La Esposa De Mi Padre

Habían pasado dos días desde su llegada a Londres, Benicio seguía sorprendido de la actitud de Phoebe no solo no había protestado por haber despedido a los empleados.

— Que tengas buen viaje le había dicho y regresado a su habitación ignorándolo por completo.

Había esperado represalias, pero Aurora le había informado que todo estaba perfecto.

Phoebe ingresó a la sala y saludo a Aurelio.

— ¿Qué te ofrezco de tomar?, pregunto ella.

— Un café está bien, ¿cómo estás?, pregunto Aurelio.

— Tranquila, ¿qué pasó con los empleados?, ¿y Carlota?, pregunto Phoebe.

— Tranquila, los reubiqué en otros puestos, con la cantidad de propiedades que heredó Benicio y la cantidad de empleados que hay en la nómina pasará un buen tiempo antes de que lo sepa.

Carlota está en su propia casa, ella se ocupará de atender tu casa de Lago di Como, aunque la casa está cerrada Benicio dio la orden de que se mantuviera en perfectas condiciones.

— Lo hace solo para fastidiarme dijo Phoebe.

— Phoebe sé que no me incumbe y respetaré tu silencio. No soy tonto, la aversión que Benicio tiene contigo es por otro motivo además de Ángelo.

Phoebe lo miró un segundo sabía que podía confiar en él, pero decir la verdad implicaba revelar cosas que involucraban a Ángelo.

— Hace dos años semanas antes de mi casamiento con Ángelo, hui de casa fui a parar a Miami, conocí a Benicio ahí, en realidad él me dijo que se llamaba Leo. No estaba segura de mi matrimonio con Ángelo

— Phoebe, ¿damos un paseo por el jardín?, pregunto Aurelio. Ella lo miró algo sorprendida pero acepto.

Perdona que te sacara de la casa, pero no debes olvidar que las paredes tienen oídos. Yo fui quien redacto el acuerdo entre tu padre y Ángelo, se perfectamente bajo que condiciones se dio tu matrimonio exclamó Aurelio. Phoebe parecía avergonzada, si lo digo es solo para que entiendas que además de abogado era amigo de Ángelo.

— Lo sé, él siempre dijo que podía confiar en ti exclamó Phoebe.

— Debo reconocer que en un principio me pareció un horror, recuerdo el día en que me llamó para decirme que se casaría, me compre una esposa debes redactar el acuerdo dijo.

— Cuánto más se acercaba la fecha de matrimonio más me aterraba, hui. Mi padre me localizo y fue por mi comento Phoebe, nunca se lo conté a Ángelo. Nuestro material pasó por diferentes etapas, una vez me pregunto si había conocido a alguien, le conté de Leo, pero nunca le hablé de mi huida.

— Pero él lo sabía, desde el momento que él hizo el acuerdo de palabras con Peter, puso vigilancia exclamó Aurelio.

— Él sabía que me había ido respondió sorprendida. ¿ Tú crees que Ángelo sabía que yo estuve con Benicio?.

— Sí lo sabía no me lo dijo, pero eso explicaría por qué su matrimonio no fue consumado.

Phoebe se detuvo y lo miro, Aurelio se acercó y tomó sus manos.

— No te preocupes no diré nada y tú tampoco debes hacerlo. Pregúntate esto Phoebe, si tú se lo dijeras a Benicio ¿el te creería?.

— No lo haría, respondió Phoebe sin dudarlo, mientras caminaban bajo la estricta mirada del custodio.

— El problema es que Beata lo sepa podría pedir la nulidad del testamento, tu situación sería mucho más difícil aún.

— ¿Cuál es él problema de ella?, ellos se separaron hace muchos años según dijo Carlota.

— El dinero, lo único que mueve a Beata es el dinero comento Aurelio.

— Pero Benicio tiene mucho, lo tenía de antes no solo lo que le heredó Ángelo, busque información en Internet dijo Phoebe.

— Pero es de Benicio, no de ella.

— Pero él nunca la va a dejar desamparada exclamó Phoebe.

— No estaría tan seguro, pensando lo que diría Benicio si supiera todo lo que su madre había hecho debes cuidarte de ella.

— Ángelo nunca me hablo de ella en el estricto sentido, solo me dijo que le recordaba mucho a alguien que el había querido mucho ¿ por eso se caso conmigo?.

— Ángelo necesitaba una esposa joven y hermosa, tenía la tonta idea de que si los socios y enemigos veían que aún podía atraer a una mujer así y retenerla a su lado, los rumores sobre su estado de salud serían desestimados, y así fue hasta que Benicio lo hizo público. Es cierto te pareces a ella físicamente, porque como individuos no podrían ser más diferentes.

— ¿PorqueÁngelo no volvio a casarse?, pregunto ella.

— Porque nunca pudo recuperarse de lo que hizo esa mujer con él, aunque él nunca lo reconoció respondió Aurelio pensando en todo el sufrimiento de Ángelo.

— ¿Porque se divorciaron?, pregunto ella.

Aurelio detuvo su paso, estaba Phoebe en condiciones de asimilar la información, ¿estaría él traicionando a su amigo?.

— Beata le fue infiel a Ángelo, no una vez, sino varias veces, había rumores él nunca los creyó, hasta que la última vez el comentario llegó de la persona más pura y sagrada que había llegado para Ángelo, su hijo. Ángelo había salido de viaje, la noche previa a su regreso hubo una fuerte tormenta, como cualquier niño Benicio fue al dormitorio de sus padres, pero Beata lo corrió al día siguiente, en su inocencia Benicio le preguntó por qué su madre lo había corrido, porque no pudo dormir con ellos, ellos vivían en un pueblo alejado, en la casa en ese momento solo estaban las empleadas y el chófer.

Él comenzó a sospechar de ella Beata era más joven, y ambiciosa le gustaba el lujo. Así que la mando por tres días a Roma, sola en compañía de su chófer, para que realizara unas compras, y la siguió, ver a su esposa tal cual era le rompió el corazón. Le costó tomar la decisión de alejarla de su vida, una noche le dijo que se divorciarían, él compraría una casa en el pueblo para ella, pero Benicio se quedaría con él. Beata enloqueció, despertó a Benicio y con el de la mano, le dijo a Ángelo que si ella se iba, Benicio se iría con ella. Benicio vio a su madre como una víctima de la crueldad de su padre, se llenó de dolor y resentimiento y durante veinte años Beata solo ha alimentado todo ese resentimiento. Finalmente, Ángelo obtuvo el divorcio, no tuvo que darle dinero porque el demostró que ella le había sido infiel, pero si tuvo que pagar una gran manutención para Benicio. Ángelo busco a su hijo pero siempre obtuvo negativas.

— Es injusto lo que esa mujer ha hecho con Ángelo y su hijo. Porque Ángelo no se lo dijo a su hijo.

— Porque Ángelo no quería destruir la imagen de esa mujer frente a su hijo el era un niño, y de grande Benicio no lo creeria hasta que no lo viera con sus propios ojos exclamó Aurelio.

— ¿Sabes donde están las pruebas de lo que hizo esa mujer?, pregunto Phoebe.

— Sí Ángelo no las destruyo, escondidas en algún rincón de esta casa exclamó Aurelio. Phoebe miró la casa.

— El custodio parece muy interesado en ti, comentó Aurelio.

— Es que mi nuevo carcelero exclamó ella.

—Phoebe puedo sacarte de aquí, tú no estás obligada a permanecer acá, puedo darte dinero eso no es problema. Por cierto uno de los motivos por el cual estoy aquí es porque encontré una posibilidad de anular el contrato que firmaste con Peter, necesito que firmes unos papeles para iniciar la demanda exclamó Aurelio.

— Pero exclamó ella dudando.

— Phoebe es hora de que pienses en ti, respondió Aurelio.

Después de analizar unos segundos, Phoebe respondió.

— Firmaré los papeles, pero me quedaré aquí ...

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Tres días después Benicio regreso de Londres.

— ¿Dónde está la señora?, pregunto él.

— En la biblioteca, señor, pasa la mayor parte del día en ese lugar exclamó Aurora.

— Ha recibido, visitas y llamadas.

— Solo la visita del señor Benini, el otro día como le informe estuvieron paseando en el jardín, y hoy la llamo.

— Me iré a dar una ducha, cenaremos en el comedor exclamó él y subió a su nueva habitación.

Cada mueble había sido instalado de acuerdo a sus instrucciones.

Luego de ducharse y vestirse estaba listo para un nuevo encuentro con Phoebe.

Cuando Benicio bajo a la sala ella estaba ahí, mirando una revista.

— Buenas noches, dijo ella sin quitar sus ojos de la revista.

— Buenas noches Phoebe¿ como has estado?, te sientes bien pregunto él observándola.

— Muy bien gracias por preguntar respondió Phoebe sin dejar de mirar su revista, Benicio no le quitaba los ojos de encima.

— ¿Te gustó tu nuevo guardarropa?, pregunto él.

Phoebe sopeso su respuesta esos segundos, fue al día siguiente de la visita de Aurelio que la ropa llegó, aún recordaba su sorpresa al abrir las bolsas y cajas la diminuta y sexy lencería de encaje.

— Sí, gracias respondió ella.

— ¿A qué estás jugando?, pregunto él.

— No estoy jugando no se porque piensas eso respondió Phoebe.

 — Tanta calma de tu parte me resulta extraña exclamó él.

Ella por fin se puso de pie y él pudo admirar su diminuto vestido que dejaban expuesta sus piernas al descubierto, ella tomo su tapado y se lo puso.

— Benicio solo sigo tu consejo, luchar contra ti es agotador y al final siempre saldré perdiendo. Para que pelear, mejor guardo mis energías para algo mas importante respondió ella.

— Señora, la buscan le informó Aurora.

Aurelio Benini ingresó en ese momento.

— Buenas noches Benicio, Phoebe te ves radiante dijo Aurelio.

— Gracias, ¿nos vamos?, pregunto ella.

— Por supuesto tenemos el tiempo justo dijo Aurelio.

— Buenas noches dijo Phoebe al pasar junto a Benicio.

— Buenas noches respondió él observando el piso...