Larisa ha reencarnado en Lune Blanche, la villana cuyo final fue lamentable por intentar matar a la santa, pero ahora ella cambiara eso, acepta el rompimiento de su compromiso y decide unirse a los cazadores del ducado para acabar con las bestias salvajes que crean caos en el país. Lune ahora demuestra su poder de bruja y en su camino se cruza el personaje extra, Alessandro un hombre lobo con gran poder.
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capítulo 6- fiesta de té...
Tal como Estela dijo, acudió a la mansión para poder beber el té con Lune, pero había llevado a un grupo de cinco chicas y se la pasa contando todo sobre su infancia cerca de Alessandro, incluso menciona que fue la madre del propio Alessandro quien acepto el compromiso entre ellos desde que eran pequeños. Lune solo parecía aburrida de escuchar las palabrerías de la chica, por lo visto, en verdad se hacía ilusiones ella misma.
— y usted lady Blanche ¿tiene prometido? Debe tenerlo si es la hija de un duque.—
— tenía uno, era el príncipe de Num, pero se enamoró de la santa y el oráculo asegura que ella debe casarse con el príncipe para prosperar.— bebe con tranquilidad su té.
—¡oh! Que terrible, lo siento por usted, debió ser humillante el tener que romper su compromiso ¿por eso se fue de Num?— muestra una expresión de preocupación.
No cabe duda que sus palabras iban llenas de malicia.
— en realidad me alegra que se haya roto el compromiso, no me veía teniendo una aburrida vida como reina, yo prefiero viajar.— deja salir un suspiro.
— ya veo, entonces está cumpliendo su deseo. Aunque si pasa tiempo viajando con un grupo de hombres, su honor puede ser cuestionado...— sonríe maliciosa.
Las otras chicas de inmediato le dan la razón a Estela.
— entonces quienes piensen eso, no valen la pena como amistades. Yo soy feliz haciendo lo que me gusta.—
Estela se veía frustrada, pues sin importar que diga, Lune no parecía sentirse humillada.
— es bueno que crea así, pero ¿y si nadie quiere casarse con usted? Estará sola toda su vida...que triste...— muestra una expresión de tristeza fingida.
Y como en toda la platica, las cinco chicas apoyan las habladurías de Estela.
— en eso no me preocupa. Mejor cambiemos de tema, escuche que aún no se ha hecho de manera oficial su compromiso con el Archiduque y aún no se ha dado una fiesta ¿no cree que se está pasando mucho el tiempo? Si sigue así, pensarán que su compromiso no es real.— Lune pone una expresión de preocupación.
Ante la pregunta, la sonrisa de Estela se borró y las otras chicas se quedan en silencio.
— s-su alteza está muy ocupado y entiendo eso, así que no hay prisa.— Estela trata de estar calmada.
— pero si deja pasar el tiempo puede llegar otra mujer a quitárselo o quizás su alteza ya tiene una mujer y por eso retrasa todo...eso sería terrible.—
Lune se mostró sonriente ante la expresión de Estela, quien se veía nerviosa y molesta. Parece que la que no soporto las burlas es la rubia, pero bien que hace un momento trataba de hacer sentir mal a Lune. Las chicas por su parte, no dicen nada, solo se mantienen en silencio.
— su alteza no me haría algo así... confío en él.— responde forzando una sonrisa.
— no se, yo también confié en mi prometido y resulto que no me amaba, pero si el duque la ama, entonces no hay de que preocuparse.—
— p-por supuesto que nos amamos...—
Para Lune era divertido verla nerviosa, siendo que hace un momento, era ella quien quería humillarla y quien acabo en vergüenza es ella. Lune se pone de pie y saluda con una reverencia, ante esto, Estela nota que es el albino quien se acerca, por lo que se pone de pie para saludar, estaba por decir algo, pero Alessandro, se paró ante Lune.
— espero que los bocadillos hayan sido de su agrado, lady Blanche.—
Todas han notado como Alessandro a ignorado a Estela, por lo que se miran entre sí, pero no pueden decir nada ante la presencia del Archiduque.
— gracias, lo ha sido, tenía razón al decirme que tenía la mejor repostera del país.— Lune pasa su mano sobre el brazo del albino.
Estela quien observa, se ve muy molesta, pero trata de calmarse y sonríe.
— el té también es delicioso como siempre. Si gusta puede acompañarnos.— señala el asiento a cerca de ella.
— no quiero interrumpir su conversación, solo pase a saludar.—
— no interrumpe nada, hablamos de su infancia con lady Masson y me preguntaba porque aun no se ha hecho oficial su compromiso...— Lune mira con malicia a Estela.
—¿compromiso? ¿Lady Masson ya tiene un arreglo matrimonial?— pregunta Alessandro.
Las chicas sin duda seguían sorprendidas por la situación.
—¿cómo? Pero si el prometido es us...— Lune se ve interrumpida.
— tengo que irme... acabo de recordar que tengo un compromiso esta tarde, con permiso.—
La rubia se veía nerviosa, si Lune menciona algo más, seguramente sabrá que solo ha estado alardeando de algunas cosas, así que salió corriendo y siendo seguida por su grupo de amigas. Lune sonríe satisfecha, ya le había fastidiado sus alardes sin sentido.
— parece que no soporto. En fin, lo felicito por su compromiso.— se burla Lune.
—¿compromiso? Hasta donde sé, no tengo un compromiso.—
— pero lady Masson parecía muy segura de que usted y ella se casarán.—
—sigue alardeando con eso, a veces pienso que algo está mal en su cabeza.— frunce los labios.
Lune no puede evitar reír por las palabras del albino, aunque tiene razón, si ya vio los rechazos del Archiduque, no comprende como es que insiste en lo mismo, a de suponer que con la presión de su familia, podrá lograr ser la esposa de Alessandro.
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Esa misma noche en la mansión, el silencio se hacía presente, todos han ido a dormir y solamente quedan unos pocos guardias, pero ninguno de ellos nota varías sombras moverse por el lugar, eran personas que ocultaban su identidad con una capucha. Estas se dirigen a un lugar específico, entran por la ventana de una habitación, en ella, Lune duerme tranquilamente, cuando de repente siente que le cubren la boca y la nariz, con un pañuelo, al abrir los ojos, ve a un enmascarado, ella intenta liberarse, pero aquel pañuelo sobre su rostro tenía algo que la estaba paralizando.
— hiciste enojar a quien no debías...—
Es lo último que Lune escucha antes de quedarse dormida. Minutos después, era cargada sobre el hombro de un sujeto, estaba envuelto en una sábana y atada de manos y pies, al llegar en lo más profundo del frío bosque la dejaron sobre el suelo y una persona sale de entre las sombras, era Estela quien sonríe con malicia.
— déjenla atada, las arpías se harán cargo.— Estela patea el estómago de Lune.
La azabache se queja aún estando dormida.
— esto es por burlarte de mí y no creas que no vi tus intenciones, maldita zorra. Vámonos.—
Los hombres siguen a Estela, perdiéndose en la oscuridad. Lune abre los ojos observando donde estaba.
— que bien, de nuevo en un bosque...— se queja.
...