Sé Mi Emperatriz, Comandante.

La madre de Sira llego hasta donde ella se había quedado, la mujer quiso entrar pero los guardias no la dejaron, ya que así se los han ordenado, por supuesto la mujer usaba su estatus para amenazar, hasta que ellos le dijeron que su estatus no les importa, mientras la futura emperatriz no les dé la orden de dejarla pasar, no lo permitirán. Sira al escuchar el escándalo sale, observando que se trata de su madre, pero al estar cerca, la mujer la golpea.

— por andar de puta, ahora tu padre esta en problemas, ¿por qué quieres humillarnos?, ahora ve con el emperador y pide que lo liberen, él no hizo nada malo.— grita furiosa.

— madre, ese conde quiso violarme...y padre me iba a casar con él...¿de verdad estas de acuerdo con él?— se soba la mejilla mientras deja escapar un par de lágrimas.

— casi te deshonra, pero fue tu culpa, te gusta tentar a los hombres y eso es humillante para la fam...— la mujer no pudo decir nada más.

Un golpe resonó en aquel pasillo y cuando la madre de Sira voltea, era Arthur quien la había golpeado, no le importó que fuera una mujer mayor, las tonterías que decía merecen ese golpe y más.

— su hija ha sufrido una agresión, ¿en verdad cree que es su culpa?, tal vez deberíamos venderla a usted a un prostíbulo, si abusan de usted, bueno, es su culpa por verse como puta.— se cruza de brazos mostrando una sonrisa de burla.

La mujer escucha como los guardias se ríen, incluso le hacen comentarios sobre su vestimenta, ya que el escote de su vestido, dejaba ver parte de su busto.

"Mírala, mostrando sus pechos de manera descarada."

"Solo es una zorra, miren como se ofrece. Sir Arthur, si la llevamos a una habitación, es porque ella se lo busco, ¿cierto?"

"Esas fueron sus palabras, vamos a divertirnos con esta puta, sera vieja pero mira esos pechos."

Los guardias se ríen, mientras que la mujer se cubre con las manos al sentirse acosada.

— soy una dama, ¿como se atreven?— grita.

— usted lo dijo, esta provocando a mis subordinados, no los culpe si la arrastran a un callejón.— responde Arthur.

Sira estaba callada, era sorpresivo ver como Arthur dejaba sin palabras a su madre. Así que dio unos pasos para quedar delante de Arthur y miro a su madre fijamente.

— no ayudaré a mi padre, ni a usted, solo se fijan en lo que dirán de su familia, pero no piensan en como me siento yo. Quieren que haga todo a su voluntad, ya no más.— Sira se da la vuelta y regresa a la residencia.

La mujer intenta seguirla, pero los guardias se lo impiden y se siguen burlando de ella, así que ella sale huyendo del lugar. Los guardias solo ríen y luego hacen un gesto de desagrado, por supuesto que todo era solo para molestarla o que al menos sintiera lo que su hija debió haber sentido en manos de aquel depravado.

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Más tarde, Tatiana visito a Sira para informarle que su padre será investigado y si sale algún delito será juzgado como debe de ser, lo cual llevará a la ruina a su familia. Aunque Tatiana promete que la ayudará a obtener el título de su padre si decide no intervenir en la investigación y si esta dispuesta a separarse de su familia.

— me aseguraré de que tengas suficiente presupuesto para vivir bien, pero deberás aprender a administrar tus bienes. Piénsalo.— le deja una carpeta.

En ella esta los posibles bienes que se le quedarían, pues lo demás esta sujeto a investigación y lo que vaya saliendo limpió, pasará a nombre de Sira. La joven no sabe que decir, siempre estuvo de acuerdo con sus padres, incluso quiso entrar de espía en el palacio luna, sin embargo la futura emperatriz, la extrajera que ella estaba despreciando, le ofrecía su ayuda.

— lady Stone, ninguna mujer merece ser obligada a casarse con un abusador, usted merece un hombre que la respete y sus padres han demostrado que solo piensan en ellos, así que ahora, solo piense en usted misma y en lo que le conviene.— le aconseja Tatiana.

Sira asiente ante sus palabras y Tatiana pasa a retirarse, pero le dejará los guardias en caso de que su madre regrese. Después de que Tatiana se ha ido, Sira queda en silencio en su habitación, mientras escucha a sus doncellas decir que la futura emperatriz es una buena persona, ya que no dudo en ayudar a su señorita. Sira las escucha y solo sonríe levemente, pues sabe que ellas tienen razón, si hubiera sido otra, seguramente la habría dejado en manos de sus padres sin importar lo que le pasará.

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Al día siguiente, Tatiana seguía con la investigación con respecto al primer ministro, mientras que en el salón del trono, la corte se quejaba con el emperador por haber encerrado al primer ministro, alegando que es injusto que lo castigue, solo porque su hija ha sido una desvergonzada que se ofreció a un hombre.

— ya que tan preocupados están por el primer ministro, entonces los enviaré a compartir celda, ¿no es eso generoso de mi parte?— Farkas sonríe con burla.

Ante sus palabras la corte reclama, pero Farkas les hace saber que el primer ministro no esta en prisión por un simple lío de una hija desvergonzada, esta en prisión por querer prostituir a su hija y que justamente ese detalle los ha llevado a investigar un burdel donde el primer ministro suele ir, el cual probablemente vende mujeres en contra de su voluntad, algo que el ex emperador había prohibido, por petición de su esposa, también están investigando sus otros negocios, los cuales son sospechosos. Esto les hace callar a la corte, ya que varios de ellos son socios del primer ministro.

— bien, ya que ha quedado claro esto, pasemos a otros temas más importantes.— pide Farkas.

Los ministros por supuesto, no estaban nada tranquilos con lo que estaba pasando, desde que el emperador trajo a esa mujer, ha estado causandoles problemas, así que no pueden permitir que ella llegue al trono o de hacerlo, deben evitar que siga fastidiandoles las vida. Al salir del palacio, los ministros se reunieron en una vieja cabaña, donde hablaban sobre los problemas que Tatiana les estaba causando, así que todos estaban de acuerdo, en que deben elimanarla o al menos, hacer que el emperador desconfíe de ella. Tal vez la acusan de algún fraude o quizás de tener un amorío con uno de los caballeros de Garden, eso podría romper la confianza.

"Hagamos una prueba medica falsa, que el emperador crea que esa mujer esta embarazada de otro."

"Pero, ¿que motivo podemos decir para hacerle esa prueba?"

"Usemos veneno, no para matarla, pero si para se enferme y hagamos que el médico que revise le haga creer a su majestad que su prometida esta embarazada."

"Es verdad, cuando eso se sepa, nadie la querrá aceptar, la verán como una mujer desvergonzada."

Si eso no funciona, tendrán que optar por matarla de verdad, hacer que todo parezca un ataque de delincuentes, deben de tener un plan de respaldo para quitar a Tatiana del camino.

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Tatiana le entrega el avance de su investigación a Farkas, quien ya estaba cómodo en la habitación de la rubia, incluso estaba en la cama, usando una bata de baño, pues recién tomo una ducha. Tatiana solo pudo resignarse a tenerlo ahí, ya que desde que estuvieron juntos, el emperador tomo demasiada confianza y prácticamente ya se ha mudado a esa habitación. Farkas revisa el informe, tal como sospechaba, el primer ministro tiene muy malos hábitos, ha perdido una gran fortuna en apuestas y debido a eso, se ha metido en negocios ilícitos.

— no comprendo, ¿por qué no habías hecho esto antes?, sacar a las ratas de la corte.— menciona Tatiana.

— porque quería que todos vieran que traje a la mujer correcta para ocupar el puesto de emperatriz.— responde tranquilo.

—¿y que pasaría si en lugar de mi, hubiera traído a Talia?, o ha otra mujer.— observa fijamente la reacción del emperador.

— entonces la habría devuelto a Ligel.— responde con tranquilidad.

— usted solo busco una prometida para deshacerse de las ratas. Debió solo traer un exterminador.— le tira una almohada en la cara.

— la verdad, ya sospechaba de ellos, pero, decidí aceptar la idea que Lila me dio. Hacer que la futura emperatriz se encargue de las ratas, para que así, el imperio vea que la emperatriz no es solo un adorno, es alguien de armas tomar.—

Tatiana se queda en silencio un momento, en eso, le da cierta razón al emperador, porque así se hace la fama de ser intolerante a las injusticias y sus enemigos pensarán antes de atacar. Farkas le jala del brazo para que ella se recueste a su lado y le da un beso en la frente.

— además, creo que esto evita que te aburras, ¿no?—

— en eso le doy la razón majestad...— Tatiana muestra una leve sonrisa.

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