Juliet ha reencarnado en Rosalie, quien ha estado casada con el Marqués Paul, un hombre que le ha sido indiferente por 4 años, hasta que un día trae a casa a Aina, le mujer que siempre ha amado y la hace su concubina, pero Rosalie ya no es la misma y hará lo posible por librarse de ese matrimonio, para no convertirse en la villana de la historia.
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capítulo 6- la reina
La reina había llegado a la mansión, quien fue la primera en recibirla fue Tabatha, las dos fueron guiadas al jardín por una doncella, ahí ya estaban sirviendo todo para la desgustación de ambas.
- espero que Rosalie se este portando bien. Supe que no se porto muy bien cuando el marqués presentó a su primera concubina, aunque nunca espere que eso sucediera.
- bueno, si, la señorita Rosalie hizo un berrinche, pero nada del otro mundo.
- lamento que haya causado esos problemas. Ella debe entender que es muy común que los nobles tengan concubinas para asegurar la descendencia y más cuando ella no ha sido capaz de concebir.
- la concubina lleva tiempo también con el marqués y tampoco a salido embarazada, quizás el problema no sea yo.
Rosalie había llegado en el momento adecuado, Tabatha apretó los dientes antes tal acusación hacía su hijo, Rosalie solo hizo una reverencia mostrando una sonrisa burlona.
- que falta de educación es esa, no debes hablar a menos que tus mayores lo permitan. Disculpe madam Tabatha.
- n-no se preocupe, no hago caso a esos comentarios, seguro es una broma de la princesa.
- ella es marquesa ahora madam, aunque sea mi hija el título de princesa ya lo ha dejado.
- disculpe, mi error, es la costumbre.
Rosalie solo frunce los labios, vaya par de mujeres odiosas, es increíble como la reina es capaz de hablar así de su propia hija, aunque sea adoptada, debería ponerse de su lado y si no quería adoptar no debió hacerlo. Rosalie tomo asiento, mientras escucha a la reina y a Tabatha hablar, como siempre hablando mal de alguna dama, en este caso hablaban de una condesa que se acababa de divorciar porque su esposo tuvo una hija con otra mujer, por supuesto en lugar de hablar mal del esposo, hablaban mal de la condesa por haberse separado, solo por algo "absurdo" según ellas. Rosalie azota tu taza con fuerza sobre la mesa.
- si yo pudiera, haría lo mismo que esa condesa, ella ha tenido la dignidad de dejar a un hombre que no vale la pena, las mujeres que aceptan ese tipo de situaciones es porque no pueden vivir sin un hombre y han perdido el orgullo de ser mujer.
Rosalie puede ver la cara de disgusto de ambas mujeres, la reina era quien parecía más furiosa, por supuesto que le ha dado donde le duele, ya que el rey es un claro ejemplo de hombre promuisco con 6 concubinas y la reina, es la mujer sin orgullo que ha aceptado todo eso.
- parece que se te olvida que tu madre también fue una concubina y que gracias a que yo te acepté como mi hija, ahora tienes una buena vida.
- no se me olvida, majestad, porque si no fuese por eso, no estaría viviendo en una casa donde mi marido me ignora y deja que mi suegra me golpee cada que se le plazca.
Tabatha se hace ofendida al escuchar las palabras de Rosalie.
- ¿como puedes decir eso? Yo te he tratado como hija todos estos años.
- no sabía que a sus hijas las golpeaba y las trataba como sirvientas.
- Rosalie!!! No te permito hablar de esa manera.
- no necesito que me lo permitas majestad.
La reina levantó la mano y le dio una cachetada a Rosalie, pero ella mantiene la cabeza en alto, mirando con enojo a la reina.
- como se nota que no has aprendido nada. Yo que te busque un buen esposo y es así como me lo agradeces, si te sacan de esta casa, recuerda que en el palacio nunca serás recibida.
- majestad no se preocupe, prometo que veré que a Rosalie se le eduque perfectamente.
- eso espero madam Tabatha. Se me han quitado las ganas del té, me retiro.
Todo lo sucedido no estaba en la historia, pues ahí, la verdadera Rosalie solo agachaba la cabeza y se quedaba callada con todo lo que decían. Ahora cuando la reina vaya rumbo a su carruaje es cuando conocerá a Aina y se dará cuenta de que hay algo especial en ella.
- eres estúpida ¿mira lo que hiciste? Ahora la reina creerá que no se educarte.
- no soy un perro para que hagas eso.
- mugrosa bastarda.
Tabatha se regresa a la casa, furiosa porque se ha arruinado todo. Rosalie se había quedado con la cabeza agachada y se soba la mejilla, al paso que va su rostro quedará como si le hubieran picado las abejas; de pronto siente alguien se acerca y le levanta el rostro colocando una compresa fría, para su sorpresa era Paul, quien la mira con lástima.
- lo siento, no sabía que eras tratada así.
- ¿eh?
- hablaré seriamente con mi madre y si lo quieres, no estás obligada a recibir a la reina en esta casa.
Rosalie se ha quedado en silencio, eso no era algo que pasará en la historia.
- escucha Rosalie, tú sabes que no puedo quererte, pero quisiera que al menos seamos amigos y que te lleves bien con Aina.
Rosalie le aparta la compresa y se pone de pié.
- no necesito ser tu amiga y menos llevarme bien con esa concubina. Quieres que estemos bien, dame el divorcio.
- ¿que? Rosalie, sabes que eso no puedo hacerlo.
- entonces no necesito nada de ti, nisiquiera tu compasión.
Rosalie se apresura a irse del lugar, pero al mirar por una ventana, ve a Aina hablando con la reina, el encuentro si había sucedido, pero no entendía porque Paul había escuchado todo. Paul había entrado a la casa y Aina se acerca a él mostrándose muy feliz.
- marqués escuche...
Aina le abraza mostrando una gran sonrisa.
- la reina, ella fue muy amable y me invitó al palacio a tomar el té.
- te cuidado, con su hija no fue amable, no sabes que trama.
- ¿de que habla? Ella me pareció sincera.
- la reina acaba de golpear a Rosalie, que es su hija, así que ten cuidado.
- oh! Que terrible...pero no será la marquesa quien provoco a la reina.
- no fue así, Aina, se cuidadosa ¿si?
Paul le acaricia la cabeza con delicadeza.
- esta bien, tendré cuidado...