siempre eres impulsiva.

En la noche, ISMAR se montó en un auto muy espectacular, con una vestimenta atrevida. Pero quién sabría que la esperaban dos figuras muy importantes al llegar.

Un rato después...

Persona misteriosa: (sonríe) Me trajiste a montar autos.

ISMAR: (sonríe) Este siempre fue mi sueño. Además, quiero llevar mi vida al máximo.

Después de que ISMAR llegó, le tocó competir con un chico. Pero por suerte, quedaron empatados. Y el chico se decidió salir del auto... pero ISMAR quedó sorprendida. Era JACOB.

JACOB: (sonríe) Hola, preciosa.

ISMAR: (sonríe) Campesino, no vengas aquí. Esto es muy peligroso para ti.

JACOB: (sonríe) ¿Y por qué es peligroso? Además, tú viniste a este lugar.

ISMAR: (sonríe) Lo ilegal es lo mío... pero (acaricia el rostro de JACOB) tu cara es muy inocente.

JACOB: (sonríe) Pero lo inocente es lo que más peligroso es.

JACOB intenta tocar el rostro de ISMAR, pero inmediatamente es detenido por FERNANDO.

ISMAR se despide de JACOB, dejándole su número.

ISMAR: (sorprendida) ¿No eres policía?

FERNANDO: (celoso) Iba a ser ex policía, pero ese chico se convirtió en mi nuevo objetivo. (carga a ISMAR)

ISMAR: (Sonríe) Hoy quiero beber contigo, sabes. Quiero que estés en la policía.

FERNANDO: (Frunció el ceño) Cariño, si estoy ahí, tendrás que ser capturada por mí.

ISMAR: (Ríe) Oh, eso sería divertido. Me encantaría ser capturada por ti, Fernando. (Se acerca a él, sonriendo seductoramente)

FERNANDO: (La mira con deseo, pero también con una pizca de advertencia) No te rías, ISMAR. Si estuviera en la policía, tendría que hacer mi trabajo. Y si te capturara... (Se detiene, mirándola intensamente) No te dejaría escapar tan fácilmente.

ISMAR: (Sonríe, desafiante) Oh, creo que podrías intentarlo. (Se acerca más a él, su voz baja y seductora) Pero no creo que puedas resistirme, Fernando. No creo que puedas resistir el juego que estoy proponiendo.

FERNANDO: (La mira, su expresión una mezcla de deseo y advertencia) ISMAR, no sé qué estás planeando, pero te advierto: no te subestimes. No te subestimes a ti misma, y no te subestimes a mí. (Se detiene, mirándola intensamente) Porque si lo haces... podrías perder.

ISMAR: (Sonríe) Nunca pierdo una apuesta, y eso tienes que saberlo. Y espera que me estás vigilando.

FERNANDO: (Mientras la sube al auto) No puedo dejar que mi conejito se pierda. (La mira con una sonrisa posesiva)

ISMAR: (Sonríe) Perfecto, pero no dejes que este conejito te muerda.

FERNANDO: (Serio) Hoy te llevaré a ver las estrellas.

ISMAR: (Pensando) Se ve tenebroso y parece como si fuera algo peligroso... pero ¿de qué estrellas habla? (Se sonroja) No pienses cosas pervertidas, ISMAR.

FERNANDO: (Observando a ISMAR) Estás bien.

ISMAR: (Sonrojada) Sí, estoy bien.

FERNANDO: (Frunció el ceño) Sabes algo acerca de ese tipo.

ISMAR: (Alza las cejas) No, pero él fue quien me salvó.

FERNANDO: (Serio) No me cae bien. Ese tipo parece alguien peligroso.

ISMAR: (Sonríe) Por eso, vuelve a la policía.

FERNANDO: (Serio) ¿Qué tienes en mente? ¿Y por qué quieres que esté en la policía?

ISMAR: (Sonríe) No es nada, cariño.

FERNANDO: (Sonríe) Está bien, si no quieres contármelo. (La mira con curiosidad) Pero no creas que no voy a descubrir lo que estás planeando.

JACOB: (sonríe a carcajadas) Cariño, no permitiré que ese tipo me separe de ti. Ahora, este juego me parece interesante. Si me uno a ti, seremos más poderosos y seremos los villanos jamás vistos.

(Pensando para sí mismo) Sí, esto es exactamente lo que necesito. Unir fuerzas con ISMAR y hacer que Fernando se arrepienta. Seremos los dueños de la noche, los reyes del crimen. (Sonríe para sí mismo, anticipando la emoción del juego)

(Sigue pensando) Ahora solo necesito encontrar la forma de acercarme a ISMAR sin que Fernando se dé cuenta. (Sonríe astutamente) Pero eso no será un problema. Ya tengo un plan. (Se ríe para sí mismo, satisfecho con su propia astucia).

FERNANDO Y ISMAR llegaron a un hermoso lugar donde las estrellas brillan con intensidad.

FERNANDO: (Sonríe) ¿Qué te parece? (La mira con curiosidad, esperando su respuesta)

ISMAR: (Seria, con una mirada nostálgica) Es placentera... (Suspira, y su mirada se pierde en el horizonte)

FERNANDO: (Sonríe, acercándose a ella) ¿Por qué suspiras? (La mira con preocupación, intentando entender su estado de ánimo)

ISMAR: (Sonríe, con una mirada triste) Hace mucho que no me siento como la marioneta de muchos... sabes, aunque mi corazón no está sano, no me duele como antes. (Se detiene, y su mirada se vuelve introspectiva) Es como si hubiera encontrado un momento de paz en medio de la tormenta.

FERNANDO: (La mira con curiosidad, intentando entender mejor sus sentimientos) ¿Y qué crees que ha cambiado? (Se acerca más a ella, su voz baja y suave) ¿Qué ha hecho que te sientas de esta manera?