Mi Gorda Hermosa.

Pasaron varios días desde la última vez que Daniela vio a Ulises, las cosas con Andrei no iban de la mejor manera, puesto que el estaba muy prepotente, ella por su carácter no permitía que el la tratara mal. Ese día ella se despertó muy temprano, se arregló lo mejor que pudo, y subió a su auto para dirigirse a un largo camino. Manejo y Manejo durante un largo tiempo, hasta que se podía ver la enorme mansión, aceleró el auto y estaciono, bajo y camino muy segura.

Tocó el timbre muchas veces, pero este no fue respondido, Haci que tomo la iniciativa, tomo la manija de la gran puerta y la giro, estaba abierta, se podía ver la enorme casa vacía, pero en algún lugar en el fondo se podía escuchar un ruido. Ella camino abriendo cada puerta de las habitaciónes, hasta llegar al despacho, ella se pegó a la puerta y podía escuchar al fondo una música clásica, y cosas como de construcción sonando. Haci que decidio abrir la puerta. Para su sorpresa el estaba en un aspecto en el que nunca antes lo había visto, no tenía playera, y estába desarmando unos muebles de su despacho.

Daniela: Hola.

Ulises se sobresalto al escuchar una voz.

Daniela: Perdón por asustarte.

Ulises: No te preocupes, es solo que, no te esperaba.

Daniela: Se qué tal vez debí de haber avisado, pero no me respondiste nunca las llamadas, ni los mensajes y nisiquiera los correos.

Ulises: He estado ocupado.

Daniela: Y por lo que veo, lo suficiente para no poder contestarme una llamada.

Ulises: Extravié el celular.

Daniela: Te ibas a ir sin despedirte?.

Ulises: Pues... es solo que, no creí que te importará saberlo.

Daniela camino muy lentamente hacia el y lo miro directo a los ojos.

Daniela: Claro que me importa, siempre me importará todo lo que se trate de ti.

El se tomó el tiempo de mirarla de pies a cabeza, era muy linda, se veía hermosa con ese vestido morado, el amaba su piel clara junto con todos los lunares que tenía y su cabello tan obscuro.

Ulises: Hoy te vez muy hermosa.

Ella lo vio sin darle un sola respuesta.

Ulises: Quieres tomar algo?.

Daniela sonrió de lado y le dijo.

Daniela: Una cerveza y un cigarrillo.

Ulises: La mejor combinación de todas.

El camino hacia la cocina y tomo un par de cervezas, regreso hasta el despacho y saco de su cajón un par de cigarrillos, se acercó a ella y se los entregó.

Ella se sentó en el sofá, puso un cigarrillo entre sus labios y el enseguida le ofreció fuego.

Daniela: Cuando te irás?.

Ulises: En dos días.

Daniela le dió una larga exalada a su cigarrillo y contesto.

Daniela: Te extrañare demásiado.

Ulises: Se que si Daniela. y gracias por hacer el viaje hasta aquí.

Ella se puso de pie y de inmediato camino hacia donde él estába.

Daniela: No pretendo que me sigas mintiendo, quiero la verdad. Por qué me has evadido?.

Ulises: Dani.. Yoo..

Daniela: Dímelo ya.

Ulises: Te lo diré, pero no quiero que pienses que me estoy entrometiendo en tu relación, yo acepte que no quieras estar conmigo, y no lo hago para separarte de Andrei.

Daniela sintió como la piel se le erizaba al escuchar esas palabras de Ulises, ella sabía que algo ocurría, pero era mucho peor de lo que pensaba.

Daniela: Confío en ti, y se que serías un capaz de decirme algo para hacerme daño.

Ulises prendió su cigarrillo y tomo un sorbo de su cerveza.

Ulises: El no a Sido sincero contigo. Su abuelo está en un asilo por qué el lo encerró ahí, Siempre se acostó con Bárbara y el mismo me lo confesó y El día que firmaron el Divorcio pude notar que Bárbara tiene una panza de 5 o 6 meses de embarazo.

Daniela entendía muchas cosas, ahora se daba cuenta el por qué Andrei nunca hablaba de su abuelo, y lo peor era que ese bebé muy probablemente era de él, ya que el si se había acostado con Bárbara. Y lo peor de todo es que Ulises le mintió el día que le contó todo.

Daniela: Tu me dijiste que todo era verdad, de igual manera me mentiste.

Ulises: No quería que pensaras que los quería separar. Pero el día de la firma Andrei me dijo algo que de verdad me dolió. Quedarme solo me serviria para sufrir, ya que tú siendo pareja de mi amigo tenía yo que aguantar su romanticismo, y eso era y es algo que no estoy dispuesto a tolerar.

Daniela suspiro de la decepción.

Daniela: Ahora no sé qué hacer, no sé qué pensar.

Ulises: Perdón, tal vez no debí decirte.

Ella camino de nuevo hacia el y lo vio a los ojos.

Daniela: No te vallas.

Ulises giro hacia ella y miro con cara de sorpresa.

Ulises: Lo siento, es muy tarde.

Daniela: No es tarde, aún tienes tu casa, tu restaurante y podrás regresar a tu trabajo en la firma de abogados.

Ulises: Mi casa ya no la tengo, la e regalado a los niños huérfanos. Mi restaurante es lo único que me queda pues mi trabajo lo transferí para Italia.

Daniela: Solo te pido unos cuantos días porfavor.

Daniela no sabía que pasaba, pero su corazón se hacía pedazos al saber que Ulises se iría. Algo sucedía dentro de ella al tenerlo ahora tan cerca, era indescriptible, puesto que no lo había sentido ni con Andrei. Pero aún no era tiempo de decirle, aún tenía planes para confrontar a Andrei y después podría aclarar sus sentimientos con Ulises.

Ulises: Estabien si eso quieres. Aunque no se para que serviria.

Ulises no le daría los días que ella pedía, pues el sabía que no cambiaría nada, pues muy probablemente Daniela perdonaría a Andrei y todo sería como antes.

Daniela se acercó a él lo abrazo y el le dijo.

Ulises: Solo tengo una condición.

Daniela: Lo que quieras.

Ulises: Permíteme darte un beso, solo eso te pido, tal vez no sirva para nada pero quiero hacerlo de verdad.

Daniela sé puso enfrente de el, se acomodo en el medio de sus pierna e hizo puntillas para darle un beso, el la Abrazo por la cintura y Disfruto al máximo del momento.

El beso fue demásiado Largo, en ese beso vinieron un sin fin de Sentimientos, Fue lindo, romántico, un poco sensual, pero sobre todo hubo una conexión única entre ellos.

Daniela y Ulises se separaron y se miraron a los ojos.

Daniela: Debo irme, pero espera noticias sobre mi.

Daniela tomo su bolso y salió de la mansión, subiéndose a su auto y perdiéndose en el camino.

Ulises se quedó de pie en su despacho, pensando que ese beso era el único y el último que le daría a Daniela, pues su vuelo en realidad saldría al día siguiente.