Son las cinco de la mañana y el sonido me dice que ya es hora de correr, tomo el teléfono para poder apagar el sonido pero veo que hay más de 500 llamadas perdidas de amigos y familiares, pero el número que llama mi atención es de Alejandro mi cuñado.
Pensé mucho si llamar pero lo hice, al escuchar su voz todos esos sentimientos y recuerdos están en mi mente y corazón, pero mis lágrimas salen parar al escuchar que mi hermana murió anoche. Tomé el primer vuelo rumbo llegué justo al entierro, Alejandro está frente a mi sin expresión alguna en su rostro su mirada y la mía se cruzan pero la desvío rápido.
Todas las personas se van pero yo me quedo parada frente a su tumba solo para decirle, vete tranquila hace tiempo te olvidé todo seguiré con mi vida lejos, siempre te ame adiós. Estaba apunto de irme cuando un hombre mayor me dijo que era el abogado de mi hermana para decirme que tengo que ir ala lectura del testamento.
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Déjate llevar.
Maria: déjame o me iré.
Alejandro: con ese hombre.
Maria: con quién yo quiera. Que ya eres de esos hombre tóxicos y celosos que por todo hace problemas.
Alejandro: no solo que contigo todo cambia. Tengo miedo de perderte le dije mientras besaba su cuello.
Maria: hace tiempo que me perdiste.
Alejandro: mira como tiemblas solo de sentir mis labios en tu piel.
Maria: es por qué tengo frío. Tu no me provocas nada.
Alejandro: mentira le dije tomándola de la cintura para pegarla a mí cuerpo, mira como estoy muriendo por estar contigo.
Maria: pues muérete por qué yo no quiero le dije y lo empujé fuerte, salí corriendo al entrar ala habitación solo escucho sus pasos de frustración cuando pasa justo frente a mi habitación me dice que si quiero dormir caliente se dónde encontrarlo, mi corazón late como potro sin freno. Habría caído en sus brazos si el me hubiera besado un poco más pero eso no pasó.
Alejandro: otra noche que me baño con agua fría, estaba por dormir cuando una llamada de Sandra llegó.
Sandra: amor te extraño.
Alejandro: no me llames así, además te dije que no volvería a verte.
Sandra: amorcito pero por qué ?.
Alejandro: es la última vez que te explico que no te veré.
Sandra: pero cuando tú esposa está viva tu yo salíamos yo pensé que ahora estaríamos juntos.
Alejandro: no pienses cosas que no serán.
Sandra: es por eso niñera verdad.
Alejandro: no es ninguna niñera.
Sandra: que ya es tu mujer.
Alejandro: no debería responder pero lo aré, no es mi mujer pero lo será.
Sandra: que tiene que ella que no tenga yo.
Alejandro: autoestima.
Sandra: amor....... maldición me colgó tengo que recuperar lo que había ganado, esa niñera debe salir de su vida.
Alejandro: puedo observar la tranquilidad de la noche salí al balcón a tomar un poco de aire lo necesito, debo controlar mis impulsos o Maria se irá.
Maria: un buen baño y salí a tomar aire después de un rato lo vi salir así que me escondí, voy por mi cámara la poca luz de la luna que lo ilumina hace que sea un fotografía hermosa con ese perfil y su mirada perdida en la oscuridad de la noche, no entiendo por qué le gusta estar sin camisa. A menos que no esté solo que hijo de put***, no me quedaría con la curiosidad así que fui ala habitación de Jimena y la niñera no está. No me perdería esto así me dejaría en paz pero al llegar ala puerta dude si realmente quería pasar por lo mismo, sería mejor la desilusión ahora que después la puerta está un poco abierta, me asomé despacito pero el dijo por qué no vienes al balcón ha platicar un rato.
Alejandro: Maria que es lo quieres.
Maria: saber si mañana puedo llevar a Jimena conmigo, claro que tenia que inventar algo.
Alejandro: a dónde irán?.
Maria: a firmar el contrato de mi nuevo estudio.
Alejandro: no sabía y el departamento.
Maria: ese no lo busqué aún pero lo aré.
Alejandro: por qué quieres irte le dije y la tomé de la mano para jugar con sus nudos.
Maria: ya te dije que necesito mi espacio además no estaría bien que me quedé.
Alejandro: aquí hay muchas habitaciones si no te gusta la tuya.
Maria: no es eso.
Alejandro: entonces que es.
Maria: yo solo me quedé por Jimena, además tu tienes a tu novia y no quiero ser una carga.
Alejandro: me acerque a ella para colocarle hacia atrás su cabello, tu no eres una carga y no tengo a nadie más que a ti.
Maria: Alejandro no me hagas esto difícil, no se que fue, talvez que todo parecía igual que antes su mirada tierna, su aroma, sentir su calor poco a poco mitras me abraza con delicadeza pero lo bese, está vez fui yo la que dio el primer paso los dos se dimos ante el beso jugando como antes, el me apretó entre sus brazos el frío del viento golpeaba mi piel haciendo que todo fuera más cálido, poco a poco caminamos hacia la cama para recostarnos suavemente sentir sus manos sobre mis piernas mientras sube mi camisón, bajo lentamente hacia mí cuello para besarlo y cerré los ojos una imagen de Laura sobre está cama mientras Alejandro la besa se apoderó de mi mente.
Alejandro: de repente ella me detuvo y se levantó para irse sin mirar atrás dejándome sin saber que hacer o decir, lo único que se es que me toca un buen baño de agua fría.
