Ella es Hanna bianco tiene 20 Años de edad estudia diseño de modas, es hermosa, dulce y valiente, vive con su madre Ana Bianco que está muy enferma, razón por la cual Hanna a tenido que dejar los estudios de lado para trabajar. Ella tiene dos trabajos en el día en una cafetería y en la noche es mesera en un antro y así comprarle las medicinas a su mamá ya que su padrastro que se encargaba de los gastos lo mataron hace un año, era policía y se metió en negocios turbios.
ella lo quería mucho.
Su vida cambiará cuando a su vida llegue Luciano Santini un poderoso jefe de la mafia, el tiene 26 Años , es Arrogante, frío y mujeriego también está acostumbrado a que ninguna mujer le diga que no, por eso cuando Hanna lo aga será capaz de secuestrarla. Acompañame en esta historia.
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El secuestro
Estoy en la casa diseñando y me llega un correo, en dónde me citan a verme con un diseñador famoso que quiere ver mi trabajo.
Salgo de la casa, tomo, un auto y llego al lugar de la cita, es un restaurante muy elegante y reconocido...
En una mesa me espera una mujer y un hombre muy elegantes, es un diseñador, hablamos de mi trabajo, yo le enseño mis bocetos, hablamos de un contrato grande y muy beneficioso para mí.
Él pide champán y después de brindar me siento muy mareada, y un poco confundida les digo que me disculpen, pero debo retirarme, me levanto y salgo del restaurante, saco mi teléfono para llamar a Mario, ya que debe estar molesto porque salí sin traerlo a él, que es mi guardia personal...
Estoy marcando el número cuando siento unas manos tapando mi boca, trato de soltarme y gritar, pero es inútil, estoy muy marcada y débil.
Me montan en una van negra y pierdo la conciencia, cayendo en la total oscuridad.
Abro los ojos y me encuentro en un cuarto grande acostada en una cama que no es la mía, amarrada de brazos y pies...
Oh no, Dios mío, otra vez no, no puede ser que esté pasando de nuevo...
Una puerta se abre y entra un hombre con un pasamontañas negro, me deja comida y se va empiezo a gritar, pero es inútil, me dejó la comida cerca para que pudiera comer...
Pero ni loca lo hago, estoy muy asustada ...
De tanto gritar me quedo dormida de nuevo, al levantarme tengo dos comidas más, por lo que asocio es que ya debería ser de noche otra vez…
Estos días han Sido fatales según lo que he tratado de darme cuenta por como me traen la comida, tengo cuatro días secuestrada, tuve que empezar a comer, ya no aguantaba más…
Hoy, después de días, alguien se dignó en entrar y a hablar. Entra un hombre con su cara, cubierta, le pregunto ¿qué quiere? Qué desea?...
El hombre me pone una ropa y me dice que me bañe, yo tengo días sin hacerlo y aparte me dijo que me mataría si en media hora volvía y no lo había hecho…
Entro al baño y sobo mis muñecas, veo las marcas por las cuerdas y empiezo a llorar, había tenido que orinar amarrada y era muy incómodo. Pero hoy por fin podía estar bien y bañarme a gusto, trate de buscar una ventana, pero nada, pasaba...
Salí del baño, ya vestida, luego de unos minutos entró de nuevo el hombre, y puso una tablet enorme montada en un soporte alto. Lo acomodo frente a la cama.
Luego entró otro hombre que hablaba, por teléfono y decía te lo advertí, pero tranquilo, la quieres ver, ya te la muestro... el hombre pasó, corto la llamada, le dijo al otro hombre que volviera a llamar, pero desde la tablet...
Él lo hizo y se escuchaba la voz de Luciano que pasa Amor, que le hacen gritaba mi amado...
Yo lo escuchaba, pero no lo veía, ya que la tablet estaba de frente al otro hombre, pero por lo que parecía Luciano si me veía a mí...
El hombre que había entrado se acercó a mí y trato de besarme, pero lo empuje...
A lo que él respondió dándome una cachetada, luego otra y otra, los gritos de Luciano llenaban el lugar …
El tipo le quito el seguro a una pistola y disparo, a la pared haciendo que Luciano pegara un grito desgarrador que me mataba, yo también gritaba y lloraba...
El sujeto empezó a quitarse la ropa, quedando solo con el pantalón y desabrochado, al otro lado de la pantalla Luciano no dejaba de gritar que no me tocara...
El sujeto rompió mi ropa, la desgarró, dejándome completamente desnuda, yo gritaba que no me hiciera nada, que no quería, que me dejara en paz...
Él me besaba, yo apretaba los labios, paso su lengua por todo mi cuerpo. C Me besaba el cuello y tocaba mis senos por encima del sujetador, luego, abrió mis piernas y se empezó a bajar el pantalón, volteo hacia la tablet e hizo una señal, inmediatamente los gritos de Luciano dejaron de escucharse al parecer habían cortado la videollamada.
Se levantó, dejo de besarme y tocarme, no me hizo nada. Sacó una ropa de un bolso y me la lanzó encima, vístete, te vas, rápidamente me vestí, me halo hasta la Van y me dio un golpe que me dejó como drogada, me lanzó en un lugar que no sé cuál fue ...
Abro los ojos y estoy acostada en la habitación de Luciano y el sentado en una silla dormido, se despierta y me abraza, por fin amor despertaste, me dice, te prometo que así sea a costa de mi propia vida, pero juro que esto no te volverá a pasar nadie te volverá a dañar...
Lo abrazo y le digo; Amor por fin esa pesadilla acabo y estoy de regreso contigo, Amor.
Luego de varias horas me pregunta que, que me hizo, yo le cuento que nada. Pero no me cree...
Las siguientes semanas se comportó distante, frío, ya no me había vuelto a tocar, ni a besar, me trataba mal, se portaba frío conmigo...
Ya no me besaba como yo tanto lo deseaba, esas noches de pasión vibrantes se habían convertido en noches de soledad, hasta me pidió que por un tiempo me cambiara a mi antigua habitación.